El universo es un lugar vasto y misterioso, repleto de objetos que desafían nuestra comprensión. Entre ellos, los agujeros negros ultramasivos se destacan por su tamaño y poder inimaginables. Dentro de esta categoría extrema, uno de los astros más impresionantes jamás descubiertos es TON 618, un agujero negro ultramasivo localizado a más de 10 400 millones de años luz de distancia en la dirección del polo sur galáctico. Con una masa superior a los 50 mil millones de soles, TON 618 ha capturado la atención de astrónomos de todo el mundo y nos ofrece una ventana a los límites más extremos del cosmos.
Un Gigante Inimaginable
Los agujeros negros ultramasivos, como TON 618, pertenecen a una categoría de astros tan desmesurados que su mera existencia es difícil de concebir. A diferencia de los agujeros negros estelares, que resultan de la muerte de estrellas masivas y tienen masas de decenas de veces la del Sol, los agujeros negros ultramasivos superan los 10 mil millones de masas solares. Sin embargo, TON 618 va más allá, con una masa que se estima en 66 mil millones de veces la del Sol, según algunos estudios, lo que lo convierte en el agujero negro más masivo jamás registrado.
Para poner esto en perspectiva, el agujero negro en el centro de nuestra galaxia, conocido como Sagitario A*, tiene una masa de aproximadamente 4 millones de masas solares, lo que lo convierte en un pequeño punto en comparación con TON 618.
Las Dimensiones de un Coloso
Las dimensiones de un agujero negro están íntimamente ligadas a su masa, ya que el radio de su horizonte de sucesos —la frontera a partir de la cual ni siquiera la luz puede escapar— aumenta a medida que lo hace su masa. Para un agujero negro ultramasivo como TON 618, este horizonte de sucesos tiene un radio de aproximadamente 2 600 unidades astronómicas (UA), lo que equivale a 390 mil millones de kilómetros. En términos más comprensibles, esto significa que el diámetro de TON 618 es 1,3 veces la distancia entre el Sol y Sedna, uno de los objetos más distantes conocidos del sistema solar.
A pesar de su tamaño colosal, la densidad de TON 618 es sorprendentemente baja. Con un valor de 0,004 kg/m³, es unas 300 veces menos denso que el aire que respiramos en la Tierra. Esto se debe a que, aunque su masa es enorme, está distribuida en un volumen increíblemente vasto. A modo de comparación, el agujero negro M87, el primero en ser fotografiado en 2019, tiene una densidad de 0,43 kg/m³, aproximadamente la mitad que el gas amoniaco.
Descubrimiento y Observación
La historia de TON 618 comienza en 1957, cuando fue observado por primera vez en un estudio realizado en el Observatorio Tonantzintla en México. Inicialmente se catalogó como una estrella azul débil, y no fue hasta la década de 1970 que se identificó como un cúasar, una clase de galaxias con núcleos extremadamente brillantes, alimentados por agujeros negros supermasivos. TON 618 es, de hecho, uno de los cúasares más brillantes conocidos, emitiendo una cantidad de energía equivalente a 140 billones de soles.
Este tipo de objetos, denominados cúasares radio-potentes, emiten enormes cantidades de energía debido a la intensa actividad en su disco de acreción, una estructura de gas y polvo que rodea al agujero negro y es arrastrada hacia su interior a velocidades increíbles. Las observaciones de TON 618 muestran que el gas en su disco de acreción se mueve a velocidades de hasta 10 500 kilómetros por segundo, lo que indica la presencia de una intensa fuerza gravitatoria.
No tan Peligrosos como Parecen
A pesar de su inmenso tamaño y la increíble cantidad de energía que emiten, los agujeros negros ultramasivos como TON 618 no son tan peligrosos como podríamos imaginar cerca de su horizonte de sucesos. Esto se debe a que sus fuerzas de marea, que son las diferencias en la atracción gravitacional experimentada por objetos cercanos, son relativamente débiles en comparación con las de agujeros negros más pequeños.
Por ejemplo, si un astronauta se encontrara de pie justo sobre el horizonte de sucesos de TON 618, experimentaría una gravedad superficial de 250 m/s², mucho más alta que los 9,8 m/s² de la Tierra. Sin embargo, las fuerzas de marea serían tan pequeñas que no sufriría daño, ya que la diferencia entre la gravedad en sus pies y su cabeza sería prácticamente insignificante.
En cambio, en un agujero negro estelar como el GAIA BH3, cuya masa es mucho menor, las fuerzas de marea serían devastadoras. Un astronauta sería sometido a una aceleración gravitatoria de 17 millones de metros por segundo en sus pies, lo que lo estiraría y despedazaría antes de acercarse al horizonte de sucesos, en un proceso conocido como espaguetificación.
Un Universo de Misterios
El descubrimiento de TON 618 ha abierto la puerta a muchas preguntas sobre la naturaleza y los límites de los agujeros negros ultramasivos. Si bien algunos estudios sugieren que podría existir un límite superior a sus masas, otros investigadores especulan sobre la posible existencia de una nueva categoría de agujeros negros aún más grandes, conocidos como extraordinariamente masivos, que podrían superar los 100 mil millones de masas solares.
La posibilidad de descubrir un agujero negro aún más masivo que TON 618 no está fuera de discusión. En la actualidad, los astrónomos continúan buscando y observando cúasares y galaxias lejanas, con la esperanza de encontrar objetos que desafíen aún más nuestra comprensión del universo.
TON 618 es uno de los objetos más fascinantes y enigmáticos del cosmos. Con su masa descomunal, su baja densidad y su brillante emisión de energía, este agujero negro ultramasivo nos ofrece una visión de las fuerzas más extremas del universo. A medida que la tecnología astronómica avanza, es probable que sigamos descubriendo nuevos y sorprendentes fenómenos cósmicos, pero TON 618 siempre será recordado como uno de los mayores colosos conocidos.