Introducción
El mundo del entretenimiento coreano perdió a una figura invaluable el 25 de octubre, cuando Kim Soo-mi, conocida por su personalidad carismática y su gran corazón, falleció a los 75 años. Esta actriz, cuya carrera se extendió por más de cinco décadas, dejó una huella imborrable no solo en la pantalla, sino también en las personas cercanas a ella. Desde su amoroso vínculo con su nuera, Seo Hyo-rim, hasta el apoyo de sus amigos y colegas, su funeral, celebrado el 27 de octubre, fue un reflejo de la calidez y generosidad que siempre compartió.
Un Adiós Doloroso y Emotivo
La despedida de Kim Soo-mi no fue sencilla para quienes la amaban. En la mañana del funeral, realizado en el Hospital de la Universidad de Hanyang en Seúl, el llanto de su nuera Seo Hyo-rim retumbó en las paredes: “Mamá, no te vayas, ¿cómo puedes irte después de todo lo que pasaste? Lo siento mucho, mamá, trabajaste tan duro”. Estas palabras reflejaban la cercanía que compartían, un lazo forjado en el tiempo, que iba más allá de la típica relación entre suegra y nuera.
Seo Hyo-rim, quien se casó con el hijo de Kim Soo-mi en 2019 y tiene una hija con él, mostró siempre un afecto profundo hacia su suegra, a quien llamaba cariñosamente “mamá”. Kim Soo-mi no solo la veía como una integrante más de la familia, sino que le entregó su amor de forma sincera. Tanto así, que incluso le regaló una casa a su nuera, un gesto que reflejaba su deseo de protegerla. La propia Kim dijo alguna vez: “Mi madre me dio tanto amor, así que cuando miro a mi nuera, trato de darle ese mismo cariño que recibí”.
La Trayectoria Inolvidable de Kim Soo-mi
Kim Soo-mi era una mujer de muchas facetas. Aunque comenzó como actriz de la cadena MBC en los años 70, su popularidad explotó al interpretar personajes secundarios que se diferenciaban de los arquetipos femeninos de la época. En el drama legendario Country Diaries (1980-2002), Kim se transformó en la inolvidable “Il-yong Eomni”, un papel que abordó a la edad de 31 años. Su habilidad para encarnar personajes fuertes y con profundidad la llevó a convertirse en un ícono de la televisión coreana.
No obstante, su versatilidad no terminó ahí. Kim también se destacó en la comedia, particularmente en la serie Hello Franceska (2005), donde interpretó a Isabel, una mujer vibrante y divertida. La manera en que combinaba el dialecto local con su agudo sentido del humor le ganó el título de “la abuela de lengua afilada”. Su personaje en Mapado (2005) consolidó su fama como la adorable y sarcástica abuela que los fans amaban.
Un Carácter Único en la Vida Real
Kim Soo-mi no solo dejó una marca en la pantalla, sino también en la vida de quienes la rodeaban. Con una personalidad alegre y llena de vida, era conocida por su generosidad. En una ocasión, durante una visita al hospital, bromeó sobre cómo las personas le pedían que les lanzara insultos en broma, una peculiaridad que era parte de su carácter juguetón y directo. Al mismo tiempo, apreciaba los detalles simples, como recibir flores silvestres en lugar de arreglos elaborados.
Su generosidad iba más allá de las palabras. En su funeral, amigos y familiares comentaron sobre cómo siempre compartía su comida y cuidaba de todos. Su rol en la obra musical My Mother fue una especie de homenaje a su propia vida, reflejando el rol materno que encarnó no solo en su familia, sino también con sus amigos y colegas. Para todos ellos, Kim Soo-mi representaba a una figura maternal, una persona que daba sin esperar nada a cambio.
Un Amor Incondicional Hacia su Familia
El amor de Kim Soo-mi hacia su familia era inquebrantable. Cuando su hijo estuvo envuelto en un escándalo mediático relacionado con un caso de fraude del cual fue exonerado más tarde, Kim se preocupó por el bienestar emocional de Seo Hyo-rim, quien podría haberse visto afectada por la situación. Como una precaución, Kim le regaló una casa, diciéndole que, en caso de cualquier problema en el futuro, tendría un lugar seguro para ella y su hija. Aunque su hijo y su nuera siguen felizmente casados, Kim quería asegurarse de que Hyo-rim estuviera protegida, reflejando así el inmenso amor que sentía por su familia.
Un Último Acto de Amor y Despedida
La repentina muerte de Kim fue un golpe inesperado para sus seres queridos. El 25 de octubre, sufrió un paro cardíaco debido a un shock por niveles altos de azúcar en sangre y fue llevada al Hospital St. Mary en Seúl, donde finalmente falleció. Sus familiares comentaron que en meses recientes había mostrado signos de fatiga y, en una transmisión de un canal de compras en agosto, su habla parecía lenta, lo que levantó preocupaciones sobre su salud. Kim desestimó los rumores de problemas de salud, atribuyendo sus problemas de pronunciación a implantes dentales.
A pesar de sus esfuerzos por seguir adelante y mantener el ánimo de quienes la rodeaban, su partida dejó un vacío enorme en la vida de su familia y amigos. Su funeral fue una mezcla de llanto y risa, como ella habría deseado, aunque su deseo de que la despidieran entre sonrisas fue difícil de cumplir para quienes la amaban.
El Legado de una Gran Mujer
Kim Soo-mi deja un legado de amor, risas y fuerza. Su vida fue un ejemplo de cómo alguien puede ser dura y compasiva al mismo tiempo, combinando una personalidad afilada con un corazón cálido. Los amigos y la familia que acudieron a su funeral no solo recordaron a la actriz, sino a la madre, amiga y confidente que siempre estuvo allí para quienes la necesitaban.
La escena en la que su nuera le grita “mamá, no te vayas” quedará grabada en el corazón de quienes la conocieron. Fue un reflejo del amor verdadero que Kim Soo-mi supo cultivar en su familia. A través de sus papeles en la televisión y en la vida real, Kim Soo-mi mostró que la grandeza no se mide solo en éxitos profesionales, sino en los lazos que uno crea y el amor que se deja atrás.
Con su partida, Corea pierde a una leyenda, y su familia a una matriarca única. Kim Soo-mi será recordada como una mujer que vivió intensamente, entregó su amor sin reservas y dejó un legado que será difícil de olvidar.