El archipiélago de las Galápagos, un tesoro de biodiversidad en el océano Pacífico, ha sido testigo de un evento histórico: el redescubrimiento del pachay de Galápagos (Laterallus spilonota), un ave terrestre endémica que se creía extinta en la isla Floreana desde hace casi dos siglos. Este hallazgo, anunciado por la Fundación Charles Darwin (FCD) en febrero de 2025, marca un hito en los esfuerzos de conservación y restauración ecológica en la región.
En este artículo, exploramos la importancia de este descubrimiento, las características del pachay de Galápagos, los esfuerzos de erradicación de especies invasoras que lo hicieron posible y las implicaciones para el futuro de la biodiversidad en las Galápagos. Además, analizamos cómo este evento refuerza la relevancia de los proyectos de restauración ecológica y el impacto de la colaboración entre instituciones científicas y comunidades locales.
Un Hallazgo Histórico en Floreana
La isla Floreana, una de las más meridionales del archipiélago de Galápagos, ha sido durante siglos un laboratorio natural para científicos y conservacionistas. Fue aquí donde Charles Darwin, durante su expedición en 1835, documentó por primera vez al pachay de Galápagos. Desde entonces, no se había registrado oficialmente la presencia de esta especie en la isla, lo que llevó a considerarla extinta localmente.
El redescubrimiento ocurrió durante una expedición anual de monitoreo de aves terrestres en 2025, cuando investigadores de la Fundación Charles Darwin y guardaparques del Parque Nacional Galápagos detectaron al pachay en tres sitios distintos dentro de la zona de transición de Floreana. Los registros incluyeron seis grabaciones acústicas, dos avistamientos visuales y una fotografía, confirmando la presencia de esta esquiva ave tras 190 años de ausencia en los registros oficiales.
Este evento no solo resalta la resiliencia de las especies nativas, sino también el éxito de las iniciativas de conservación que han transformado el ecosistema de Floreana en los últimos años.
¿Qué es el Pachay de Galápagos?
El pachay de Galápagos es un ave pequeña, con un peso de entre 35 y 45 gramos, conocida por su naturaleza reservada y su habilidad para esconderse en vegetación densa. Su plumaje es predominantemente gris oscuro, con un dorso marrón, ojos rojos brillantes y finas motas blancas en la parte trasera del cuerpo. Los juveniles, por su parte, son mayormente grises y carecen de estas motas distintivas.
Clasificada como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie endémica se encuentra actualmente en las islas Fernandina, Isabela, Pinta, Pinzón, Santa Cruz y Santiago. Su hábitat preferido incluye pastizales altos, matorrales densos y, en el pasado, zonas costeras de manglares. Además, el pachay emite una variedad de vocalizaciones, como chasquidos, chirridos y traqueteos prolongados, que facilitan su detección durante los monitoreos.
Su comportamiento esquivo y su limitada capacidad de vuelo han hecho que sea difícil de detectar, lo que podría explicar por qué permaneció oculto en Floreana durante tanto tiempo.
El Proyecto de Restauración de Floreana: Un Esfuerzo Monumental
El redescubrimiento del pachay de Galápagos es un logro directo del Proyecto de Restauración Ecológica de Floreana, una de las iniciativas de conservación más ambiciosas en la historia de las Galápagos. Este proyecto, liderado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos, la Fundación de Conservación Jocotoco y la Fundación Charles Darwin, con el apoyo de organizaciones como Island Conservation, tiene como objetivo restaurar el ecosistema original de la isla mediante la erradicación de especies invasoras y la reintroducción de 12 especies nativas extintas localmente, incluyendo el pachay de Galápagos.
Floreana, históricamente afectada por especies invasoras como gatos ferales, roedores, cerdos, cabras y perros, sufrió una severa degradación de su biodiversidad antes de la creación del Parque Nacional Galápagos en 1959. Estas especies depredaban a las aves nativas, competían por recursos y alteraban los hábitats naturales, llevando a la desaparición local de numerosas especies.
Erradicación de Especies Invasoras: Un Punto de Inflexión
A finales de 2023, se implementó una campaña masiva de dispersión de cebo para eliminar gatos ferales y roedores de Floreana. Esta operación, planificada durante más de una década, fue un éxito, reduciendo significativamente las poblaciones de estas especies invasoras. La ausencia de depredadores creó un entorno más seguro para la fauna nativa, permitiendo la reaparición del pachay de Galápagos.
Víctor Carrión, coordinador de restauración de islas para el Programa Galápagos de la Fundación Jocotoco, destacó que “la eliminación de especies invasoras marca un antes y un después para la biodiversidad de Floreana”. Este impacto, según Carrión, ha proporcionado un ambiente propicio para la supervivencia y el potencial aumento de la población del pachay.
Arturo Izurieta, director del Parque Nacional Galápagos, subrayó la capacidad de recuperación de los ecosistemas: “Este hallazgo demuestra que los ecosistemas pueden recuperarse si se les da la oportunidad. La erradicación de especies invasoras ha permitido que una especie que creíamos extinta localmente vuelva a ser parte del entorno de Floreana.”
