Durante décadas, los científicos se han preguntado cómo las iguanas llegaron a Fiyi, un remoto archipiélago en el océano Pacífico Sur, situado a miles de kilómetros de sus parientes más cercanos en América. Una reciente investigación genética revela que estos reptiles emprendieron un épico viaje oceánico sobre balsas naturales formadas por vegetación flotante, convirtiéndose en protagonistas de uno de los desplazamientos evolutivos más extraordinarios jamás registrados.
Un misterio biogeográfico de décadas
Las iguanas modernas habitan principalmente en América, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. Sin embargo, su presencia en Fiyi, a 8.000 kilómetros de distancia, ha desconcertado a científicos durante años. Inicialmente, las teorías sugerían rutas terrestres a través de Asia o Australia, pero nuevos estudios refutan esta hipótesis y proponen una travesía directa por el Pacífico desde América del Norte.
El récord evolutivo de las iguanas
De acuerdo con un estudio publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los ancestros de las actuales iguanas de Fiyi realizaron este impresionante viaje hace aproximadamente 31 millones de años. Kevin de Queiroz, biólogo evolutivo del Smithsonian National Museum of Natural History, destaca que esta travesía marca un récord evolutivo, pues ningún otro vertebrado terrestre conocido ha atravesado una distancia similar por mar abierto.
Evidencias genéticas que desvelan el origen
Para entender cómo llegaron las iguanas a Fiyi, los investigadores analizaron el ADN de 14 especies distribuidas por América, el Caribe y Fiyi. Los resultados genéticos fueron contundentes: las iguanas fiyianas comparten una estrecha relación con las iguanas del desierto (género Dipsosaurus), originarias del suroeste de Estados Unidos y del noroeste de México. Esto evidencia claramente que el punto de partida de estas iguanas fue América del Norte.
¿Cómo lograron sobrevivir a la travesía?
La travesía oceánica desde América del Norte hasta Fiyi parece increíble para un reptil terrestre. Sin embargo, las iguanas poseen adaptaciones biológicas que las hacen idóneas para sobrevivir a condiciones extremas. Según Simon Scarpetta, investigador principal y profesor adjunto de la Universidad de San Francisco, las iguanas del desierto pueden resistir períodos prolongados de inanición y deshidratación, facilitando así su supervivencia durante meses a la deriva en mar abierto.
El estudio calculó que la travesía pudo durar entre dos y cuatro meses. Durante este tiempo, la vegetación flotante, principalmente árboles arrancados de raíz por tormentas y corrientes marinas, habría servido tanto de balsa como de fuente de alimento. Jimmy McGuire, coautor del estudio, señala que, debido a que las iguanas son ectotérmicas (de sangre fría), su metabolismo eficiente requiere mucho menos alimento y energía, aumentando sus probabilidades de sobrevivir.
Rafting natural: un fenómeno poco común pero vital
El rafting o dispersión por balsas naturales es un fenómeno biológico conocido, aunque poco común. Eventos similares se han documentado previamente, por ejemplo, con iguanas verdes desplazadas por huracanes en el Caribe. En 1995, varias iguanas verdes arribaron a Anguila desde Guadalupe tras recorrer unos 322 kilómetros sobre vegetación flotante.
Este tipo de desplazamientos demuestra que fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes e inundaciones, pueden tener un papel crucial en la dispersión de especies, llevándolas a colonizar zonas previamente inaccesibles.
¿Por qué es importante conocer esta historia?
Más allá del interés evolutivo, comprender cómo llegaron las iguanas a Fiyi es crucial para su conservación. Actualmente, muchas especies fiyianas están en peligro de extinción debido a la pérdida de hábitat y la invasión de especies extranjeras como la iguana verde.
Robert Fisher, científico del United States Geological Survey, enfatiza la importancia de estas investigaciones para implementar estrategias efectivas de conservación, capaces de proteger a estas especies únicas frente a futuras amenazas.
Nuevas perspectivas sobre la dispersión animal
Este descubrimiento no solo resuelve un misterio biogeográfico, sino que también proporciona nuevos conocimientos sobre cómo otras especies pudieron colonizar lugares remotos alrededor del mundo. Shane Campbell-Staton, experto de la Universidad de Princeton, destacó que este estudio aporta claridad sobre cómo la dispersión acuática ha influido profundamente en la biodiversidad global.
El viaje de las iguanas a Fiyi ofrece un ejemplo tangible y fascinante de adaptación evolutiva y resiliencia animal. Su travesía a través del Pacífico abre nuevas vías para entender la distribución de especies a escala global, demostrando que, a pesar de las distancias y dificultades, la vida siempre encuentra formas extraordinarias de prevalecer.