By using this site, you agree to the Privacy Policy and Terms of Use.
Accept
Acontecimiento.comAcontecimiento.comAcontecimiento.com
Notificaciones
Tamaño de FuenteAa
  • Moda
  • Belleza
  • Estilo de Vida
  • Cocina
  • Salud
  • Turismo
  • Negocios y Finanzas
  • Tecnología
> 10 bacterias peligrosas que podrías contraer al convivir con tus animales domésticos
Compartir
Acontecimiento.comAcontecimiento.com
Tamaño de FuenteAa
Buscar
Síguenos en
© 2023 Acontecimiento.com | Todos los derechos reservados.

10 bacterias peligrosas que podrías contraer al convivir con tus animales domésticos

Convivir con mascotas puede exponerte a bacterias peligrosas sin saberlo. Descubre las infecciones más comunes, sus síntomas y cómo proteger tu salud sin renunciar al amor por tus animales.

Por Handel Flores
16/06/2025
Compartir
10 bacterias peligrosas que podrías contraer al convivir con tus animales domésticos
COMPARTIR

Tener una mascota es uno de los mayores placeres de la vida moderna. Ya sea un perro leal, un gato independiente o incluso una tortuga tranquila, estos animales aportan compañía, cariño y beneficios para la salud mental. Sin embargo, el contacto constante con ellos también implica una exposición a agentes patógenos que, en ciertas condiciones, pueden representar un serio riesgo para la salud humana.

Indice de Contenido
1. Salmonella spp.: un clásico de la zoonosis2. Campylobacter jejuni: más común de lo que imaginas3. Escherichia coli (E. coli): no todas son inofensivas4. Pasteurella multocida: más allá de una mordida o arañazo5. Bartonella henselae: la bacteria de la «enfermedad por arañazo de gato»6. Leptospira interrogans: la amenaza silenciosa de la orina animal7. Clostridium difficile: una amenaza intestinal emergente en el hogar8. Yersinia enterocolitica: la bacteria del intestino que también vive en tus mascotas9. Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA): el enemigo resistente que puede venir de casa10. Brucella canis: una zoonosis que también afecta a tus mascotas más leales

Las bacterias zoonóticas, es decir, aquellas que pueden transmitirse entre animales y personas, son una amenaza poco visible pero presente en muchos hogares. Algunas de estas bacterias pueden encontrarse en la saliva, la piel, las heces o incluso el pelaje de nuestras mascotas, y causar infecciones de leves a potencialmente mortales. Esto ocurre con mayor frecuencia en niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

Recopilaremos las 10 bacterias más peligrosas que puedes adquirir al tener contacto con animales domésticos. La información aquí presentada te ayudará a identificar las principales vías de transmisión, los síntomas más comunes, y lo más importante: cómo protegerte y prevenir estas infecciones sin tener que renunciar a la maravillosa experiencia de tener una mascota.

1. Salmonella spp.: un clásico de la zoonosis

La Salmonella es una bacteria que comúnmente se asocia con la intoxicación alimentaria, pero también está presente en muchas especies animales, incluyendo reptiles como tortugas, serpientes y lagartos; así como en aves y mamíferos. Muchos animales portan la bacteria sin mostrar síntomas, lo que hace que el riesgo de contagio para los humanos sea subestimado. El simple contacto con un animal portador o con su entorno contaminado puede ser suficiente para transmitir la infección.

En los humanos, la infección por Salmonella se manifiesta principalmente como una gastroenteritis con síntomas como diarrea intensa, fiebre, náuseas, vómitos y calambres abdominales. En personas vulnerables, como niños pequeños o adultos mayores, esta infección puede llegar a ser severa e incluso requerir hospitalización. En casos raros, puede generar complicaciones como bacteriemia o infecciones sistémicas.

Para prevenir la transmisión, se recomienda lavarse cuidadosamente las manos después de manipular animales o limpiar sus hábitats. No se debe permitir que las mascotas laman heridas abiertas ni la cara, especialmente en los niños. Además, es vital desinfectar regularmente los lugares donde duermen o juegan los animales, especialmente si conviven con personas inmunodeprimidas.

