En los últimos años, ha habido un aumento significativo en la representación femenina en el cine, con más papeles protagónicos para mujeres. Sin embargo, no todos los enfoques son bien recibidos. Jenna Ortega, conocida por su papel en la secuela de Beetlejuice, ha expresado su rechazo a la creación de versiones femeninas de personajes masculinos icónicos, defendiendo la creación de nuevos roles originales para mujeres. Durante una entrevista para MTV, la actriz abordó esta controversia y compartió su visión sobre la representación femenina en la industria cinematográfica.
La entrevista que inició el debate
Previo al esperado estreno de Beetlejuice 2, Ortega fue entrevistada por MTV, donde se le preguntó sobre la posibilidad de protagonizar una versión femenina de El joven manos de tijera. Su respuesta fue clara y directa: «Me encanta que haya muchos más personajes femeninos protagonistas hoy en día. Creo que eso es muy especial, pero deberíamos tener los nuestros. No me gusta cuando es un spin-off», comentó Ortega.
Este comentario refleja su descontento con la tendencia reciente de adaptar personajes masculinos icónicos para que sean interpretados por mujeres, en lugar de crear nuevos personajes femeninos con historias originales. Ortega añadió: «No quiero ver a una ‘Jamie Bond’. Quiero ver a otra mujer increíble, o algo así. Definitivamente, déjalo como está».
La esencia de los personajes icónicos
Ortega fue más allá y destacó que parte de la belleza de personajes como Edward Manos de Tijera reside en el misterio y la sensibilidad que los rodea. «La belleza de algo como Edward radica en su misterio. Creo que es muy delicado», sostuvo la actriz, reafirmando su postura de que crear una versión femenina podría desvirtuar la esencia original del personaje.
Este punto de vista también fue aplicado por la actriz al comparar El joven manos de tijera con Beetlejuice. En este caso, Ortega considera que la secuela tiene más sentido, ya que Beetlejuice es un personaje que, al no estar vinculado a una época o contexto específico, puede adaptarse a diferentes situaciones y convertirse en parte de una antología. Sin embargo, enfatizó que no todos los personajes tienen esta misma flexibilidad, y que algunos deben mantenerse fieles a su concepción original.
El papel de Jenna Ortega en Beetlejuice 2
En Beetlejuice 2, Jenna Ortega interpreta a Astrid Deetz, la hija del personaje de Winona Ryder, Lydia Deetz. Durante la misma entrevista, la actriz compartió detalles sobre su papel, describiendo a Astrid como un personaje «raro, pero de una forma diferente». La relación entre Lydia y Astrid será crucial en la película, y Ortega insinuó que los fanáticos de la primera entrega encontrarán interesante cómo se ha desarrollado la vida de Lydia desde entonces.
La participación de Ortega en Beetlejuice 2 no es una coincidencia, ya que creció viendo la película original y se sintió atraída por el universo que Tim Burton creó. «Antes de ver la película, ya sabía quién era Beetlejuice. Sabía quién era Lydia. Reconocía los disfraces, porque estaban por todas partes», recordó la actriz, lo que refleja la influencia cultural que esta película ha tenido a lo largo de los años.
La polémica sobre las versiones femeninas de personajes masculinos
El rechazo de Ortega a las versiones femeninas de personajes masculinos icónicos no es un caso aislado. En los últimos años, hemos visto ejemplos como Ghostbusters, Men in Black y Ocean’s 8, donde personajes originalmente masculinos fueron reinterpretados por mujeres. Aunque estos proyectos buscaban ofrecer una mayor representación femenina, no todos fueron bien recibidos por el público o la crítica.
La principal crítica de Ortega es que, en lugar de adaptar personajes masculinos para que sean interpretados por mujeres, la industria debería centrarse en crear historias y personajes originales diseñados específicamente para mujeres. Este enfoque, según la actriz, es más enriquecedor y auténtico, ya que permite que las mujeres tengan su propio espacio en la pantalla, sin depender de personajes preexistentes.
Las opiniones de otros actores y productores
La opinión de Ortega ha sido respaldada por otros actores y productores de la industria. Daniel Craig, quien interpretó a James Bond hasta su retiro en 2021, también se mostró en contra de la idea de una versión femenina de Bond. «¿Por qué una mujer debería interpretar a James Bond? No tenemos que convertir a los personajes masculinos en mujeres», comentó el actor en una entrevista para Radio Times. «Hagamos más personajes femeninos y hagamos que la historia se ajuste a esos personajes femeninos», agregó, destacando la importancia de crear roles únicos para las mujeres en lugar de adaptar personajes ya existentes.
Barbara Broccoli, productora de la franquicia de James Bond, compartió una visión similar, afirmando que James Bond seguirá siendo un personaje masculino, pero que el enfoque debe estar en dar vida a roles femeninos más sustanciales y complejos en las películas de Bond. «Creo en hacer personajes para mujeres y no solo hacer que las mujeres interpreten roles de hombres», comentó Broccoli en 2021.
Ana de Armas, quien apareció en la última entrega de James Bond, No Time to Die, también opinó sobre el tema. «No hay necesidad de una versión femenina de Bond. Lo que necesitamos es que los papeles femeninos en las películas de Bond tengan más relevancia y reconocimiento», expresó la actriz.
Un llamado a la creación de personajes femeninos originales
La discusión en torno a las versiones femeninas de personajes masculinos icónicos refleja un debate más amplio sobre la representación de las mujeres en el cine. Si bien la intención detrás de estos proyectos es aumentar la visibilidad de las mujeres en la pantalla grande, figuras como Jenna Ortega defienden un enfoque diferente: la creación de personajes femeninos originales y complejos que puedan destacar por sí mismos, en lugar de depender de personajes preexistentes.
La postura de Ortega no solo invita a una reflexión sobre la industria cinematográfica, sino que también subraya la importancia de la originalidad en la creación de contenido. Al final, el objetivo debería ser ofrecer historias auténticas y personajes únicos que representen a las mujeres de una manera que les permita brillar por derecho propio.