Milei y Sánchez, ataque o defensa
La saga entre Milei y Sánchez ha venido marcada por una secuencia de enfrentamientos que ha puesto en jaque las relaciones diplomáticas entre España y Argentina. La tensión entre estas dos naciones, que históricamente han sido consideradas como hermanas, ha alcanzado su punto máximo con la retirada de la embajadora española en Buenos Aires, un movimiento anunciado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y confirmado de manera definitiva tras las polémicas declaraciones del presidente de la Casa Rosada, Javier Milei, durante su reciente visita al país ibérico.
Este episodio reciente no es más que el último capítulo de una serie de desencuentros y ataques entre las autoridades de ambos países, especialmente entre los presidentes. La relación entre Milei y Sánchez no arrancó con buen pie desde el principio. Cuando Milei ganó las elecciones presidenciales en Argentina el pasado 19 de noviembre, el silencio de Sánchez fue ensordecedor.
Es bien sabido que existe una notable diferencia entre el pensamiento libertario de Javier Milei y las inclinaciones socialistas de Pedro Sánchez, sin embargo, estas diferencias provocaron un cruce de palabras no solo por el presidente Milei, si no también por el equipo de gobierno español, insinuando inclusive que el presidente argentino había consumido alguna sustancia antes de una de sus entrevistas.
A diferencia de otros líderes de izquierda que felicitaron públicamente al nuevo mandatario argentino, como el presidente brasileño o el chileno, el líder español optó por no hacer ningún gesto de reconocimiento hacia su homólogo en la Casa Rosada. Además, Sánchez previamente se había posicionado a favor de Sergio Massa, el principal rival de Milei en las elecciones.
El distanciamiento entre ambos líderes quedó patente incluso en eventos oficiales. Sánchez no asistió a la toma de posesión de Milei, un acto al que sí acudió el rey Felipe VI en representación de España. Este hecho resaltó aún más la división entre los dos países, especialmente cuando se supo que Santiago Abascal, líder de Vox, fue invitado directamente por el presidente argentino, con quien mantiene una relación cercana.
La confrontación entre Milei y Sánchez ha desencadenado una serie de eventos que han llevado a una crisis diplomática entre España y Argentina. Durante su viaje de regreso a Buenos Aires a bordo del avión presidencial, el presidente argentino, Javier Milei, lanzó un bombardeo de más de mil tuits dirigidos a Pedro Sánchez, acusándolo de no pedir disculpas y calificando a la esposa del presidente español, Begoña Gómez, de «corrupta».
El portavoz presidencial de Argentina, Manuel Adorni, dejó en claro que el Gobierno argentino no se disculpará con España, afirmando que Milei no tiene por qué pedir disculpas y que el presidente español debería hacerlo por los supuestos agravios recibidos por parte de su gobierno en los últimos días.
El frenético raid de Milei en Twitter generó una reacción sin precedentes, con más de mil interacciones en apenas unas horas. El presidente argentino republicó mensajes que acusaban a la esposa de Sánchez de corrupción y que denigraban al gobierno español con epítetos como «comunista» y «dictador». Además, compartió imágenes y caricaturas que ridiculizaban a Sánchez y a su esposa, alimentando aún más la tensión entre ambos países.
La crisis diplomática entre Milei y Sánchez estalló el domingo pasado después de las declaraciones del presidente argentino durante un evento de Vox en Madrid, donde insinuó que la esposa de Sánchez era corrupta sin mencionarla directamente. Como respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, anunció la llamada a consultas «sine die» de la embajadora española en Argentina y amenazó con medidas más duras si Milei no se disculpaba.
A pesar de los esfuerzos por mantener un tono diplomático, los desencuentros entre Milei y Sánchez han dejado en evidencia las diferencias ideológicas y estratégicas que existen entre ambos líderes y sus respectivos gobiernos. En medio de esta tensión, queda por ver cómo evolucionarán las relaciones entre España y Argentina en el futuro y si será posible superar este período de crisis diplomática para restaurar la confianza y la cooperación entre ambas naciones.