Introducción
El concepto de bardo ocupa un lugar central en ciertas escuelas del budismo, especialmente en el budismo tibetano. Este término hace referencia a estados intermedios de existencia, particularmente aquellos que ocurren entre la muerte y el renacimiento. Lejos de ser simples mitos o creencias religiosas, los bardos ofrecen una poderosa metáfora y guía práctica sobre cómo enfrentar la vida, la muerte y la transformación personal.
En este artículo exploraremos qué son los bardos según el budismo, su clasificación, su importancia espiritual y qué enseñanzas nos dejan para nuestra vida diaria. Si te interesa el budismo tibetano, el Libro Tibetano de los Muertos o la espiritualidad oriental, este contenido será de gran valor.
¿Qué son los bardos en el budismo?
La palabra bardo proviene del tibetano «bar do», que significa literalmente «estado intermedio». Según la tradición budista tibetana, existen varios bardos que representan distintas fases de la experiencia consciente. Estos estados no sólo se limitan al momento de la muerte, sino que también abarcan la vida misma y los procesos de meditación y sueño.
En el contexto más conocido, los bardos son etapas transitorias que ocurren entre la muerte y el renacimiento. Durante estos periodos, la conciencia se libera de su forma física y atraviesa distintas experiencias que determinan su próxima encarnación.
Los seis bardos del budismo tibetano
La escuela Nyingma del budismo tibetano identifica seis bardos, que cubren toda la gama de la experiencia humana y espiritual:
1. Bardo de la vida (Kyenay bardo)
Este es el estado que experimentamos durante la vida cotidiana, desde el nacimiento hasta la muerte. Aunque no se considera un estado «intermedio» en el sentido literal, sí se ve como una etapa transitoria hacia el despertar o la ignorancia, dependiendo de cómo se viva.
2. Bardo del sueño (Milam bardo)
Este bardo ocurre cuando dormimos. En él, la conciencia experimenta un estado no físico, lo cual es análogo al proceso de la muerte. A través de prácticas como el yoga del sueño, los practicantes pueden desarrollar lucidez y preparación para los bardos posteriores.
3. Bardo de la meditación (Samten bardo)
Este bardo se manifiesta durante la meditación profunda. En él, la mente puede acercarse a la naturaleza última de la realidad. Es una oportunidad para entrenar la conciencia a reconocer su verdadera esencia, preparándose así para los momentos de transición como la muerte.
4. Bardo del momento de la muerte (Chikhai bardo)
En este bardo, la conciencia se enfrenta con la disolución de los elementos físicos y mentales. El practicante entrenado puede reconocer la luz clara o rigpa, la naturaleza luminosa de la mente. Si se logra, puede alcanzarse la liberación sin necesidad de renacimiento.
5. Bardo de la realidad (Chönyi bardo)
Después de la muerte física, la conciencia entra en este bardo y experimenta visiones intensas de luces, deidades y sonidos. Estas manifestaciones son proyecciones de la mente. Reconocerlas como tales puede llevar a la iluminación, mientras que reaccionar con miedo puede provocar el renacimiento en un nuevo ciclo de samsara.
6. Bardo del renacimiento (Sidpai bardo)
Este es el último bardo, donde la conciencia se mueve hacia una nueva existencia. Las acciones kármicas y las emociones no resueltas determinan el tipo de renacimiento que se experimentará. Aquí también hay una oportunidad para influir en el destino mediante la consciencia y la práctica espiritual.
El Libro Tibetano de los Muertos: guía para los bardos
El Bardo Thödol, conocido en Occidente como el Libro Tibetano de los Muertos, es una guía espiritual leída tradicionalmente a quienes están muriendo o han muerto recientemente. Su objetivo es ayudar a la conciencia a navegar los bardos, reconocer las visiones como creaciones mentales y alcanzar la liberación espiritual.
Este texto no es un «libro de rituales» en el sentido tradicional, sino un manual práctico que ofrece instrucciones detalladas para lograr el despertar incluso después de la muerte.
Enseñanzas prácticas de los bardos
Aunque los bardos pueden parecer temas esotéricos o específicos de una tradición lejana, en realidad ofrecen enseñanzas prácticas para nuestra vida diaria:
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Impermanencia: Todo está en constante cambio. Los bardos nos recuerdan que nada es permanente y que cada momento es una oportunidad de transformación.
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Presencia consciente: Vivir con atención plena durante el «bardo de la vida» prepara a la mente para responder sabiamente en otros estados de transición.
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Aceptación de la muerte: Conocer los bardos ayuda a ver la muerte no como un final, sino como una fase más de un proceso continuo.
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Transformación del miedo: Comprender que las visiones del bardo son proyecciones mentales permite transformar el miedo en sabiduría.
Bardos y psicología moderna
Algunos psicólogos y estudiosos occidentales han comparado los bardos con experiencias cercanas a la muerte, sueños lúcidos y estados alterados de conciencia. Desde esta perspectiva, los bardos también pueden interpretarse como metáforas para crisis vitales, duelos emocionales o cambios profundos de identidad.
En este sentido, los bardos no sólo hablan del «más allá», sino de cómo vivimos las transiciones en el «más acá».
Conclusión
Los bardos en el budismo tibetano nos ofrecen una visión profunda y transformadora sobre la vida, la muerte y la conciencia. Lejos de ser simples creencias religiosas, son mapas internos para navegar los cambios inevitables de la existencia. Ya sea que seamos practicantes del budismo o simplemente busquemos herramientas para vivir con mayor claridad y propósito, los bardos tienen mucho que enseñarnos.
Recordar que estamos en un estado transitorio nos invita a vivir con mayor presencia, a enfrentar el miedo con compasión y a prepararnos, no para morir, sino para despertar en cada momento.