En apenas dos décadas, el acto de facturar una maleta pasó de ser un servicio incluido en el billete de avión a convertirse en la gallina de los huevos de oro para las aerolíneas. Con la incorporación de gigantes como Air Canada y Southwest Airlines a la lista de compañías que cobran por cada bulto facturado, las llamadas “tarifas basura” han alcanzado cifras récord: nada menos que US $145 000 millones en cargos adicionales a nivel mundial en 2024, el 14 % de los ingresos totales del sector, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
¿Cómo se gestó este auge imparable de los cargos por equipaje? ¿Qué efectos tiene en los viajeros y en el mercado de maletas de mano? ¿Hay fórmulas para evitar el overbooking de tarifas? A continuación, desglosamos historia, datos, testimonios y tendencias para entender el fenómeno de la tarifa por equipaje.
El origen de las “tarifas basura”
Hasta principios de los 2000, facturar la maleta, escoger asiento e incluso la comida en clase turista estaban incluidos en el billete. Pero con la creciente competencia de las aerolíneas low cost (LCC), la presión por reducir costes llevó a Ryanair y EasyJet a desglosar su oferta: el billete “núcleo” + precios adicionales por servicios opcionales. El éxito de ese modelo radicó en que cada pasajero, al comprar billete supuestamente “barato”, acabaría pagando más al añadir servicios imprescindibles: equipaje, embarque prioritario, selección de asiento…
FlyBe: la pionera del cobro por maleta
En 2006 FlyBe, la aerolínea británica regional, fue la primera en implementar un cargo de ₤2 (US $3,68) por maleta facturada reservada anticipadamente y ₤4 (US $7,36) si la pagabas en el aeropuerto. El experimento resultó tan rentable que pronto British Airways y KLM copiaron la estrategia en rutas cortas, y en 2008 American Airlines introdujo el primer “fee” en EE UU: US $15 por la primera maleta.
La reacción de las aerolíneas tradicionales
Jay Sorensen, director de la consultora IdeaWorks, explica que las “legacy carriers” sintieron la presión al ver mermada su cuota de mercado en rutas domésticas. Para mantener rentabilidad, no tuvieron otra opción que replicar la táctica “unbundling” (desagregar servicios). En pocos años, facturar pasó de gratis a costar entre US $25 y US $60 por maleta, dependiendo de la temporada y la flexibilidad del billete.
Cifras escalofriantes: hacia los US $7 270 millones solo en EE UU
Según datos del Departamento de Transporte de EE UU, en 2024 las aerolíneas de ese país recaudaron US $7 270 millones solo por equipaje facturado, frente a US $5 760 millones en 2019, un incremento del 26 % en cinco años. Southwest y Delta son ahora de las más agresivas en tarifas, sumando también cargos por equipaje de mano en algunas tarifas económicas. El alza continuó en 2025, con proyección de superar los US $7 500 millones.
Impacto en el consumidor: testimonio en Toronto
Lauren Alexander, 24 años, volando Boston–Toronto:
“Compras un billete por US $150, te crees que es barato y luego te clavan US $200 por una maleta de 23 kg. Parece una trampa.”
Su amiga Sage Riley, 27 años:
“Al final viajas con mochila ligera. Pero ¿y si necesitas ropa para más días? El coste es ridículo.”
En su caso, el ahorro en billete quedó anulado por fees de equipaje y selección de asiento, un monto que puede alcanzar US $300 por trayecto en aerolíneas como United.
La eclosión del equipaje de mano
Para evitar el cargo de facturación, muchos optan por viajar con maleta de cabina. Según Antler, fabricante británico, las búsquedas en su web de tamaños “aprobados por aerolíneas” crecieron 70 % en 2024. El sector móvil de equipaje de mano proyecta ventas de US $8 000 millones anuales en 2025, un aumento del 25 % respecto a 2022.
TikTok y la nueva fiebre por las maletas medidas
Chelsea Dickenson, creadora de contenido con casi 1 millón de seguidores, confirma:
“Mis vídeos de trucos de maleta se viralizan más que un itinerario de viaje de una semana. El público busca hacks para evitar el medidor de equipaje en la puerta.”
La viralización de consejos y reviews de maletas certificadas para cabina ha impulsado la demanda de productos ultraportátiles y expandibles.
Más allá del equipaje: la economía de los cargos extra
El cobro extra no se limita a maletas. El IATA estima que los “ancillary revenues” –selección de asientos, wifi, comidas, upgrades– generarán US $145 000 millones en 2025, el 14 % del total de ingresos aéreos. Ese pastel incluye:
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US $7 500 M por equipaje facturado
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US $30 000 M por selección de asiento y prioridad de embarque
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US $15 000 M por comidas y bebidas a bordo
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El resto, por wifi, entretenimiento y upgrades
Esa diversificación ha permitido a las compañías aumentar márgenes incluso cuando la tarifa base se estanca.
La presión política y regulatoria
En diciembre de 2024, directivos de aerolíneas estadounidenses comparecieron ante el Comité de Comercio del Senado. Un senador demócrata habló de “tarifas basura” y pidió al Departamento de Transporte multar a quienes no incluyan el equipaje facturado en el precio del billete.
Europa contra las “tarifas basura”
La organización de consumidores BEUC presentó en marzo de 2025 una queja ante la Comisión Europea, citando un fallo del Tribunal de Justicia de 2014 que prohíbe cargos por equipaje de mano que cumpla “requisitos razonables”. Sin embargo, los límites de dimensiones y la interpretación de “razonable” aún generan debate y falta una normativa clara.
Excepciones y modelos alternativos: el caso IndiGo
IndiGo, la mayor aerolínea de la India, ha optado por no cobrar equipaje facturado, argumentando:
“Sin colas en mostradores, embarque ágil y puntualidad garantizada. Nuestra eficiencia es nuestra ventaja competitiva.”
Su modelo ha demostrado que es posible ofrecer “todo incluido” sin renunciar a rentabilidad, gracias a flota estandarizada (Airbus A320neo), alta ocupación y gastos operativos controlados.
El futuro del equipaje: ¿vuelta atrás?
Algunos analistas creen que la saturación de “fees” podría generar una rebelión del mercado. Empresas como JetBlue (con su “Even More Space”) y Qatar (con “Skyflex”) experimentan paquetes todo incluido que evitan sorpresas. Si la demanda de transparencia crece, las aerolíneas podrían reempaquetar servicios.
Conclusión y recomendaciones
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Planifica y compara: revisa tarifas de equipaje antes de comprar billete.
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Opta por equipaje de mano: si tu viaje es corto, invierte en una maleta aprobada para cabina.
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Considera alternativas: aerolíneas sin cargos extras o con paquetes “bundle”.
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Exige transparencia: reclama a asociaciones de consumidores y regula la “zona gris” legal.
El cobro por maleta, nacido en las LCC, se convirtió en el motor de ingresos de las grandes aerolíneas. Comprender su evolución y tomar decisiones informadas te permitirá volar más ligero… y más barato.