El mundo de los certámenes de belleza, históricamente asociado a la juventud y la apariencia física, está viviendo una transformación importante en sus criterios y expectativas. Un claro ejemplo de esta evolución es Choi Soon-hwa, una modelo coreana de 80 años que ha logrado un hito al convertirse en la participante más anciana en la historia del certamen de Miss Universo Corea. Con su participación, Choi no solo desafía las normas tradicionales, sino que también envía un mensaje inspirador sobre la belleza, la vitalidad y la salud en la tercera edad.
Un Cambio de Reglas en Miss Universo
Desde su creación en 1952, Miss Universo ha sido un escenario que destacaba la juventud y el atractivo físico como aspectos fundamentales para competir. Hasta hace poco, la organización imponía una estricta restricción de edad para las participantes, limitando la competencia a mujeres entre los 18 y 28 años. Sin embargo, en un movimiento hacia la inclusión y la modernización, en 2024 se eliminó el límite de edad, permitiendo a mujeres mayores de 28 años participar. Además, se levantó la prohibición a mujeres embarazadas, madres, o que hubieran estado casadas en algún momento.
Este cambio ha abierto las puertas para mujeres como Choi, quien decidió aprovechar la oportunidad. “Ahora que se eliminó la restricción de edad, pensé: ‘Debería intentarlo’”, explicó en una entrevista. Para ella, participar en el certamen representa una oportunidad única para demostrar que la edad no es un obstáculo para mantener una vida saludable y activa. “Quiero sorprender al mundo y mostrar que, incluso a los 80 años, se puede vivir de manera saludable”, añadió.
De Cuidar Pacientes a Modelar en las Pasarelas
La historia de Choi es notable no solo por su incursión tardía en los certámenes de belleza, sino por su segunda carrera como modelo, la cual comenzó cuando ya estaba en sus 70 años. Después de retirarse y enfrentar dificultades financieras, Choi volvió a trabajar como cuidadora en un hospital durante sus 50 años. Fue precisamente uno de sus pacientes quien, en un momento de inspiración, le sugirió que intentara modelar. A pesar de su escepticismo inicial, esta sugerencia reavivó un sueño de su juventud: ser modelo y desfilar con ropa elegante.
Con este nuevo objetivo en mente, Choi comenzó a tomar clases de modelaje semanales a los 72 años, practicando sus pasarelas incluso en los pasillos del hospital durante sus turnos de trabajo. A los 74 años, debutó en la Semana de la Moda de Seúl y desde entonces ha aparecido en prestigiosas revistas de moda como Harper’s Bazaar y Elle, y ha protagonizado campañas comerciales para marcas importantes en Corea del Sur.
Choi ve su incursión en el modelaje como una nueva oportunidad en la vida, afirmando que convertirse en modelo fue como “abrir una puerta a un nuevo camino”. Con disciplina y esfuerzo, logró cumplir ese sueño, agradeciendo a Dios y asegurando que sigue trabajando arduamente. Para ella, la moda y el modelaje han sido una fuente de diversión y realización personal.
Desafiando los Estereotipos de Belleza en Corea
La participación de Choi en Miss Universo Corea es significativa no solo por su edad, sino también por el mensaje que envía en un país que ha sido criticado por promover un estándar de belleza singular. En Corea del Sur, el uso de la cirugía plástica es común y está ampliamente aceptado, incluso en los certámenes de belleza, lo que ha generado controversias sobre la presión que enfrentan las mujeres para cumplir con ciertos ideales estéticos.
Choi, sin embargo, no se deja intimidar por estos desarrollos y considera que es hora de aceptar los cambios en la percepción de la belleza. “Es difícil encontrar personas que no se hayan hecho algún retoque o cirugía plástica, y creo que es momento de que lo abracemos”, comentó. Para ella, la belleza no solo reside en la apariencia física, sino también en la paz mental, el respeto hacia los demás y el pensamiento positivo. Su visión desafía la tendencia de asociar la juventud con la belleza, al enfatizar que la verdadera belleza también se encuentra en el interior.
Inspirando a una Nueva Generación
Al llegar a los 80 años y participar en un certamen de belleza de renombre, Choi se ha convertido en un símbolo de inspiración para muchas personas mayores en Corea del Sur y en el mundo. Con la población envejeciendo rápidamente —se estima que para 2044, el 36.7% de la población surcoreana tendrá 65 años o más—, la actitud de Choi refleja un cambio en la percepción de las personas mayores y sus oportunidades en la sociedad.
“Aunque hay muchos modelos mayores, solo una fracción de ellos llega a trabajar y recibir un pago”, afirmó Choi, subrayando que la situación ha mejorado en comparación con hace 10 o 20 años, cuando los modelos de edad avanzada apenas eran considerados para trabajos remunerados.
Su experiencia en las pasarelas le ha proporcionado confianza para el certamen de Miss Universo Corea, donde asegura que la caminata es una combinación de hombros, rodillas y caderas. “Todas las concursantes de Miss Universo son realmente buenas caminando como modelos”, dijo, destacando su habilidad para desfilar, a pesar de ser nueva en el mundo de los certámenes.
Apoyo Familiar y un Futuro Prometedor
A lo largo de su viaje, Choi ha contado con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de sus hijos y nietos, quienes están orgullosos de sus logros. “Mi hijo me dijo que está orgulloso de mí y que disfrute, independientemente del resultado”, compartió Choi. Sus nietos, por su parte, también expresan su admiración diciendo: “¡Mi abuela es increíble!”.
Con la posibilidad de representar a Corea del Sur en el certamen de Miss Universo en México en noviembre, Choi está emocionada por la oportunidad de llevar su mensaje al escenario internacional. Aunque Japón es el único otro país que ha visitado, Choi está lista para aprender y aprovechar al máximo esta experiencia.
La historia de Choi Soon-hwa es un testimonio del poder de la perseverancia y la determinación. A través de su participación en Miss Universo Corea, Choi no solo desafía los estereotipos de edad y belleza, sino que también inspira a una nueva generación de personas mayores a perseguir sus sueños, sin importar la edad. Su ejemplo demuestra que la vitalidad y la salud pueden mantenerse a lo largo de la vida, y que siempre hay nuevas oportunidades esperando a quienes se atreven a buscarlas.