La reconocida comediante peruana Lucy Bacigalupo, famosa por su participación en programas como Risas y Salsa, enfrenta una dura batalla tras haber sufrido complicaciones derivadas de una operación de columna realizada en el Hospital Rebagliatti de Essalud. Lo que debía ser el inicio de una recuperación terminó convirtiéndose en un calvario marcado por el dolor, incertidumbre y una aparente negligencia médica.
La esperanza inicial
En octubre de 2023, Bacigalupo ingresó al hospital con la esperanza de poner fin a años de sufrimiento debido a una estenosis espinal. La intervención quirúrgica prometía aliviar los dolores que afectaban su calidad de vida. «Llegué caminando, confiada en que por fin iba a resolver este problema», relató la actriz en una entrevista con Magaly Medina.
Sin embargo, apenas cinco días después de la operación, un incidente durante su recuperación cambió drásticamente el panorama.
El accidente que lo cambió todo
Lucy contó que una enfermera, mientras la trasladaba en una camilla, la empujó bruscamente contra una puerta, provocando que el equipo se rompiera y la actriz cayera al suelo. «Sentí un dolor horrible en el costado izquierdo, justo donde me habían operado», expresó entre lágrimas.
El impacto no solo agravó su estado, sino que obligó a una segunda operación de emergencia el 6 de noviembre. «Me dijeron que tenía una fístula abierta, pero no me daban explicaciones claras», lamentó.
Recuperación plagada de complicaciones
Tras ser dada de alta, Bacigalupo regresó a su hogar en Punta Callao, pero su recuperación ha estado lejos de ser sencilla. Con dificultades para caminar, usando silla de ruedas y dependiendo de cuidados constantes, la actriz vive una situación desesperante.
«Todavía no puedo caminar bien. Me tengo que agarrar de la silla para levantarme, y aunque puedo estar de pie, no tengo fuerzas en las piernas», explicó. El dolor y la frustración la han llevado a perder más de 5 kilos, sumiéndola en un estado de depresión.
Falta de respuestas y denuncia pública
Uno de los puntos más preocupantes ha sido la falta de información clara por parte del hospital. Lucy denunció que no ha recibido un informe médico detallado sobre su estado de salud. «Solo me dieron un documento diciendo que tuve complicaciones, pero no explican por qué ni qué hicieron exactamente», dijo.
La actriz teme que la fístula no cierre adecuadamente y que sea necesaria una tercera intervención quirúrgica, alargando aún más su sufrimiento.
Investigación en curso
El caso de Bacigalupo ha llamado la atención de las autoridades. La presidenta de Essalud, María Elena Aguilar, anunció que se ha solicitado un informe completo sobre el incidente. Asimismo, la Superintendencia Nacional de Salud y el Ministerio de Cultura han iniciado investigaciones para determinar si hubo negligencia en el manejo postoperatorio.
Lucy aclaró que no culpa al neurocirujano que la operó, sino al personal encargado del traslado. «Estas camillas deben ser manejadas por dos personas. En mi caso, solo había una, lo que demuestra una falta de protocolos de seguridad», explicó.
Mensaje de esperanza y apoyo
A pesar de las dificultades, Bacigalupo sigue luchando. En un mensaje en Instagram publicado el 31 de diciembre, anunció que había sido dada de alta, aunque su recuperación continúa. «Ya estoy en casa, todavía con cuidados y sin poder caminar, pero con mi familia», comentó.
Aprovechó para agradecer el apoyo recibido: «Gracias a todos los que oraron por mí y me enviaron mensajes. Su cariño ha sido un gran consuelo». Además, envió un mensaje de esperanza para el nuevo año, deseando bendiciones a sus seguidores.
Un llamado a la justicia
Lucy Bacigalupo ha convertido su caso en un llamado de atención sobre la importancia de garantizar procedimientos médicos seguros y responsables. Su historia resalta la vulnerabilidad de los pacientes frente a posibles negligencias y la necesidad de transparencia en el sistema de salud.
«Lo único que quiero es recuperar mi salud y mi vida normal. Entré al hospital para salir bien, pero salí peor», expresó con firmeza. Mientras espera los resultados de las investigaciones, la actriz continúa pidiendo respuestas claras y justicia.
La historia de Lucy Bacigalupo no solo revela los riesgos asociados a la atención hospitalaria deficiente, sino que también pone sobre la mesa la urgencia de implementar protocolos más estrictos para evitar incidentes como este. Su valentía al hacer pública su experiencia es un recordatorio de que el derecho a la salud y la dignidad del paciente deben ser protegidos.
Mientras las investigaciones avanzan, Bacigalupo sigue siendo un símbolo de resiliencia, luchando por justicia y por recuperar la vida activa que alguna vez disfrutó. Su caso continuará siendo seguido de cerca por las autoridades y por el público, quienes esperan que se haga justicia y que situaciones similares no se repitan en el sistema de salud peruano.