El calendario oficial indica que la temporada de huracanes del Atlántico comienza cada año el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre. Sin embargo, la naturaleza no siempre se apega a las fechas formales. En los últimos años, hemos visto cómo tormentas tropicales se han formado incluso semanas antes del inicio oficial. El 2025 podría seguir esa tendencia —o incluso superarla—, según diversos modelos meteorológicos y datos históricos recientes.
Este año, varios indicios han encendido las alertas en la comunidad científica y entre los meteorólogos. Las temperaturas récord en el Caribe y el Golfo de México, junto con modelos de pronóstico que sugieren actividad inusual en mayo, indican que podríamos estar a las puertas de una nueva tormenta con nombre antes del 1 de junio.
En este artículo, analizaremos las causas, consecuencias y contexto de un posible adelanto de la temporada de huracanes, explorando qué significan estos fenómenos para las comunidades costeras y por qué los científicos están prestando cada vez más atención a las señales tempranas de actividad tropical.
La transformación del calendario ciclónico
El peso de la historia reciente
En siete de los últimos diez años, al menos una tormenta con nombre se ha formado antes del 1 de junio. Este dato es más que una curiosidad meteorológica; es un síntoma de un cambio de patrones. Para ponerlo en perspectiva, entre 2005 y 2014 solo se registraron tres temporadas con tormentas anticipadas.
La situación se volvió tan frecuente que en 2021, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) decidió emitir pronósticos tropicales a partir del 15 de mayo, adelantando su calendario oficial en dos semanas para cubrir mejor las amenazas potenciales.
Años clave en la historia reciente
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2012: Dos tormentas con nombre antes del 1 de junio.
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2016: Nuevamente, dos sistemas tempranos.
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2020: Se formó la tormenta tropical Cristóbal el 1 de junio, y otras dos tormentas estuvieron cerca de anticiparse aún más.
Cada uno de estos años marcó precedentes y empujó a los científicos a replantear lo que significa «temporada de huracanes».
La ciencia detrás de las tormentas tempranas
El papel del calentamiento global
A medida que el clima global se calienta, también lo hacen nuestros océanos. Los océanos absorben más del 90 % del calor excedente causado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta acumulación de calor tiene un efecto dominó sobre los sistemas tropicales:
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Aguas más cálidas = más energía disponible para las tormentas.
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Atmósfera más caliente = mayor capacidad para retener humedad, lo que alimenta aún más las tormentas.
¿Dónde se concentra el calor?
En mayo de 2025, las temperaturas de la superficie del mar en el Golfo de México y el Caribe occidental se encontraban entre las más altas registradas para esta época del año, superando incluso las de fines de junio o julio en temporadas pasadas.
Este fenómeno es particularmente preocupante, ya que el agua cálida actúa como combustible para los ciclones tropicales. Si una perturbación atmosférica entra en contacto con estas aguas calientes y encuentra condiciones atmosféricas favorables, podría convertirse rápidamente en una tormenta con nombre.
Modelos de pronóstico apuntan al Caribe occidental
Durante los últimos días, algunos modelos meteorológicos han mostrado un potencial de desarrollo ciclónico en el Caribe occidental, un área propicia para la formación de tormentas tempranas debido a:
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Alta temperatura superficial del mar.
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Baja cizalladura del viento.
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Alta humedad en la atmósfera media.
Estas condiciones podrían facilitar la formación de un sistema tropical antes del 1 de junio, lo cual pondría a prueba nuevamente los límites del calendario oficial.
¿Una temporada intensa por delante?
Pronóstico de 2025: cifras que preocupan
Según investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado, el pronóstico de huracanes para 2025 incluye:
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17 tormentas con nombre.
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8 huracanes.
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4 huracanes mayores (Categoría 3 o superior).
Estas cifras están por encima del promedio y reflejan una temporada potencialmente más intensa y peligrosa que la media.
¿Qué nos dicen estas cifras?
Aunque un inicio anticipado no garantiza una temporada más activa, el hecho de que la actividad comience temprano sí podría significar una ventana más larga de exposición para las comunidades costeras, especialmente si se mantiene la tendencia de aguas oceánicas inusualmente cálidas.
