La Ciudad del Vaticano —con sus 0,44 km²— es el Estado independiente más pequeño del mundo y, al mismo tiempo, el centro espiritual y administrativo de la Iglesia católica. Desde hace siglos, los pontífices han habitado sus muros, ejerciendo el ministerio petrino desde palacios con lujos, apartamentos modestos y retiros campestres. Pero ¿cómo viven realmente los papas? ¿Qué residencias ocupan, cuál es su rutina diaria y cómo se financian si no reciben un salario?
Un Estado y Una Corte Singular
La Ciudad del Vaticano no es solo la sede espiritual de 1.300 millones de católicos, sino también un microestado con su propia administración, fuerzas de seguridad, servicios y finanzas. En su centro se alza la Basílica de San Pedro y, junto a ella, el Palacio Apostólico, la residencia papal por excelencia desde el siglo XIX. Sin embargo, cada pontífice ha marcado su estilo de gobierno y de vida, eligiendo a veces la pompa de los grandes salones vaticanos y otras la sencillez de una habitación compartida.
En el censo de búsquedas online, términos como “residencia del papa”, “salario del papa” o “cómo vive el papa Francisco” figuran constantemente, lo que revela el interés mundial por la cotidianidad de la máxima autoridad de la Iglesia. A continuación, exploramos con detalle los lugares donde habitan los papas, su día a día y cómo gestionan los recursos de la Santa Sede.
Palacio Apostólico: la residencia histórica
Desde 1870, tras la unificación italiana, el Palacio Apostólico se convirtió en la residencia oficial de los pontífices. Ubicado junto a la Basílica de San Pedro, este imponente complejo alberga:
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Apartamentos pontificios: suites lujosamente decoradas con frescos, tapices y mobiliario renacentista.
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Oficinas de la Curia romana: dicasterios y congregaciones que asisten al papa en el gobierno de la Iglesia.
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Sala Clementina, Biblioteca Vaticana y Archivo Secreto: espacios de estado y archivos históricos.
Aunque gran parte del palacio está cerrado al público, turistas pueden visitar los Apartamentos Borgia y los Museos Vaticanos, descubriendo la riqueza artística en la que vivieron Pío IX, León XIII, San Pío X y hasta Benedicto XVI antes de su retiro.
Santa Marta: la elección del papa Francisco
Al iniciar su pontificado en marzo de 2013, el papa Francisco rompió con la tradición. Dos días después de ser elegido, recorrió el Palacio Apostólico y confesó:
“La sensación fue como la de un embudo al revés. Psicológicamente no puedo tolerarlo”.
En su lugar, optó por la Casa Santa Marta, un alojamiento comunitario modesto dentro del Vaticano, donde convive con cardenales, sacerdotes y visitantes. Allí:
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Celebra misa diaria con residentes y empleados.
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Comparte el comedor, manteniendo contacto directo con la “gente de a pie”.
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Trabaja en una sencilla oficina y regresa a su habitación privada al caer la tarde.
Francisco ha subrayado que esta elección le evita la soledad y le permite “sentir el pulso” de la Iglesia. En su última carta, pidió que, tras su fallecimiento, su apartamento de Santa Marta sea sellado, cerrando una etapa de sencillez sin precedentes.
Mater Ecclesiae y el retiro de Benedicto XVI
Cuando Benedicto XVI abdicó en 2013, se trasladó al monasterio Mater Ecclesiae, en los Jardines Vaticanos. Este convento barroco del siglo XVII fue adaptado para su retiro, donde vivió prácticamente recluido:
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Apartamento austero con sala de estudios, capilla y biblioteca.
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Claustro interior para meditación y paseo.
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Mínimo de personal de servicio y escolta.
Su vida en Mater Ecclesiae combinó oración, lectura teológica y recepción de visitantes protocolarios. En 2022, tras su muerte, sus habitaciones fueron clausuradas como parte del rito de constatación.
