Un pingüino pequeño que caminaba, nadaba y se zambullía alrededor de las costas del sur de Nueva Zelanda hace 24 millones de años es «clave» para descifrar cómo los pingüinos modernos obtuvieron sus alas, según un nuevo estudio. Este hallazgo no solo aporta una visión fascinante sobre la evolución de estos animales, sino que también llena un vacío importante en la comprensión científica de la morfología y diversidad ecológica de los pingüinos a lo largo del tiempo.
Descubrimiento del Pakudyptes hakataramea
En la década de 1980, los investigadores desenterraron los fósiles de un pingüino de un pie de altura (0.3 metros) en el sur de Nueva Zelanda. A pesar de ser uno de los pingüinos más pequeños descubiertos, su verdadera relevancia evolutiva ha permanecido enigmática durante décadas. Un equipo de científicos ha reanalizado recientemente estos fósiles y ha determinado que pertenecen a una especie previamente desconocida llamada Pakudyptes hakataramea.
El nombre Pakudyptes combina la palabra maorí «paku», que significa «pequeño», con la palabra griega «dyptes», que significa «buzo». Este nuevo hallazgo ha sido publicado en el Journal of the Royal Society of New Zealand y proporciona información crucial sobre la evolución de las alas de los pingüinos.
Significado Evolutivo
El Pakudyptes hakataramea es una especie fundamental para comprender la evolución de las alas de los pingüinos. Sus articulaciones del hombro son muy similares a las de los pingüinos actuales, mientras que sus articulaciones del codo se asemejan a las de los pingüinos extintos. Esta combinación única nunca antes encontrada en fósiles de pingüinos es crucial para desentrañar cómo las alas de los pingüinos adquirieron su forma y función modernas.
Según el Dr. Tatsuro Ando, autor principal del estudio y curador en el Museo de Paleontología de Ashoro en Japón, el Pakudyptes es el primer fósil de pingüino con esta combinación de características, lo que lo convierte en el «fósil clave» para desbloquear la evolución de las alas de los pingüinos.
Comparación con los Pingüinos Modernos
Con una altura de entre 30 y 35 centímetros, el P. hakataramea era aproximadamente del mismo tamaño que los pingüinos más pequeños que existen hoy en día, como los pequeños pingüinos azules (Eudyptula minor) y los pequeños pingüinos de Wilson (Eudyptula wilsonae). Los fósiles consisten en tres huesos recolectados en la Cantera de Hakataramea en South Canterbury en 1987.
El equipo utilizó escáneres de tomografía computarizada (CT) para crear una imagen virtual en 3D de los restos y luego los comparó con los de los pingüinos vivos, lo que permitió a los investigadores colocar finalmente esta nueva especie en el árbol de la vida.
Adaptaciones para el Buceo
El P. hakataramea tenía huesos densos similares a los de los pingüinos modernos, adecuados para nadar y bucear. La cavidad medular de los huesos también era similar a la de los pequeños pingüinos azules, que típicamente pasan tiempo en aguas poco profundas, lo que sugiere que este pingüino también podría haber hecho lo mismo.
La capacidad del Pakudyptes para bucear y nadar se debe a la combinación distintiva de sus huesos. Los huesos, como el húmero y el cúbito, muestran áreas de unión de músculos y ligamentos que revelan cómo se usaban las alas para nadar y maniobrar bajo el agua.
Diversificación y Evolución Rápida
La mayoría de los fósiles de pingüinos son de gran tamaño, alrededor de 1 metro de altura. Por lo tanto, este pequeño pingüino también ayuda a los investigadores a aprender más sobre cómo los pingüinos se diversificaron desde el final del Eoceno tardío (hace 33.9 millones de años) hasta el principio del Mioceno (hace 23.03 millones de años).
La Dra. Carolina Loch, coautora del estudio y profesora titular en el Departamento de Ciencias Orales de la Universidad de Otago, menciona que los pingüinos evolucionaron rápidamente desde el Oligoceno tardío hasta el Mioceno temprano, y el Pakudyptes es un fósil importante de este período. Su pequeño tamaño y combinación única de huesos pueden haber contribuido a la diversidad ecológica de los pingüinos modernos.
Implicaciones del Estudio
Publicado en el Journal of the Royal Society of New Zealand, el estudio describe cómo los pequeños huesos fósiles recolectados en 1987 han jugado un papel crucial en la historia evolutiva de los pingüinos. La aparición de pingüinos tan pequeños y la evolución de alas modernas puede haber llevado a la diversidad ecológica de los pingüinos actuales, confirmando la importancia de Nueva Zelanda en la evolución de estos animales.
El descubrimiento del Pakudyptes hakataramea no solo proporciona una nueva especie de pingüino a la paleontología, sino que también llena un vacío importante en la comprensión de la evolución de las alas de los pingüinos. Este pequeño pingüino del Oligoceno tardío representa una pieza clave en el rompecabezas evolutivo de los pingüinos, ayudando a los científicos a desentrañar cómo estas aves marinas han evolucionado y diversificado a lo largo de millones de años.