El caso del Pacífico Oriental
Un inicio más temprano, pero menos frecuente
La temporada de huracanes en el Pacífico Oriental comienza el 15 de mayo, dos semanas antes que en el Atlántico. Sin embargo, no es tan común que ocurran tormentas anticipadas en esta cuenca.
En los últimos 20 años, solo tres sistemas se han formado antes del 15 de mayo:
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Aletta en 2012.
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Adrian en 2017.
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Andreas en 2021.
Esto se debe, en parte, a la interacción entre los sistemas de ambas cuencas. Generalmente, cuando el Atlántico es más activo, el Pacífico Oriental tiende a estar menos activo, y viceversa, debido a la influencia de fenómenos como El Niño y La Niña.
El Niño, La Niña y su impacto en los huracanes
El fenómeno de El Niño tiende a suprimir la actividad en el Atlántico al aumentar la cizalladura del viento, lo cual dificulta la formación de tormentas.
Por el contrario, La Niña reduce esa cizalladura, favoreciendo una mayor formación de huracanes en el Atlántico.
¿Qué fenómeno prevalecerá este año?
Al cierre de esta edición, los modelos climáticos apuntan a una transición desde El Niño hacia condiciones neutras o incluso hacia La Niña. Esto podría crear el escenario perfecto para una temporada de huracanes más activa en el Atlántico, lo cual aumenta la probabilidad de que las tormentas comiencen antes de lo habitual.
¿Estamos preparados para una temporada más larga?
Los riesgos de un inicio prematuro
Una temporada de huracanes más larga implica más tiempo en estado de alerta, más estrés para los servicios de emergencia y mayor exposición para las comunidades vulnerables.
En años recientes, algunas tormentas tempranas han causado:
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Inundaciones repentinas en América Central.
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Marejadas ciclónicas costeras en el Golfo de México.
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Daños a infraestructuras agrícolas y turísticas en el Caribe.
Si 2025 sigue esta tendencia, los gobiernos locales y la ciudadanía deberán adaptar sus planes de preparación con mayor antelación.
¿Debería cambiar la fecha oficial de inicio de la temporada?
Un debate creciente entre meteorólogos
Dado que tantas tormentas se están formando antes del 1 de junio, muchos expertos han sugerido adelantar oficialmente la fecha de inicio de la temporada de huracanes.
Sin embargo, cambiar una convención climatológica global no es sencillo. Implica coordinación entre:
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El Centro Nacional de Huracanes (NHC).
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La Organización Meteorológica Mundial (OMM).
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Los servicios de emergencia de decenas de países del Caribe, América Central, Norteamérica y más allá.
Por ahora, el inicio oficial sigue siendo el 1 de junio, pero el monitoreo comienza cada vez más temprano, como lo demuestra el cambio aplicado desde 2021 por el NHC.
Consejos para prepararse desde ya
¿Qué pueden hacer las personas antes de que llegue junio?
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Actualizar los kits de emergencia con alimentos no perecederos, agua, medicinas y linternas.
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Revisar planes de evacuación en caso de residir en zonas costeras o propensas a inundaciones.
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Monitorear los informes del NHC y fuentes meteorológicas confiables.
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Asegurar techos y ventanas, y hacer mantenimiento preventivo a viviendas y vehículos.
La preparación temprana puede marcar la diferencia entre un evento manejable y una tragedia.
Conclusión: Un reloj que podría adelantarse… otra vez
Aunque todavía no hay certeza absoluta, las señales son claras: el 2025 podría sumar un nuevo capítulo a la creciente lista de temporadas de huracanes que comienzan antes de tiempo. Las aguas inusualmente cálidas, los modelos climáticos y los precedentes históricos apuntan a una tendencia preocupante, especialmente en un contexto de cambio climático acelerado.
La vigilancia meteorológica ha mejorado notablemente en la última década, pero el verdadero desafío es la adaptación humana: prepararse para que el calendario natural ya no coincida con el calendario oficial.