2. Campylobacter jejuni: más común de lo que imaginas

El Campylobacter jejuni es una de las principales causas bacterianas de diarrea a nivel mundial. Aunque muchas veces se asocia con la ingesta de alimentos contaminados, lo cierto es que esta bacteria también puede ser transmitida por mascotas domésticas, especialmente perros y gatos jóvenes que presentan diarrea o han sido recientemente adquiridos de criaderos. Incluso animales sin síntomas pueden ser portadores.

Los síntomas en humanos incluyen diarrea acuosa o con sangre, fiebre, dolor abdominal, náuseas y malestar general. En la mayoría de los casos, la infección es autolimitada, pero en ciertos individuos puede llevar a complicaciones como el síndrome de Guillain-Barré, una condición neurológica grave. Esta bacteria es particularmente peligrosa para mujeres embarazadas y personas inmunocomprometidas.

La prevención incluye una higiene estricta después de tocar animales, especialmente si presentan signos de enfermedad. Las manos deben lavarse con agua y jabón, y se debe evitar el contacto estrecho con mascotas enfermas hasta que hayan sido tratadas. Mantener limpios los recipientes de comida, agua y los espacios comunes también ayuda a reducir el riesgo.

3. Escherichia coli (E. coli): no todas son inofensivas

Aunque muchas cepas de E. coli viven normalmente en los intestinos de humanos y animales sin causar problemas, ciertas variantes como la O157:H7 pueden provocar enfermedades graves. Esta cepa puede ser adquirida al entrar en contacto con heces de mascotas infectadas, agua contaminada o alimentos crudos. Los perros y gatos pueden ser portadores asintomáticos, especialmente si han tenido contacto con animales de granja o carne cruda.

Los síntomas en humanos van desde una diarrea leve hasta cuadros más graves, como colitis hemorrágica e incluso síndrome urémico hemolítico, una afección potencialmente fatal que puede causar insuficiencia renal. Esta última complicación es más común en niños menores de cinco años. Una dosis mínima de bacterias puede bastar para provocar enfermedad.

Evitar alimentar a las mascotas con carne cruda, limpiar bien las manos tras manipular sus excrementos y no permitir que los animales entren a la cocina o suban a las superficies donde se manipulan alimentos son medidas simples pero efectivas. También es importante que las personas con sistemas inmunitarios debilitados tomen precauciones extra.

4. Pasteurella multocida: más allá de una mordida o arañazo

La Pasteurella multocida es una bacteria que forma parte de la flora bucal normal de muchos gatos y perros. Aunque normalmente no les causa ningún daño, puede provocar infecciones severas en humanos si es introducida por una mordida, arañazo o incluso un lamido sobre una herida abierta. En algunos casos, también puede transmitirse por inhalación de gotas contaminadas.

Los síntomas suelen aparecer rápidamente y consisten en dolor localizado, enrojecimiento, hinchazón y fiebre. En casos más graves, puede progresar hacia infecciones profundas, abscesos, artritis séptica o incluso septicemia. Las personas con enfermedades hepáticas o inmunosupresión están en mayor riesgo de complicaciones.

Para prevenir esta infección, es importante evitar juegos bruscos con animales que puedan provocar mordidas o arañazos. Las heridas deben limpiarse inmediatamente con agua y jabón, y buscar atención médica si hay enrojecimiento progresivo, calor o dolor. La vacunación antitetánica y la evaluación médica oportuna pueden marcar la diferencia.

5. Bartonella henselae: la bacteria de la «enfermedad por arañazo de gato»

La Bartonella henselae es responsable de la conocida «enfermedad por arañazo de gato», una infección que se transmite principalmente cuando un gato —especialmente uno joven— araña o muerde a un humano. Esta bacteria es transportada por pulgas, por lo que un gato infectado puede parecer sano, pero portar y transmitir la infección sin mostrar síntomas.

