En un nuevo capítulo de la batalla legal entre Epic Games y los gigantes tecnológicos Google y Samsung, el desarrollador del popular videojuego Fortnite ha presentado una demanda en los tribunales de Estados Unidos. Esta acción legal alega que ambas compañías han coordinado esfuerzos para bloquear la competencia en la distribución de aplicaciones en dispositivos Samsung, lo que representa una violación de las leyes antimonopolio en Estados Unidos. Este caso es el más reciente en una serie de enfrentamientos entre Epic y Google, donde la lucha por el control y la distribución de aplicaciones es el centro del conflicto.
La demanda de Epic Games
Epic Games ha afirmado que la reciente implementación de la función «Auto Blocker» por parte de Samsung fue diseñada en coordinación con Google con el propósito de socavar un fallo judicial que previamente determinó que las prácticas de Google en su tienda de aplicaciones son ilegales. Este veredicto, emitido por un jurado en el caso Epic vs. Google, encontró que las prácticas de la tienda de aplicaciones de Google restringen de manera injusta el comercio y violan las leyes de competencia.
De acuerdo con Epic Games, el «Auto Blocker» de Samsung es una herramienta que impide que los usuarios instalen aplicaciones desde fuentes distintas a la Google Play Store y la Samsung Galaxy Store. Introducida inicialmente como una opción en octubre de 2023, esta función se convirtió en la configuración predeterminada en julio de 2024, obligando a los usuarios a seguir un proceso extremadamente complicado para instalar aplicaciones desde otras tiendas.
¿Qué es el Auto Blocker y por qué es polémico?
El «Auto Blocker» de Samsung se presentó como una medida de seguridad para proteger a los usuarios de posibles aplicaciones maliciosas. Sin embargo, Epic Games sostiene que esta función va más allá de la seguridad, ya que su diseño premeditado crea barreras injustas para que otras tiendas de aplicaciones puedan competir en igualdad de condiciones con Google y Samsung. Para desactivar el Auto Blocker y permitir la instalación de aplicaciones de terceros, los usuarios deben pasar por un proceso de 21 pasos, lo que dificulta enormemente el acceso a otras plataformas.
Según Epic Games, esta medida busca solidificar el monopolio de Google en el mercado de distribución de aplicaciones al evitar que cualquier otra tienda, incluidas la Galaxy Store de Samsung y otras plataformas, pueda competir de manera efectiva.
La relación entre Google y Samsung: Un historial de acuerdos anticompetitivos
La colaboración entre Google y Samsung en el control de la distribución de aplicaciones no es nueva. Como uno de los fabricantes de teléfonos Android más grandes del mundo, Samsung ha sido históricamente una de las pocas compañías con el potencial de competir seriamente con la Google Play Store. Sin embargo, según las alegaciones presentadas por Epic Games, Google ha pagado a Samsung para que no compita de manera efectiva.
Un claro ejemplo de esto es el llamado «Project Banyan», una iniciativa en la que Google propuso pagar a Samsung para que eliminara la Samsung Galaxy Store o, al menos, redujera sus capacidades competitivas. Desde que ambas compañías firmaron un acuerdo de reparto de ingresos en 2020, Samsung ha evitado hacer acuerdos exclusivos con desarrolladores de videojuegos importantes y no ha ofrecido mejores tasas que las impuestas por Google, manteniendo un 30% de comisión por las compras dentro de las aplicaciones. Esto ha impedido que la Galaxy Store pueda competir de manera significativa con la Google Play Store, consolidando el dominio de Google en el mercado de aplicaciones.
Durante el juicio Epic vs. Google, se presentó una gran cantidad de pruebas que demostraron cómo Google ha pagado a fabricantes de equipos originales (OEMs) para que no compitan con su tienda de aplicaciones. Estas pruebas incluyeron acuerdos detallados en los que Google ofrecía compensaciones financieras a Samsung para evitar que otras tiendas de aplicaciones pudieran prosperar en los dispositivos Galaxy.
Las repercusiones para desarrolladores y consumidores
Epic Games ha sido enfático en señalar que las acciones conjuntas de Google y Samsung no solo afectan a los desarrolladores de aplicaciones, sino también a los consumidores. La falta de competencia en el mercado de distribución de aplicaciones impide que los precios bajen y que los usuarios tengan acceso a opciones más variadas. Al limitar las posibilidades de descarga de aplicaciones a dos únicas tiendas —Google Play Store y Samsung Galaxy Store—, se eliminan las alternativas, lo que perjudica tanto a los desarrolladores que buscan expandir su mercado como a los usuarios que quieren más opciones.
Tim Sweeney, CEO de Epic Games, expresó su descontento al respecto: “Google está fingiendo proteger al usuario con el argumento de que no se pueden instalar aplicaciones de fuentes desconocidas. Sin embargo, ellos mismos han distribuido Fortnite en el pasado, lo que demuestra que conocen la legitimidad del juego y de las plataformas alternativas”.
La respuesta de Google y Samsung
Tanto Google como Samsung han rechazado las acusaciones de Epic Games. Samsung, por su parte, ha declarado que las características de seguridad integradas en sus dispositivos están diseñadas en función de principios fundamentales como la seguridad, la privacidad y el control del usuario. La compañía también afirmó que los usuarios tienen la posibilidad de desactivar el Auto Blocker en cualquier momento si así lo desean. En su defensa, Samsung planea «disputar enérgicamente las afirmaciones infundadas de Epic Games».
Google, por su parte, no ha emitido una respuesta oficial inmediata, pero en casos anteriores ha defendido sus políticas como necesarias para garantizar la seguridad y funcionalidad de las aplicaciones en los dispositivos Android.
Lo que Epic Games busca
En su demanda, Epic Games está solicitando al tribunal que prohíba las prácticas anticompetitivas de Google y Samsung y que se elimine el Auto Blocker como configuración predeterminada en los dispositivos Samsung. Epic argumenta que esta herramienta es un ejemplo claro de cómo ambas compañías están violando las leyes de competencia de EE. UU., al limitar injustamente la distribución de aplicaciones fuera de las plataformas oficiales de Google y Samsung.
Epic también ha manifestado su intención de llevar estas preocupaciones a los reguladores en la Unión Europea, una región que ha sido particularmente crítica con las prácticas comerciales de Google en los últimos años. Además, Epic Games ha mencionado que este nuevo caso subraya la necesidad de un entorno competitivo justo que beneficie tanto a los desarrolladores como a los consumidores.
La disputa entre Epic Games, Google y Samsung representa un importante enfrentamiento en la lucha por el control de la distribución de aplicaciones en dispositivos móviles. Las implicaciones de esta demanda van más allá de los intereses de las empresas involucradas, ya que afectan directamente a millones de usuarios y desarrolladores en todo el mundo. A medida que el caso avance en los tribunales, será crucial observar cómo se resuelven las acusaciones de competencia desleal y qué impacto tendrá en el futuro de las tiendas de aplicaciones y la distribución de software móvil.