El cielo se oscurece, el viento ruge y, de repente, bolas de hielo del tamaño de pelotas de softball caen a gran velocidad. Este espectáculo, tan fascinante como destructivo, ha captado la atención de científicos, cazatormentas y curiosos por igual. Recientemente, un cazatormentas logró registrar imágenes sin precedentes de granizo gigante en caída libre, un hito que no solo impresiona por su impacto visual, sino que también abre nuevas puertas para entender este fenómeno meteorológico. ¿Qué hace que el granizo alcance tamaños tan descomunales? ¿Cómo se forma y por qué es tan devastador? A continuación, exploramos la ciencia detrás de este evento, sus implicaciones y los esfuerzos para predecirlo.
Un Fenómeno Captado en Acción
Sean Waugh, cazatormentas e investigador científico, ha marcado un antes y un después en el estudio del granizo. Con una cámara de alta tecnología montada en un vehículo de investigación, logró capturar imágenes de granizo del tamaño de pelotas de softball cayendo del cielo. Estas grabaciones, descritas como «sin precedentes» por expertos, muestran el movimiento y la magnitud de estas bolas de hielo en tiempo real. Según CNN, Waugh colaboró con el Laboratorio Nacional de Tormentas Severas (NSSL) de la NOAA para usar una cámara 4K capaz de capturar 330 fotogramas por segundo, iluminada por luces LED más brillantes que el sol. Este equipo permitió calcular la profundidad y el tamaño del granizo con una precisión nunca antes vista.
El objetivo de estas imágenes no es solo documentar un espectáculo natural, sino entender cómo se forma el granizo gigante y mejorar los sistemas de alerta. Las tormentas que producen este tipo de granizo son responsables de millones de dólares en daños cada año, afectando vehículos, viviendas e incluso cultivos. Las grabaciones de Waugh son un paso hacia adelante para mitigar estos impactos.
¿Qué es el Granizo y Cómo se Forma?
El granizo es un tipo de precipitación sólida que se forma en nubes de tormenta, conocidas como cumulonimbos. Estas nubes son verdaderas fábricas de fenómenos extremos, con fuertes corrientes ascendentes que impulsan gotas de agua hacia regiones frías de la atmósfera, donde las temperaturas están bajo cero. Allí, las gotas se congelan, formando pequeños cristales de hielo. Pero el proceso no termina ahí.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres de México, estas partículas de hielo son empujadas repetidamente por corrientes ascendentes y descendentes dentro de la nube. Cada vez que una partícula sube, se recubre con más agua que se congela al contacto, aumentando su tamaño. Este ciclo puede repetirse varias veces, hasta que el granizo se vuelve demasiado pesado y cae al suelo. El tamaño final depende de la fuerza de las corrientes y la cantidad de agua disponible en la nube. En casos extremos, como los registrados por Waugh, el granizo puede alcanzar dimensiones de hasta 10 centímetros o más.
Granizo Gigante: Un Peligro Subestimado
El granizo de gran tamaño, a menudo comparado con pelotas de béisbol o softball, no solo es un espectáculo visual, sino un peligro real. En Kansas, por ejemplo, tormentas recientes dejaron vehículos dañados y hogares con techos destrozados debido a lo que los meteorólogos llaman «granizo gorila». En 2021, una tormenta en Texas causó estragos similares, con granizo del tamaño de pelotas de tenis que rompió parabrisas y dejó casas inhabitables.
En abril de 2025, Argentina también fue testigo de este fenómeno. En el conurbano bonaerense, una tormenta con granizo dejó calles cubiertas de hielo y provocó cortes de luz que afectaron a más de 120,000 usuarios. Usuarios en redes sociales compartieron videos de granizo cayendo con tal intensidad que parecía nevar, mientras el Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas amarillas por el riesgo de daños. Josefina Grand, una vecina de Marcos Paz, describió el evento como algo sacado de otra época: «El cielo se puso negro, y el ruido de las piedras era ensordecedor».
En Europa, España enfrentó un episodio similar en junio de 2025, cuando una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) desencadenó tormentas de granizo en Madrid, La Rioja, Guadalajara y Toledo. Las imágenes de calles cubiertas de hielo, con granizo del tamaño de pelotas de golf, se viralizaron en redes sociales. Los daños incluyeron garajes inundados, alcantarillas bloqueadas y vehículos atrapados en lo que parecía un río de hielo.
La Ciencia al Servicio de la Predicción
El trabajo de cazatormentas como Sean Waugh no se limita a capturar imágenes espectaculares. Su misión es entender los procesos que llevan a la formación de granizo gigante para mejorar los sistemas de alerta meteorológica. Las tormentas severas, como las que producen granizo de gran tamaño, son difíciles de predecir con precisión. Sin embargo, avances tecnológicos, como las cámaras de alta velocidad y los modelos climáticos mejorados, están cambiando el panorama.
El NSSL de la NOAA, por ejemplo, utiliza datos recopilados en el campo para alimentar simulaciones que predicen el comportamiento de las tormentas. Las imágenes de Waugh permiten a los científicos analizar la trayectoria, velocidad y tamaño del granizo en caída libre, lo que ayuda a calibrar radares meteorológicos. Estos radares son clave para detectar las condiciones que favorecen el granizo gigante, permitiendo emitir alertas más oportunas.
