En el corazón de la selva amazónica colombiana, entre los ríos Caquetá y Putumayo, se ha establecido un territorio pionero de más de un millón de hectáreas destinado a proteger a los pueblos indígenas Yuri-Passé, quienes viven en aislamiento voluntario. Esta iniciativa marca un hito en la conservación de la biodiversidad y los derechos humanos en Colombia, siendo el primer área del país diseñada específicamente para resguardar a comunidades no contactadas. En este artículo, exploraremos los detalles de esta histórica decisión, sus implicaciones para los indígenas y los ecosistemas, y los desafíos que enfrenta su implementación.
Un Territorio para los Yuri-Passé: Un Hito en la Conservación
El territorio, que abarca 1.092.849 hectáreas en el departamento del Amazonas, fue creado con el objetivo de proteger a los Yuri-Passé, un pueblo indígena que ha elegido vivir sin contacto con el mundo exterior. Esta área protegida, que se superpone parcialmente con el Parque Nacional Natural Río Puré, incluye una zona de amortiguamiento para minimizar las perturbaciones humanas y garantizar la autonomía de estas comunidades.
La creación de este territorio es el resultado de años de esfuerzos conjuntos entre organizaciones como Amazon Conservation Team, comunidades indígenas vecinas, y el gobierno colombiano. En 2024, la Resolución 244 del Ministerio del Interior confirmó oficialmente la existencia de los Yuri-Passé y estableció su territorialidad, cumpliendo con las tres etapas necesarias para su reconocimiento formal.
¿Quiénes son los Yuri-Passé?
Los Yuri-Passé son dos pueblos indígenas que han habitado los bosques amazónicos entre los ríos Caquetá y Putumayo desde tiempos ancestrales. Su existencia fue documentada por primera vez en 1969, cuando un comerciante de pieles intentó contactarlos, resultando en un trágico desenlace que incluyó una masacre y el secuestro de una familia indígena. Desde entonces, las comunidades vecinas, como los Tikuna y los Murui-Muina, han protegido su aislamiento, respetando su decisión de mantenerse apartados.
Estos pueblos viven en malocas (viviendas tradicionales) rodeadas de selva virgen, dependiendo de los recursos naturales para su subsistencia. Su estilo de vida en armonía con la naturaleza los convierte en guardianes clave de la biodiversidad amazónica.
La Importancia de Proteger a los Pueblos en Aislamiento
Proteger a los pueblos indígenas en aislamiento, como los Yuri-Passé, no solo es una cuestión de derechos humanos, sino también un imperativo ecológico. Estas comunidades son consideradas por expertos, como los de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), como los mejores protectores de la selva y su biodiversidad.
Derechos Humanos y Autonomía
La creación del territorio para los Yuri-Passé refuerza el compromiso de Colombia con la protección de los derechos de los pueblos indígenas, especialmente su derecho a la autodeterminación. La resolución prohíbe cualquier forma de contacto forzado y actividades económicas, como la minería o la explotación maderera, que puedan amenazar su supervivencia.
“Con esta resolución, Colombia da un paso clave hacia la protección de los derechos y el territorio de los grupos indígenas en aislamiento, reafirmando su compromiso con su autonomía y supervivencia”, afirmó Amazon Conservation Team.
Conservación de Ecosistemas Vitales
El territorio protegido abarca ecosistemas de bosques húmedos tropicales, bosques inundables, y una red de ríos y lagos que son esenciales para la fauna y flora de la región. El Parque Nacional Río Puré, que forma parte de esta área, alberga 1.583 especies de plantas vasculares, 275 especies de aves, y especies amenazadas como la tortuga charapa (Podocnemis expansa) y el caimán negro (Melanosuchus niger).
La protección de este territorio no solo beneficia a los Yuri-Passé, sino que también asegura la conservación de un reservorio de agua dulce y un corredor ecológico crucial en la Amazonía, que conecta Colombia con Brasil y Perú.
Amenazas a los Yuri-Passé y su Territorio
A pesar de los esfuerzos de conservación, los Yuri-Passé y su territorio enfrentan múltiples amenazas que requieren atención urgente. Estas incluyen la minería ilegal, la deforestación, el narcotráfico, y los intentos de contacto forzado por parte de actores externos.
Minería Ilegal y Contaminación por Mercurio
La minería ilegal, especialmente la extracción de oro, es una de las mayores amenazas para los Yuri-Passé. Según un estudio de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) de 2023, más de 1.000 personas están involucradas en actividades mineras ilegales en el río Puré. Estas operaciones utilizan mercurio, un metal tóxico que contamina ríos y peces, afectando la salud de las comunidades indígenas y la fauna.
En 2018, un informe de Parques Nacionales Naturales y el Ministerio de Salud reveló que los habitantes de la cuenca media del río Caquetá, que desemboca en el Puré, tenían hasta 100 microgramos de mercurio por litro de sangre, más de seis veces el límite seguro establecido por el Instituto Nacional de Salud.
Deforestación y Explotación Maderera
La deforestación, impulsada por la tala ilegal y la expansión de la frontera agrícola, amenaza los bosques que sirven de refugio a los Yuri-Passé. En el departamento de Caquetá, uno de los más deforestados de Colombia en 2018, la transformación de selvas en pastizales y áreas agroindustriales pone en riesgo la integridad de los ecosistemas amazónicos.