En los humanos, la infección suele comenzar con una pápula o lesión en el lugar del arañazo, seguida de inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos cercanos. Otros síntomas incluyen fiebre, fatiga, dolores de cabeza y, en casos más graves, infecciones hepáticas, encefalitis o endocarditis. Las personas inmunosuprimidas están particularmente expuestas a estos riesgos.

La clave de la prevención está en el control de pulgas, ya que son el principal vector de transmisión entre gatos. Se deben evitar los juegos rudos con gatos jóvenes y enseñar a los niños a interactuar con ellos de forma segura. Si ocurre un arañazo, limpiar la zona y observar los síntomas es crucial para una intervención temprana.

6. Leptospira interrogans: la amenaza silenciosa de la orina animal

La Leptospira interrogans es una bacteria espiralada que se encuentra en la orina de animales infectados, especialmente en roedores, pero también en perros y otros animales domésticos. La infección se produce cuando una persona entra en contacto con agua, tierra o superficies contaminadas con orina infectada. Es especialmente común en climas tropicales o en zonas con condiciones sanitarias precarias.

En los humanos, la leptospirosis puede comenzar con síntomas similares a una gripe: fiebre, escalofríos, dolores musculares, vómitos y dolor de cabeza. En casos más severos, puede progresar a daño renal, meningitis, insuficiencia hepática o hemorragias pulmonares. Esta forma grave se conoce como síndrome de Weil y puede ser mortal si no se trata a tiempo.

Para prevenir el contagio, es fundamental mantener a las mascotas vacunadas y desparasitadas. También se debe evitar el contacto directo con aguas estancadas o lugares potencialmente contaminados. El uso de guantes y desinfectantes al limpiar orina animal, así como una buena higiene, son medidas esenciales para proteger la salud.

7. Clostridium difficile: una amenaza intestinal emergente en el hogar

Aunque comúnmente se asocia con entornos hospitalarios, Clostridium difficile también puede encontrarse en animales domésticos, especialmente aquellos tratados con antibióticos de amplio espectro. Esta bacteria puede formar esporas resistentes y transmitirse a los humanos a través de heces, pelaje o superficies contaminadas, especialmente si no se siguen buenas prácticas de higiene.

En humanos, la infección por C. difficile puede variar desde una diarrea leve hasta colitis pseudomembranosa, una inflamación grave del colon. Los síntomas incluyen diarrea persistente, dolor abdominal, fiebre y, en casos extremos, perforación intestinal. Las personas mayores, pacientes inmunocomprometidos y quienes han recibido tratamientos antibióticos están en mayor riesgo.

Evitar el uso indiscriminado de antibióticos en mascotas, limpiar cuidadosamente sus zonas de baño y lavarse bien las manos después del contacto con heces o cajas de arena es vital. Si se sospecha una infección intestinal en la mascota, se debe consultar al veterinario para evitar un mal manejo que propicie la proliferación bacteriana.

8. Yersinia enterocolitica: la bacteria del intestino que también vive en tus mascotas

Yersinia enterocolitica es una bacteria intestinal que puede encontrarse en cerdos, perros y gatos, y se transmite a los humanos a través del contacto con heces infectadas o carne cruda contaminada. Aunque no es de las más conocidas, su presencia en el entorno doméstico puede pasar desapercibida hasta causar problemas digestivos.

Los síntomas en humanos incluyen fiebre, dolor abdominal, diarrea y, en algunos casos, síntomas similares a una apendicitis, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos. En ciertos individuos, esta infección puede desencadenar complicaciones como artritis reactiva o eritema nodoso, especialmente en niños y adultos jóvenes.

La mejor forma de prevención es evitar alimentar a las mascotas con carne cruda o mal cocida y mantener una higiene estricta después de manipular a los animales o limpiar sus desechos. Asimismo, se debe evitar el contacto directo con heces animales y asegurar la adecuada desinfección de sus utensilios de comida y bebida.

9. Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA): el enemigo resistente que puede venir de casa

El MRSA (Staphylococcus aureus resistente a meticilina) es una bacteria multirresistente que ha ganado notoriedad por su capacidad de provocar infecciones cutáneas, pulmonares y sistémicas graves. Aunque muchas veces se le asocia con hospitales, también puede ser transportado por mascotas, especialmente perros y gatos que han tenido contacto con ambientes clínicos o personas portadoras.