Castel Gandolfo: el palacio de verano
A 25 km al sudeste de Roma, junto al lago Albano, se alza el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, residencia veraniega de los papas desde el siglo XVII. Hasta 2016, era un retiro privado; luego, Francisco abrió al público 20 habitaciones inéditas:
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Biblioteca privada y estudio papal.
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Capilla y apartamentos de invitados.
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Jardines y miradores con vistas al lago.
Hoy, Castel Gandolfo funciona como museo y residencia de huéspedes, conservando el legado de pausas estivales de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Vida cotidiana en el Vaticano
Rutina diaria del papa
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06:30 – Misa privada en Santa Marta (Francisco) o en la capilla del Palacio Apostólico (anteriores).
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08:00 – Desayuno comunitario.
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09:00–13:00 – Audiencias públicas y privadas, reuniones de Curia, estudio de documentos.
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13:00 – Almuerzo ligero en comedor común.
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15:00–18:00 – Visitas oficiales, entrevistas, paseo por los jardines.
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19:00 – Vísperas y oración.
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20:00 – Cena y descanso.
Alimentación y comedor comunitario
Francisco come junto a sacerdotes y empleados, con un menú sencillo: verduras, pasta, pescado y fruta. Los pontífices anteriores tenían menús más formales en comedores privados.
Seguridad y privacidad
La Gendarmería Vaticana y la Guardia Suiza custodian al papa las 24 horas. Cámaras discretas y un dispositivo anti-drones completan la seguridad.
Financiación y salarios en la Santa Sede
¿Reciben salario los papas?
En palabras de Francisco:
“Yo no tengo sueldo. Cuando necesito dinero, lo pido a la Santa Sede.”
No existe nómina oficial: su “remuneración” es simbólica y orientada a cubrir gastos personales.
Remuneraciones del clero y recortes recientes
Medios italianos estiman que:
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Cardenales: €4.500–€5.000/mes.
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Arzobispos (jefes de dicasterio): €3.000–€4.000/mes.
En 2021, Francisco ordenó recortes del 10 % a cardenales, 8 % a jefes de dicasterios y 3 % al resto, para afrontar el déficit provocado por la pandemia.
Presupuesto y fuentes de ingreso del Vaticano
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Óbolo de San Pedro (donaciones de fieles).
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Museos Vaticanos (más de €300 M anuales).
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Inversiones financieras y bienes inmobiliarios.
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Contribuciones de los Estados católicos.
Austeridad y estilo de vida: de Pío IX a Francisco
Mientras Pío IX (1846–1878) y sus sucesores vivían con gran pompa en el palacio, el Concilio Vaticano II (1962–1965) marcó un giro hacia la modestia. Juan Pablo I y Juan Pablo II moderaron el lujo; Francisco lo llevó al extremo:
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Sin vehículo papal blindado: usa un Ford Focus modificado.
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Sin trono ostentoso: se sienta en una simple silla durante audiencias.
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Habitaciones modestas y sin mobiliario excesivo.
El próximo papa: ¿palacio o residencia modesta?
El nuevo pontífice heredará la opción de:
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Palacio Apostólico: símbolo de continuidad y tradición.
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Santa Marta u otra residencia modesta: signo de cercanía y humildad.
Asimismo, decidirá la política salarial y el grado de austeridad económica de su pontificado.
Conclusión: tradición, reforma y futuro
La forma de vivir de los papas refleja la tensión entre la grandeza milenaria de la Iglesia y la llamada contemporánea a la humildad y la cercanía con los fieles. Las residencias —desde el suntuoso Palacio Apostólico hasta la austera Santa Marta— son mucho más que alojamientos: son declaraciones de estilo de liderazgo. En materia económica, la renuncia al salario papal y los recientes recortes subrayan la urgencia de transparencia y responsabilidad financiera de la Santa Sede.
Con la elección de un nuevo papa, el mundo observará no solo sus decisiones doctrinales, sino también dónde elige vivir y cómo administra los recursos de la Iglesia. Esas elecciones marcarán el tono de su pontificado y enviarán un mensaje poderoso sobre los valores de la institución. Al final, la verdadera residencia de un papa no es un edificio, sino el corazón de la comunidad universal a la que sirve.