Además, algunos madereros utilizan permisos legales para ingresar a zonas restringidas, lo que aumenta la presión sobre los territorios indígenas.
Narcotráfico y Grupos Armados
La presencia de grupos armados ilegales, como las disidencias de las FARC y bandas criminales, complica la protección del territorio. Estas organizaciones utilizan los corredores amazónicos para el tráfico de cocaína, afectando a las comunidades indígenas y generando desplazamientos forzados.
En 2022, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) reportó que la Amazonía fue una de las regiones afectadas por la violencia contra los indígenas, con 650 casos de confinamiento y 375 desplazamientos.
Intentos de Contacto Forzado
Históricamente, los intentos de contacto forzado han tenido consecuencias devastadoras para los pueblos en aislamiento. El caso del pueblo Nükak, forzado al contacto en la década de 1980 por misioneros y colonos, resultó en despojo, enfermedades, y marginalización.
Entre 2015 y 2016, las autoridades indígenas Tikuna de Tarapacá, junto con Parques Nacionales y el Ministerio del Interior, lograron evitar que misioneros evangélicos baptistas de Estados Unidos contactaran a los Yuri-Passé en el río Putumayo.
Esfuerzos de las Comunidades Indígenas Vecinas
Las comunidades indígenas en contacto, como las del Resguardo Curare Los Ingleses y la Comunidad de Manacaro, han jugado un papel crucial en la protección de los Yuri-Passé. Desde 2012, estas comunidades han implementado estrategias de vigilancia, educación propia, y manejo sostenible de recursos naturales para prevenir la entrada de actores externos.
En 2013, el Resguardo Curare Los Ingleses instaló una cabaña de vigilancia en Puerto Caimán, en el Bajo Río Caquetá, para controlar el acceso a la zona intangible donde habitan los Yuri-Passé. Estas acciones no solo protegen a los pueblos en aislamiento, sino que también fortalecen la gobernanza indígena en la región.
El Papel del Parque Nacional Río Puré
El Parque Nacional Natural Río Puré, creado en 2002, fue el primer paso del gobierno colombiano para proteger a los Yuri-Passé. Este parque, que abarca 999.880 hectáreas, es único porque no solo conserva la biodiversidad, sino que también protege el subsuelo, una medida clave para evitar la explotación minera.
Sin embargo, el parque enfrenta desafíos significativos. La falta de recursos y personal ha limitado la capacidad de los guardaparques para controlar las actividades ilegales. En 2016, se construyó una cabaña en la frontera con Brasil para detener a los mineros ilegales, pero solo tres funcionarios están asignados a esta tarea, enfrentándose a balsas y dragas que operan en el río Puré.
Medidas Legales y de Conservación
En 2023, la Unidad de Restitución de Tierras (URT) logró que un juzgado de Cundinamarca emitiera una medida cautelar para proteger a los Yuri-Passé de la minería ilegal en el río Puré. Esta fue la primera medida de su tipo en Colombia y representa un avance significativo en la protección de los pueblos en aislamiento.
Además, la Política de Participación Social de Parques Nacionales de 2001 estableció un marco para la conservación de la biodiversidad y la diversidad cultural, sentando las bases para la creación del Parque Nacional Río Puré y el nuevo territorio protegido.
Desafíos para la Implementación
A pesar de los avances, la protección de los Yuri-Passé enfrenta obstáculos importantes. La lentitud en los procesos de confirmación de otros pueblos en aislamiento, de los cuales se tienen indicios de 16 grupos adicionales, es una preocupación para organizaciones como Amazon Conservation Team.
Además, el abandono estatal en la región amazónica, evidenciado por la falta de infraestructura y recursos para los guardaparques, dificulta la vigilancia y el cumplimiento de las medidas de protección.
El Futuro de los Yuri-Passé y la Amazonía
La creación del territorio para los Yuri-Passé es un paso esperanzador, pero su éxito dependerá de una acción coordinada entre el gobierno, las comunidades indígenas, y las organizaciones de conservación. Es crucial que se asignen recursos suficientes para fortalecer la vigilancia, combatir las actividades ilegales, y garantizar que los ecosistemas de la región permanezcan intactos.
Un Llamado a la Acción Global
La protección de los pueblos en aislamiento no es solo una responsabilidad de Colombia, sino un desafío global. La Amazonía es un pulmón del planeta, y los pueblos como los Yuri-Passé son esenciales para su preservación. Organizaciones internacionales, como el WWF y la OHCHR, han destacado la necesidad de apoyar iniciativas que combinen el conocimiento ancestral con estrategias modernas de conservación.
La Voz de las Comunidades
Las comunidades indígenas vecinas han dejado claro que su compromiso con la protección de los Yuri-Passé es inquebrantable. “Debemos apartar un área para ellos, no solo para los Yuri y los Passé, sino para otros pueblos en aislamiento que sabemos que existen”, afirmó un líder indígena de la comunidad Tikuna.
La creación de un territorio único para los Yuri-Passé en la Amazonía colombiana es un logro histórico que combina la protección de los derechos humanos con la conservación de uno de los ecosistemas más importantes del mundo. Sin embargo, las amenazas de la minería ilegal, la deforestación, y el narcotráfico requieren una respuesta urgente y coordinada. Al apoyar a los Yuri-Passé y a las comunidades indígenas que los resguardan, Colombia tiene la oportunidad de liderar el camino hacia un futuro donde la selva y sus habitantes puedan prosperar en armonía.