En humanos, las infecciones por MRSA pueden comenzar como forúnculos, abscesos o celulitis, y evolucionar a infecciones invasivas si no se tratan a tiempo. Su resistencia a múltiples antibióticos hace que el tratamiento sea complicado, costoso y, en algunos casos, ineficaz. La transmisión puede ocurrir a través del contacto con la piel, el pelaje o incluso el entorno de la mascota.

La prevención incluye una buena higiene personal, evitar compartir toallas, cepillos o camas con los animales y llevar al veterinario a las mascotas que presenten infecciones cutáneas. En hogares con personas inmunocomprometidas, es clave controlar estrictamente la salud dermatológica tanto de las personas como de los animales.

10. Brucella canis: una zoonosis que también afecta a tus mascotas más leales

Brucella canis es una bacteria poco común pero peligrosa que afecta principalmente a perros y puede transmitirse a los humanos a través del contacto con secreciones reproductivas, sangre, orina o incluso durante el parto animal. Los perros infectados pueden parecer sanos o presentar síntomas como infertilidad, aborto o debilidad general.

En los humanos, la brucelosis causada por esta bacteria puede provocar fiebre ondulante, fatiga extrema, sudores nocturnos, dolor muscular y pérdida de apetito. En algunos casos, la infección se cronifica y puede afectar el sistema nervioso central, el corazón o las articulaciones. Por su difícil diagnóstico, suele subestimarse en entornos urbanos.

Para reducir el riesgo, se recomienda realizar pruebas de detección en criaderos y evitar el contacto con fluidos corporales de perros durante el celo o el parto sin protección adecuada. El uso de guantes, la esterilización de animales y el control reproductivo en perros domésticos son medidas efectivas para prevenir esta zoonosis.

Enfoque Etnobotánico de las Comunidades Indígenas
Porqué escuchar música en 432 Hz y cómo afecta al cerebro
El Shock Psicológico Ante el Suicidio ¿Qué Sucede en la Mente de Quienes Reciben la Noticia?
saludables beneficios del Tai Chi
Canto Medicina ¿Deberíamos Practicarlo?
TAGS:bacterias zoonóticasBartonellaCampylobacterE. coli en perrosenfermedades por animalesmascotas domésticasPasteurellaprevención de bacteriasSalmonellazoonosis
Comparte este artículo
Facebook Copy Link
Compartir
Artículo Anterior "Deficiencia de vitaminas: 5 síntomas silenciosos que podrían estar afectando tu salud" «Deficiencia de vitaminas: 5 síntomas silenciosos que podrían estar afectando tu salud»
Artículo siguiente El Libro de Enoc: 10 secretos ocultos de la Biblia prohibida que cambiarán tu visión del mundo El Libro de Enoc: 10 secretos ocultos de la Biblia prohibida que cambiarán tu visión del mundo

Lo más leído

"12 estrenos que redefinirán el streaming en 2025."/ EFE
Las 12 Películas de Netflix en estreno en el 2025
Cine
23/01/2025
Alberto Fujimori: Un Análisis Completo de su Legado Político
Alberto Fujimori: Un Análisis Completo de su Legado Político
Política
11/12/2023
“Innovación y adrenalina en los videojuegos de 2024”
2024 «Análisis de los Mejores Videojuegos»
Videojuegos
16/10/2024
Robótica y Entretenimiento: Nuevas Fronteras
El Futuro de los Robots Humanoides – Conferencia Mundial de Robótica de Pekín 2024
Tecnología
28/08/2024
Acontecimiento.comAcontecimiento.com
Síguenos en
© 2023 Acontecimiento.com | Todos los derechos reservados.
  • Términos y Condiciones de Uso
  • Política de Privacidad
Ir a la versión móvil
Welcome Back!

Sign in to your account

Username or Email Address
Password

Lost your password?

Not a member? Sign Up