¿Recolonización o Supervivencia Silenciosa?
Una de las preguntas que intriga a los científicos es cómo el pachay de Galápagos reapareció en Floreana. Birgit Fessl, investigadora principal del programa de conservación de aves terrestres en la FCD, propone dos hipótesis: la especie pudo haber recolonizado la isla desde otras partes del archipiélago o, más probablemente, nunca estuvo extinta en Floreana, sino que su población era tan reducida que pasó desapercibida.
“Esta última hipótesis es la más plausible, ya que estas aves no son buenas voladoras y su presencia en múltiples sitios sugiere que siempre han estado allí, solo que en números muy reducidos”, explicó Fessl. La limitada capacidad de vuelo del pachay y su preferencia por hábitats densos habrían contribuido a su elusividad durante casi dos siglos.
Para resolver esta incógnita, los científicos planean realizar estudios genéticos que determinen si la población encontrada en Floreana es una remanente histórica o si proviene de un linaje reintroducido. Estos análisis proporcionarán información valiosa sobre la ecología y la dinámica poblacional del pachay, sentando las bases para futuras estrategias de conservación.
La Fundación Charles Darwin: 65 Años de Conservación
La Fundación Charles Darwin, fundada en 1959, ha sido un pilar en la conservación de las Galápagos. Con más de seis décadas de trabajo científico y acción de conservación, la FCD ha liderado proyectos que van desde la protección de tortugas gigantes hasta la restauración de bosques de Scalesia y el control de especies invasoras.
El redescubrimiento del pachay de Galápagos es un testimonio del compromiso de la FCD con la preservación de la biodiversidad. Rakan Zahawi, director ejecutivo de la FCD, expresó su gratitud por el liderazgo del Parque Nacional Galápagos y el apoyo de la comunidad de Floreana, destacando que “la incorporación de la Fundación Charles Darwin en este esfuerzo es clave para fortalecer la base científica del proceso de restauración ecológica de Floreana”.
Desde 2015, la FCD ha monitoreado anualmente los sitios donde se encontró al pachay, lo que hace aún más sorprendente que esta sea la primera vez que se registra la especie en 190 años. Este esfuerzo constante de monitoreo, combinado con la erradicación de especies invasoras, ha sido fundamental para el éxito del proyecto.
El Papel de la Comunidad y los Socios Internacionales
La restauración de Floreana no habría sido posible sin la colaboración de múltiples actores, incluyendo la comunidad local, el Parque Nacional Galápagos, la Fundación de Conservación Jocotoco, Island Conservation y el banco de desarrollo CAF. La comunidad de Floreana ha jugado un papel esencial, participando activamente en la planificación y ejecución del proyecto, lo que asegura que los beneficios de la restauración se extiendan al turismo comunitario y las actividades agrícolas sostenibles.
CAF, por su parte, ha apoyado financieramente el proyecto, promoviendo una segunda fase que busca fortalecer las capacidades para la reintroducción de aves y serpientes extintas localmente. Esta colaboración institucional refleja un modelo de conservación integral que combina ciencia, acción comunitaria y apoyo internacional.
Implicaciones para el Futuro de las Galápagos
El redescubrimiento del pachay de Galápagos no es solo una victoria para Floreana, sino un modelo para la restauración ecológica a nivel global. Las Galápagos, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, enfrentan amenazas crecientes debido al cambio climático, el turismo y las especies invasoras. Sin embargo, proyectos como el de Floreana demuestran que es posible revertir el daño ambiental con un enfoque proactivo.
El objetivo a largo plazo es replicar este modelo en otras islas del archipiélago y establecer una red de ecosistemas resilientes que sirva como ejemplo para la conservación de la biodiversidad en todo el mundo. La reintroducción de especies como la tortuga gigante, el cucuve de Floreana y el pájaro brujo, junto con la restauración de hábitats críticos, son pasos clave hacia este objetivo.
Además, el éxito de Floreana refuerza la importancia de la ciencia ciudadana y la educación ambiental. Al involucrar a las comunidades locales y fomentar la sostenibilidad, se garantiza que los esfuerzos de conservación sean duraderos y tengan un impacto positivo en la calidad de vida de los habitantes de las Galápagos.
Una Esperanza para la Biodiversidad
El redescubrimiento del pachay de Galápagos en Floreana es más que un hallazgo científico; es un símbolo de esperanza para la conservación de la biodiversidad. Este pequeño ave, escondida durante casi dos siglos, nos recuerda la resiliencia de la naturaleza y el poder de la colaboración humana para protegerla.
A medida que los científicos continúan estudiando esta población y avanzan en la restauración de Floreana, el mundo observa con atención. Las Galápagos, cuna de la teoría de la evolución de Darwin, siguen siendo un faro de innovación en la conservación, demostrando que, con esfuerzo y compromiso, es posible devolverle a la naturaleza lo que una vez se le arrebató.
Si deseas apoyar estos esfuerzos, considera hacer una donación a la Fundación Charles Darwin o participar en sus programas de adopción de especies. Juntos, podemos asegurar que las Galápagos sigan siendo un tesoro natural para las generaciones futuras.