El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a generar titulares a nivel internacional, esta vez por sus controversiales declaraciones sobre el Canal de Panamá. El magnate republicano, conocido por su estilo desafiante y su enfoque agresivo en la política exterior, ha insinuado que buscará recuperar el control de este importante punto de tránsito interoceánico.
Sus comentarios, que incluyen una imagen manipulada de inteligencia artificial (IA) mostrando una bandera estadounidense en medio del canal, no solo desataron una crisis diplomática con Panamá, sino que también reavivaron tensiones con actores clave como China, quienes tienen intereses estratégicos en la región. Este episodio plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre Estados Unidos y sus aliados y los métodos que Trump podría emplear en su segundo mandato.
El Canal de Panamá: Una Brecha en la Historia
El Canal de Panamá, que conecta el Océano Atlántico con el Pacífico, ha sido una pieza clave en la historia geopolítica y comercial mundial. Su construcción, iniciada por los franceses en la década de 1880 y terminada por Estados Unidos en 1914, estuvo marcada por la intervención estadounidense debido a la importancia estratégica de la vía para el comercio internacional.
Durante décadas, Estados Unidos controló el canal bajo el Tratado Hay-Bunau-Varilla, hasta que en 1977, bajo la administración de Jimmy Carter, se firmó un acuerdo que establecía la transferencia de la soberanía de la vía hacia Panamá. Finalmente, en 1999, el control completo del canal fue entregado a Panamá, un acto simbólico que marcaba la independencia total del país sobre su territorio.
No obstante, Trump ha retomado este tema en su discurso. Durante un evento de Turning Point USA, el presidente electo arremetió contra las tarifas que Panamá cobra a los barcos estadounidenses, calificándolas de “ridículas” e “injustas”. Según Trump, si estas prácticas no se modifican, Estados Unidos debería considerar recuperar el control total del Canal, alegando que se trata de un «activo nacional vital» para su seguridad y prosperidad. Esta postura ignora los tratados internacionales firmados en la década de 1970, lo que ha desatado una feroz reacción por parte de autoridades panameñas.
La Reacción de Panamá: Un Firme Desafío
El presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió rápidamente a las amenazas de Trump. En un video difundido por redes sociales, Mulino afirmó con contundencia que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus zonas adyacentes es parte de Panamá, y continuará siéndolo”. Este mensaje reafirma la soberanía panameña sobre la vía interoceánica y rechaza categóricamente cualquier intento de control externo.
Trump, no dispuesto a dejar pasar la respuesta, replicó durante un mitin de Turning Point USA con una respuesta lacónica pero desafiante: “Ya veremos”. Esta falta de resolución oficial ha dejado abiertas las posibilidades de futuras tensiones diplomáticas, aunque es probable que se trate más de un gesto retórico que de una política concreta.
¿Por Qué el Canal de Panamá Importa Tanto para Trump?
El Canal de Panamá no solo es un eje del comercio mundial, sino también una pieza clave en la seguridad nacional de Estados Unidos. Según expertos como Will Freeman, investigador del Consejo de Relaciones Exteriores, el Canal es crucial no solo para el comercio estadounidense en el Pacífico, sino también en el caso de un conflicto militar con potencias como China. El canal permite un tránsito rápido de activos militares de un océano a otro, un factor determinante en la proyección de poder estadounidense.
Además, China ha incrementado su presencia en Panamá, siendo el segundo mayor usuario del canal después de Estados Unidos. El país asiático ha invertido grandes sumas de dinero en infraestructura y proyectos en Panamá, lo que ha suscitado preocupaciones en Washington sobre la influencia china en la región. Es posible que las amenazas de Trump también respondan a este panorama geopolítico, con la intención de garantizar que el Canal no caiga en manos de una potencia rival como China.
El Contexto Comercial de las Amenazas de Trump
Las críticas de Trump hacia las tarifas que Panamá impone a los barcos estadounidenses no son un fenómeno aislado. Durante su primer mandato, el presidente estadounidense adoptó una postura proteccionista, imponiendo aranceles a diversos países y renegociando acuerdos comerciales internacionales. Las tensiones comerciales con China fueron un eje central de su política, y su propuesta de aumentar los aranceles a productos extranjeros, especialmente de origen chino, continúa siendo una piedra angular de su discurso. Así, sus comentarios sobre el Canal de Panamá pueden verse como parte de su estrategia general para modificar las condiciones comerciales que, según él, no benefician a Estados Unidos.
La amenaza de recuperar el control del canal también forma parte de una retórica más amplia que Trump utiliza para posicionar a Estados Unidos como la nación dominante en el comercio global. En sus propias palabras, el mandatario asegura que los intereses estadounidenses deben primar sobre cualquier acuerdo internacional, e incluso no duda en plantear medidas extremas si estos intereses se ven amenazados.
La Influencia de China en Panamá: Un Dilema Geopolítico
La relación entre Panamá y China ha sido particularmente tensa en los últimos años. En 2017, Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán, un aliado tradicional de Estados Unidos, y reconoció a China como el único representante legítimo de la isla. Esta decisión fue vista por algunos como una victoria diplomática para Pekín, que ha incrementado su influencia en América Latina en los últimos años. El Canal de Panamá, al ser un cruce de rutas comerciales vitales, se ha convertido en un punto de interés estratégico para China, que busca ampliar su presencia en el continente americano.
El hecho de que Trump mencione a China como un posible actor que podría ganar control sobre el Canal no es fortuito. Esta situación refleja las tensiones crecientes entre las dos superpotencias y la competencia por la influencia global. Para Trump, la presencia china en la región es una amenaza directa a los intereses estadounidenses, y su respuesta parece ser una tentativa de reafirmar el poderío estadounidense en la zona.
La Estrategia de Trump: ¿Una Nueva Carrera en la Diplomacia Internacional?
El estilo de Donald Trump siempre ha sido impredecible, y su segundo mandato podría traer consigo un giro aún más radical en la política exterior de Estados Unidos. Al hablar de Groenlandia, el Canal de Panamá y otros temas, Trump está dejando en claro que su visión de “Estados Unidos primero” no solo implica un enfoque proteccionista en lo comercial, sino también una postura de dominación geopolítica que podría ir más allá de las fronteras del país.
Las amenazas sobre el control del Canal de Panamá y la adquisición de Groenlandia son, en parte, un reflejo de su enfoque agresivo y de la disposición a utilizar la influencia económica y militar de Estados Unidos para lograr sus objetivos. Aunque es improbable que estas amenazas se materialicen en acciones concretas, no se puede subestimar el impacto que este tipo de retórica tiene en las relaciones internacionales y en la percepción global de Estados Unidos.
La reciente controversia sobre el Canal de Panamá refleja las tensiones geopolíticas que podrían marcar el segundo mandato de Donald Trump. Su estilo provocador y su enfoque unilateral pueden alterar el equilibrio de poder en la región, con repercusiones no solo para Panamá, sino también para sus aliados más cercanos.
Aunque es poco probable que el control del canal sea reclamado por Estados Unidos, las amenazas de Trump demuestran cómo la diplomacia internacional puede ser influenciada por la retórica y las tensiones comerciales. Panamá, por su parte, ha dejado claro que no cederá ante las presiones externas, reafirmando su soberanía sobre este vital activo estratégico. La respuesta internacional a estos desafíos será crucial para determinar el futuro de las relaciones diplomáticas y comerciales entre los países involucrados.