Además, el estudio del granizo tiene implicaciones más allá de la meteorología. En un mundo donde el cambio climático intensifica los fenómenos extremos, comprender cómo se forman estas tormentas es crucial. Según un informe de la ONU, el cambio climático está alterando los patrones climáticos en regiones como América Latina, aumentando la frecuencia de tormentas severas. Esto hace que investigaciones como la de Waugh sean más relevantes que nunca.
Impactos en la Vida Cotidiana
El granizo gigante no solo representa un desafío científico, sino también un problema económico y social. En Estados Unidos, las tormentas de granizo causan pérdidas de miles de millones de dólares cada año. Autos con parabrisas destrozados, techos colapsados y cultivos arruinados son solo algunas de las consecuencias. En Bolivia, una tormenta en Tarija en 2021 dejó más de 5,000 toneladas de granizo en las calles, afectando cultivos y generando pérdidas significativas para los agricultores.
En áreas urbanas, el granizo puede interrumpir la vida cotidiana. En Argentina, los cortes de luz causados por tormentas de granizo dejaron a miles de personas sin electricidad durante horas. En España, las granizadas de junio de 2025 bloquearon accesos a escuelas y comercios, obligando a los residentes a limpiar capas de hielo que superaban el borde de las aceras. Estos eventos subrayan la importancia de mejorar los sistemas de alerta y preparación.
La Fascinación de los Cazatormentas
Los cazatormentas, como Sean Waugh, no solo son científicos, sino también aventureros que arriesgan su seguridad para estudiar fenómenos extremos. Equipados con vehículos reforzados y tecnología de punta, persiguen tormentas en las condiciones más adversas. Su trabajo combina pasión por la naturaleza con un compromiso por proteger a las comunidades. En las redes sociales, los videos de cazatormentas capturando granizo o tornados se han vuelto virales, mostrando la magnitud de estos eventos desde una perspectiva única.
En una entrevista con CNN, Waugh explicó que su motivación es doble: avanzar en la ciencia y salvar vidas. «Ver el granizo caer en cámara lenta es impresionante, pero lo que realmente importa es lo que aprendemos de esas imágenes», dijo. Sus esfuerzos están ayudando a desentrañar los misterios de las tormentas severas, un paso crucial para enfrentar un clima cada vez más impredecible.
El Rol del Cambio Climático
El cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos, y el granizo no es una excepción. Según expertos, el aumento de las temperaturas globales crea condiciones más favorables para tormentas severas. Las nubes cumulonimbos, responsables del granizo, prosperan en ambientes cálidos y húmedos, lo que podría explicar por qué eventos de granizo gigante son más frecuentes en ciertas regiones.
Un estudio reciente señaló que el cambio climático está alterando los sistemas climáticos en América Latina, aumentando la probabilidad de tormentas intensas. En Europa, la AEMET advirtió que las DANAs, como la que azotó España en junio de 2025, podrían volverse más comunes debido al calentamiento global. Estos cambios subrayan la urgencia de investigar y prepararse para fenómenos como el granizo gigante.
Preparándose para lo Inesperado
Frente a la amenaza del granizo, la preparación es clave. Los expertos recomiendan proteger vehículos en garajes durante tormentas severas y reforzar tejados con materiales resistentes. En áreas rurales, los cultivos pueden protegerse con mallas antigranizo, aunque estas soluciones no siempre son accesibles. Las alertas meteorológicas, mejoradas por investigaciones como la de Waugh, permiten a las comunidades actuar con rapidez, minimizando daños y riesgos.
En regiones como Argentina y España, donde el granizo ha causado estragos recientes, los gobiernos locales están invirtiendo en sistemas de alerta más precisos. Sin embargo, la educación pública también juega un papel crucial. Conocer los signos de una tormenta severa, como cielos oscuros o vientos fuertes, puede marcar la diferencia entre la seguridad y el desastre.
Un Futuro de Innovación y Resiliencia
El trabajo de cazatormentas como Sean Waugh y las investigaciones del NSSL están allanando el camino para un futuro donde las tormentas de granizo sean menos destructivas. Las imágenes captadas en 2025 no solo son un logro técnico, sino una herramienta para salvar vidas y proteger propiedades. A medida que la tecnología avanza, los científicos esperan desarrollar modelos predictivos más precisos, capaces de advertir a las comunidades con mayor antelación.
Mientras tanto, el granizo gigante sigue siendo un recordatorio del poder de la naturaleza. Desde las llanuras de Kansas hasta las calles de Madrid, este fenómeno sigue sorprendiendo y desafiando a la humanidad. Pero con cada imagen captada y cada dato analizado, estamos un paso más cerca de entender y controlar sus efectos.
La Naturaleza en su Máxima Expresión
El granizo gigante es más que un fenómeno meteorológico; es una muestra de la complejidad y la fuerza del clima. Las imágenes captadas por Sean Waugh nos invitan a maravillarnos ante la naturaleza, pero también a reflexionar sobre nuestra vulnerabilidad frente a ella. Con la ciencia y la tecnología de nuestro lado, podemos enfrentar estos desafíos con mayor confianza, transformando un espectáculo destructivo en una oportunidad para aprender y protegernos. La próxima vez que el cielo se oscurezca, recordemos que, detrás de cada tormenta, hay un equipo de personas trabajando para mantenernos a salvo.
