En los últimos días, se ha generado preocupación en diversos medios de comunicación y en la opinión pública debido al brote de metapneumovirus humano (HMPV) en China. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido clara al asegurar que no existe ningún riesgo de pandemia relacionado con este virus. Concha Gimeno, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), subraya que no estamos ante un virus nuevo ni ante una amenaza global, sino frente a otro patógeno respiratorio que merece ser entendido y manejado con serenidad.
Un virus conocido desde hace décadas
El metapneumovirus humano fue identificado por primera vez en 2001 en los Países Bajos, aunque estudios retrospectivos han demostrado que este virus ya circulaba entre humanos al menos 50 años antes. Pertenece a la familia Paramyxoviridae y está relacionado con el virus respiratorio sincitial (VRS), otro patógeno conocido por causar infecciones respiratorias en niños y adultos.
Según Gimeno, la mayoría de la población desarrolla anticuerpos contra el HMPV durante la infancia. En Europa, se estima que más del 90% de los niños entre cinco y diez años han estado expuestos al virus, lo que reduce significativamente el riesgo de infecciones graves en la adultez.
La situación en China: alarma injustificada
El brote actual en China no está relacionado con mutaciones del virus ni con un aumento en su patogenicidad. “Es el mismo metapneumovirus humano que conocemos desde hace años”, explica Gimeno. Entonces, ¿qué ha provocado este repunte?
La respuesta radica en las medidas preventivas implementadas durante la pandemia de COVID-19. El uso generalizado de mascarillas y las restricciones sociales han reducido la exposición a virus respiratorios comunes, como el HMPV, especialmente entre niños. Al relajarse estas medidas, los virus han vuelto a circular, afectando principalmente a personas sin anticuerpos previos. Esta situación se ha observado también en otros países tras la eliminación de las restricciones pandémicas.
Un virus estacional de impacto limitado
El HMPV se comporta como otros virus respiratorios estacionales, como la gripe o el VRS. Suele aparecer en invierno y causar desde resfriados leves hasta infecciones respiratorias más graves en personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas. En la mayoría de los casos, los síntomas son leves y autolimitados, especialmente en niños sanos.
Aunque el virus puede coexistir con otros patógenos respiratorios en un mismo paciente, su presencia no implica necesariamente una mayor gravedad. Estudios recientes han demostrado que el HMPV puede causar síntomas por sí mismo, aunque su impacto clínico sigue siendo limitado en la mayoría de los casos.
Mayor atención a los virus respiratorios
La creciente atención mediática hacia virus como el HMPV refleja un cambio en nuestra percepción y capacidad de detección. Antes de la pandemia de COVID-19, la identificación específica de virus respiratorios no era una prioridad clínica. Ahora, existe un mayor interés por determinar qué patógeno está causando la infección.
Este aumento en la vigilancia también está influido por la globalización y el incremento de los viajes internacionales, que facilitan la rápida propagación de virus. Sin embargo, no todos los virus respiratorios tienen el potencial de causar pandemias. El metapneumovirus humano no ha mostrado mutaciones significativas ni una capacidad de transmisión que justifique una preocupación global.
Lecciones de la pandemia de COVID-19
La pandemia de COVID-19 nos ha dejado valiosas lecciones sobre cómo enfrentar las enfermedades respiratorias. Medidas simples como el uso de mascarillas, el lavado de manos y el aislamiento de personas sintomáticas han demostrado ser eficaces para reducir la transmisión de virus. Sin embargo, estas prácticas han caído en desuso en muchos países.
En palabras de Gimeno, “En países asiáticos, el uso de mascarillas sigue siendo habitual, no solo por los virus, sino también por la contaminación ambiental. Aquí, en cambio, hemos olvidado rápidamente estas medidas preventivas”.
Un riesgo controlable
Aunque el brote en China ha generado preocupación, no existe evidencia de que el HMPV esté mutando hacia una cepa más peligrosa. Además, las medidas de control y vigilancia están siendo efectivas para minimizar los riesgos para la salud pública.
En Europa, los casos de HMPV también están en aumento, junto con otras infecciones respiratorias como la gripe y el VRS. Este fenómeno ha sido denominado por algunos expertos como una “cuádruple epidemia”, que está poniendo presión sobre los sistemas sanitarios. Sin embargo, las autoridades han subrayado que el HMPV no representa un riesgo pandémico.
Prevención y educación: claves para el manejo
A falta de una vacuna específica contra el metapneumovirus humano, las medidas de prevención son esenciales. Estas incluyen lavarse las manos con regularidad, ventilar los espacios cerrados, cubrirse la boca al toser y quedarse en casa si se está enfermo. Estas prácticas no solo ayudan a prevenir la propagación del HMPV, sino también de otros virus respiratorios.
La educación pública también juega un papel fundamental. Informar a la población sobre la naturaleza del virus y las medidas para reducir su transmisión puede evitar alarmas innecesarias y garantizar una respuesta adecuada.
El metapneumovirus humano no es un virus nuevo ni una amenaza pandémica. Su aparición estacional y el aumento de casos en ciertos países responden a factores previsibles y manejables. La clave para enfrentar este y otros brotes está en seguir investigando, educar a la población y mantener medidas de prevención básicas. Como concluye Concha Gimeno, “No estamos ante un virus desconocido, sino ante otro virus respiratorio que debemos manejar con la misma serenidad con la que hemos afrontado otros antes”.