El sarampión, una enfermedad que se consideraba eliminada en Estados Unidos desde el año 2000, ha resurgido con fuerza en los últimos años debido a la disminución de las tasas de vacunación y el aumento de los viajes internacionales. En 2024 y 2025, los casos han aumentado de manera preocupante, lo que ha generado alertas en el sector de la salud pública. A continuación, analizamos el panorama actual, los factores que han propiciado este resurgimiento y la importancia de la vacunación para contener la propagación de la enfermedad.
El resurgimiento del sarampión en EE.UU.
El año 2024 marcó un aumento significativo en los casos de sarampión en Estados Unidos, con un total de 285 contagios reportados en 33 jurisdicciones. Este repunte superó con creces los 59 casos documentados en 2023. En 2025, la tendencia ha continuado con 93 casos notificados hasta el 20 de febrero, la mayoría de los cuales están vinculados a brotes específicos en distintas regiones del país.
La preocupación de las autoridades sanitarias se ha intensificado debido a la primera muerte por sarampión en EE.UU. desde 2015. La situación ha llevado a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a emitir advertencias sobre la necesidad de mejorar la cobertura de vacunación y monitorear la evolución de los brotes en tiempo real.
El impacto del sarampión en la salud
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se propaga a través del aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, tos, secreción nasal, ojos llorosos y una erupción cutánea roja característica. Sin embargo, las complicaciones pueden ser graves, especialmente en niños pequeños y personas no vacunadas.
Según los CDC:
- 1 de cada 5 personas no vacunadas que contrae sarampión en EE.UU. requerirá hospitalización.
- 1 de cada 20 niños desarrollará neumonía, una de las principales causas de muerte asociadas al sarampión.
- 1 de cada 1.000 niños podrá sufrir encefalitis, una inflamación cerebral potencialmente mortal.
- Hasta 3 de cada 1.000 niños que contraigan la enfermedad podrían fallecer debido a complicaciones respiratorias y neurológicas.
Factores que contribuyen al aumento de casos
Uno de los principales factores que han permitido el resurgimiento del sarampión en EE.UU. es la disminución de las tasas de vacunación. La cobertura de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubeola (MMR) en niños de kindergarten cayó del 95,2% en el año escolar 2019-2020 al 92,7% en 2023-2024. Esto ha dejado a aproximadamente 280.000 niños en riesgo de contraer la enfermedad.
Además, los viajes internacionales han contribuido a la reintroducción del virus en el país. Individuos no vacunados pueden contagiarse en el extranjero y llevar la enfermedad de regreso a EE.UU., donde la falta de inmunización en algunas comunidades facilita la propagación del virus.
Un ejemplo significativo de esto ocurrió en 2019, cuando brotes en comunidades judías ortodoxas con bajas tasas de vacunación en Nueva York pusieron en riesgo el estatus de eliminación del sarampión en el país. Si un brote se prolonga por más de un año, EE.UU. podría perder oficialmente ese estatus, lo que representaría un grave retroceso en la lucha contra esta enfermedad.
Importancia de la vacunación
La vacuna MMR es altamente efectiva para prevenir el sarampión. Se recomienda que los niños reciban dos dosis:
- La primera entre los 12 y 15 meses de edad.
- La segunda entre los 4 y 6 años.
Una dosis de la vacuna tiene una efectividad del 93% para prevenir la infección, mientras que dos dosis aumentan la protección al 97%. Mantener tasas de vacunación superiores al 95% es clave para garantizar la inmunidad colectiva y evitar la propagación de brotes.
En este contexto, los CDC han enfatizado la importancia de que los viajeros verifiquen su estado de vacunación antes de salir del país. La prevención sigue siendo la mejor estrategia para evitar nuevos brotes y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Situación actual y medidas de contención
Hasta febrero de 2025, los estados más afectados por el sarampión incluyen Alaska, California, Georgia, Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo México, Rhode Island y Texas, con un total de 93 casos confirmados. De estos, el 92% está asociado a brotes activos.
Las autoridades sanitarias han implementado medidas de contención que incluyen:
- Campañas de concienciación sobre la importancia de la vacunación.
- Monitoreo constante de los brotes y rastreo de contactos.
- Acceso facilitado a la vacuna MMR en comunidades con bajas tasas de inmunización.
El repunte del sarampión en EE.UU. representa una seria amenaza para la salud pública. La disminución de las tasas de vacunación, sumada al incremento de los viajes internacionales, ha generado las condiciones ideales para que la enfermedad resurja. La solución está en la prevención: mejorar la cobertura de vacunación y concienciar a la población sobre la importancia de la inmunización. Solo así se podrá contener el virus y evitar que el sarampión vuelva a convertirse en un problema de salud a gran escala en el país.