Introducción
Morten Harket, el mítico vocalista de A-ha, esa banda noruega que nos hizo bailar, cantar y hasta enamorarnos con “Take On Me”, acaba de abrir su corazón al mundo: fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson. Y aunque su voz —esa que alguna vez alcanzó notas imposibles— hoy guarda silencio, su historia sigue resonando fuerte entre sus seguidores.
El anuncio que nos dejó sin palabras (como a él)
El pasado 4 de junio, el sitio web oficial de A-ha publicó un comunicado que rompió el silencio: Morten Harket, el rostro y alma de la banda, vive con Parkinson. La noticia, aunque inesperada, llegó cargada de sinceridad, reflexión y una honestidad poco común entre las estrellas del pop.
“Una parte de mí quería revelarlo”, escribió Morten. Y vaya que lo hizo. En su mensaje, el cantante explicó cómo ha llevado este proceso desde que recibió el diagnóstico, cómo ha vivido en carne propia los altibajos de una enfermedad que va mucho más allá de los temblores visibles, y cómo ha cambiado su relación con su propia voz.
¿Quién es Morten Harket? Un repaso necesario
Por si alguien ha vivido bajo una roca desde los años 80, Harket no es solo un cantante más. Es el cantante de A-ha, la banda que reventó los charts con “Take On Me”, uno de los videoclips más icónicos de todos los tiempos (ese con las animaciones estilo cómic que todos hemos intentado imitar).
Su rango vocal de más de cinco octavas, su look de galán nórdico y su estilo reservado lo convirtieron en una figura de culto. Pero hoy, a sus 65 años, Morten deja de lado el glamour para mostrarse tal como es: un hombre que lucha contra su propio cuerpo.
“No tengo ganas de cantar”

La confesión más dura vino acompañada de estas palabras: “No tengo ganas de cantar”. Para alguien cuya identidad pública está tan ligada a su voz, esa frase es un puñetazo emocional.
Y no lo dijo con dramatismo, sino con la serenidad de quien entiende que la vida cambia. Que a veces lo que definía nuestro día a día simplemente… se va. “La cuestión es si puedo expresarme con mi voz. Tal como están las cosas ahora, eso es imposible”, escribió. Aunque también dejó abierta una puerta de esperanza: no sabe si en el futuro podrá volver a hacerlo.
Parkinson: una lucha diaria
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta el movimiento y otras funciones corporales. Se debe a la pérdida progresiva de las neuronas que producen dopamina, un neurotransmisor crucial para la coordinación muscular.
Aunque solemos asociarla con temblores visibles, la realidad es que también afecta la rigidez muscular, el equilibrio, el habla, e incluso el estado de ánimo.
En el caso de Morten Harket, lo más impactante ha sido cómo la enfermedad ha alterado su capacidad vocal. Ya no se trata solo de cantar menos o afinar menos: su voz, su herramienta, su forma de expresión más pura, hoy le falla.
Dos cirugías cerebrales y una esperanza
La buena noticia es que Morten no se ha quedado de brazos cruzados. En junio de 2024, se sometió a una compleja intervención de estimulación cerebral profunda (DBS) en el hemisferio izquierdo del cerebro. Y seis meses después, repitió el procedimiento en el hemisferio derecho.
Estos procedimientos consisten en implantar electrodos en áreas profundas del cerebro para estimularlas eléctricamente y reducir los síntomas del Parkinson. Aunque no curan la enfermedad, pueden mejorar significativamente la calidad de vida del paciente. Y en el caso de Harket, los efectos han sido positivos: muchos de sus síntomas físicos disminuyeron considerablemente. Pero la voz, esa gran protagonista, sigue sin regresar del todo.
“Sigo creando”: el arte como terapia
Lo más emocionante del testimonio de Morten no es su lucha física, sino su resistencia artística. Aunque no puede cantar, no ha dejado de crear. Y eso dice mucho.
“No tengo ganas de cantar, pero sigo creando”, afirmó. Porque aunque la voz falle, el alma del artista sigue vibrando. Componer, escribir, pensar… siguen siendo válvulas de escape. Y para alguien que alguna vez definió su arte como algo que “sale directamente del corazón”, eso significa que el motor sigue encendido.
De ídolo pop a símbolo de fortaleza
Lo admirable de esta historia es que Morten Harket no ha querido esconderse. Muchos artistas enfrentarían algo así desde el silencio o incluso el retiro total. Él, en cambio, ha decidido contar su verdad y, al hacerlo, se convierte en un símbolo.
No solo es el cantante de A-ha. Ahora es también una voz para miles de personas que viven con Parkinson y que, como él, están tratando de mantener su identidad, su dignidad y su creatividad vivas a pesar de los obstáculos.
“Uso lo que funciona”: sabiduría heredada
Morten compartió una frase que le dijo su padre de 94 años, también afectado por el paso del tiempo: “Uso lo que funciona”. Y es esa frase la que parece guiarlo ahora. Puede que la voz no funcione como antes, pero su corazón, su cabeza y sus ganas de seguir en pie, sí.
El equilibrio entre los medicamentos y sus efectos secundarios también es parte de la batalla. No es una lucha sencilla. A veces el tratamiento ayuda, otras veces trae más complicaciones. Y encontrar ese punto medio entre aliviar los síntomas y mantener la energía vital es un desafío constante.
¿Y ahora qué pasará con A-ha?
A-ha nunca fue una banda de un solo éxito, aunque para muchos su legado esté reducido a “Take On Me”. Con décadas de historia, giras, álbumes y reinvenciones, siempre han tenido a Morten como su pieza clave. ¿Qué será de la banda sin él cantando?
Todavía no hay una respuesta clara. Morten no ha anunciado su retiro formal, pero ha dejado claro que hoy no está en condiciones de cantar. Eso no significa que la historia se haya terminado. Tal vez haya colaboraciones futuras, nuevas formas de expresión, o incluso homenajes que mantengan viva la esencia de A-ha con él como guía espiritual.

Los fans responden con amor
Tras el anuncio, las redes sociales se llenaron de mensajes de cariño, apoyo y admiración. Desde fans que crecieron con su música hasta nuevas generaciones que lo descubrieron por TikTok o YouTube, todos coincidieron en algo: Morten no está solo.
La música, al final, crea lazos que no desaparecen con el tiempo ni con las enfermedades. Y si algo ha quedado claro, es que el legado de Harket no depende solo de su voz, sino de todo lo que ha inspirado.
Conclusión
Morten Harket hoy no canta. Pero sigue hablando. Sigue creando. Y, sobre todo, sigue inspirando.
Su testimonio es una lección de vulnerabilidad, aceptación y resistencia. En un mundo donde las celebridades suelen mostrarse invencibles, Morten nos recuerda que ser humano es también saber adaptarse, compartir el dolor y seguir adelante con lo que se tiene.
Y quién sabe… Tal vez un día, en el futuro, esa voz vuelva a sonar. Y aunque no alcance las notas altas de antes, seguirá siendo única. Porque lo que realmente importa, como él mismo dijo, es si puede expresarse con el alma.