Los corridos tumbados han revolucionado la música regional mexicana. Este género, que mezcla sonidos urbanos con la esencia tradicional de los corridos, ha ganado millones de seguidores gracias a artistas como Natanael Cano y Peso Pluma. Sin embargo, sus letras, que a menudo aluden a la violencia y al narcotráfico, han desatado polémica. En Sonora, México, esta controversia tomó un giro oscuro con la aparición de una manta amenazante en Hermosillo. Este incidente expone la peligrosa relación entre la música y el crimen organizado, un tema que sacude al país.
Una Manta que Alarma a Hermosillo
El 5 de enero de 2025, Hermosillo despertó con una noticia inquietante. Una manta con presuntas amenazas de grupos delictivos fue colocada en las rejas de una secundaria. Según el fiscal estatal Gustavo Rómulo Salas, el mensaje iba dirigido a tres cantantes de corridos tumbados. Las autoridades no han revelado sus identidades oficialmente, pero fotos de la manta en redes sociales señalan a Natanael Cano, Tito Torbellino Jr. y Javier Rosas. Este hecho encendió las alarmas en una ciudad ya marcada por la presencia del crimen organizado.
Respuesta de las Autoridades: Medidas de Protección
La Fiscalía de Sonora reaccionó rápidamente. Salas informó que se dictaron medidas de protección para los tres artistas involucrados. “Estaremos pendientes de que se cumplan con el apoyo de las instituciones de Seguridad Pública para evitar agresiones”, afirmó. Sin embargo, el fiscal también fue cauto. Hasta ahora, no hay pruebas que confirmen la autenticidad de las amenazas. “No por ello dejaremos de garantizar la seguridad de los ciudadanos en Hermosillo”, añadió. La incertidumbre persiste, pero las medidas reflejan la gravedad del caso.
Los Rostros de las Amenazas: ¿Quiénes Son los Cantantes?
Las fotografías de la manta apuntan a tres figuras clave del género. Natanael Cano, pionero de los corridos tumbados, es conocido por sus letras provocativas y su estilo innovador. Tito Torbellino Jr., hijo del cantante asesinado Tito Torbellino, lleva el legado familiar en la música. Javier Rosas, por su parte, también ha destacado con canciones que tocan temas controversiales. Estos artistas, junto a grupos locales de Hermosillo, Guaymas, Obregón y Navojoa, fueron señalados en el mensaje, presuntamente por su relación con el crimen organizado.
El Contexto: Sonora y el Crimen Organizado
Sonora no es ajena a la violencia. Municipios como Hermosillo, Guaymas, Obregón y Navojoa son zonas disputadas por bandas delictivas. Esta lucha por el control territorial podría explicar las amenazas. Los corridos tumbados, con sus referencias al narcotráfico, a veces son vistos como una herramienta de propaganda o desafío entre grupos rivales. Aunque no hay evidencia concreta de que los cantantes estén vinculados directamente, su música los pone en una posición vulnerable.
Corridos Tumbados: Un Género Polémico
Los corridos tumbados nacieron de la fusión de la música regional mexicana con ritmos urbanos. Popularizados por Natanael Cano y Peso Pluma, han conquistado a jóvenes en México y más allá. Sin embargo, sus letras son un punto de conflicto. Especialistas consultados por CNN señalan que retratan realidades mexicanas, pero también hacen guiños al crimen organizado. Esta mezcla de arte y controversia ha puesto al género bajo el escrutinio público y, ahora, en la mira de amenazas.
El Debate Académico: ¿Fomentan la Violencia?
Anajilda Mondaca Cota, investigadora de la Universidad Autónoma de Occidente en Sinaloa, ofrece una perspectiva crítica. Para ella, los narcocorridos son señalados como generadores de violencia, un argumento que las autoridades usan para justificar prohibiciones. Sin embargo, Mondaca sostiene que la música es un síntoma, no la causa. “La solución está en el narcotráfico mismo. Los narcocorridos son efectos de este fenómeno”, explica. Este enfoque subraya la complejidad del problema y cuestiona las medidas superficiales.
Prohibiciones en México: Multas y Restricciones
Algunas ciudades han tomado medidas drásticas. En Tijuana, desde noviembre de 2023, está prohibida la reproducción de música que haga apología del delito, con multas de hasta 57,000 dólares. Chihuahua y Sinaloa también han impuesto restricciones, enfocándose en canciones que promuevan la violencia, especialmente contra las mujeres. Incluso Cancún, un destino turístico, vetó los corridos tumbados en mayo de 2023. Estas acciones buscan frenar la exaltación de la violencia, pero su efectividad es debatible.
Casos Anteriores: Artistas en Peligro
No es la primera vez que cantantes de corridos enfrentan amenazas. En octubre de 2023, Fuerza Regida canceló un concierto en Tijuana tras una narcomanta con advertencias de muerte. Semanas antes, Peso Pluma vivió una situación similar. Estos incidentes muestran el riesgo que corren los artistas en un país donde el crimen organizado ejerce influencia. La música, intencional o no, se ha convertido en un campo de batalla simbólico.
La Respuesta del Gobierno: Una Alternativa Cultural
La presidenta Claudia Sheinbaum propone un enfoque diferente. En noviembre de 2024, anunció un concurso de corridos que exalten la cultura mexicana sin glorificar la violencia o la misoginia. “No buscamos prohibir, sino promover otra visión”, aclaró. Esta iniciativa sigue las críticas de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien rechazó las letras que fomentan el estilo de vida de los narcotraficantes. López Obrador incluso creó una playlist en Spotify para destacar canciones con valores positivos.
La Industria Musical en Alerta
El incidente en Hermosillo ha generado preocupación en la comunidad artística. CNN intentó contactar a los publicistas de Natanael Cano, Tito Torbellino Jr. y Javier Rosas, pero no obtuvo respuesta. El silencio de sus equipos refleja la cautela ante un tema tan delicado. Mientras tanto, la industria musical observa cómo este caso podría influir en el futuro de los corridos tumbados y sus intérpretes.
Reflexión Final: Más Allá de la Música
Las amenazas a cantantes de corridos tumbados en Sonora son un reflejo de un problema mayor. La música no crea la violencia, pero sí la amplifica en un contexto donde el narcotráfico sigue arraigado. Prohibir canciones o imponer multas puede ser un parche, pero no ataca la raíz. Como sugiere Mondaca Cota, el foco debe estar en el narcotráfico mismo. Mientras tanto, iniciativas como la de Sheinbaum buscan cambiar la narrativa, aunque el camino hacia la paz sigue siendo incierto.