El gobernador de California, Gavin Newsom, se ha visto envuelto en una controversia tras vetar el proyecto de ley SB 1047, una normativa que buscaba regular la inteligencia artificial (IA) en el estado. Este hecho ha desencadenado críticas desde distintos sectores, incluidos artistas, legisladores, sindicatos y diversas organizaciones. La medida, que se esperaba como una pionera en la regulación del desarrollo de la IA en Estados Unidos, ha abierto el debate sobre la necesidad de controles a una tecnología que avanza a pasos agigantados y las posibles repercusiones sobre la innovación.
El contenido del proyecto de ley SB 1047
El proyecto de ley SB 1047, propuesto en mayo por el senador estatal Scott Wiener, fue diseñado para moderar las actividades de las empresas tecnológicas que desarrollan algoritmos de IA. La ley contemplaba una serie de medidas dirigidas a garantizar la seguridad de los modelos de IA antes de su comercialización. Entre ellas se incluían pruebas de estrés para evaluar el impacto y posibles riesgos de los modelos antes de ser lanzados al mercado, simulaciones de ciberataques para probar la robustez de los sistemas y la implementación de salvaguardas de ciberseguridad. Además, el proyecto exigía la creación de un «interruptor de desactivación» que permitiría apagar sistemas de IA que pudieran ser utilizados de manera indebida o maliciosa.
Uno de los aspectos más controvertidos de la ley era la imposición de sanciones para las empresas infractoras, equivalentes al 30% del costo de la potencia de cálculo utilizada por los programas que violaran las normativas. La ley también establecía restricciones sobre la distribución de herramientas de IA que se consideraran capaces de causar daños graves a la sociedad, con el objetivo de mitigar los riesgos asociados a la creciente sofisticación de estos modelos.
Críticas a la postura de Gavin Newsom
El veto de Newsom no tardó en recibir críticas. Partidarios del proyecto, como Scott Wiener, consideraron que el gobernador estaba priorizando los intereses de las grandes empresas tecnológicas ubicadas en Silicon Valley por encima de la seguridad pública. En su defensa, Newsom argumentó que la ley, aunque «bienintencionada», era demasiado estricta y podría sofocar la innovación en un sector aún incipiente.
En su declaración oficial, el gobernador explicó que la legislación se enfocaba injustamente en los modelos de IA más grandes y costosos, dejando de lado el hecho de que los modelos más pequeños y especializados podrían representar riesgos igualmente significativos. Según Newsom, aplicar estándares tan estrictos a toda la industria podría tener un efecto disuasorio sobre la innovación y, en última instancia, perjudicar el progreso tecnológico en favor del bien común.
Además, el gobernador destacó que, de las 50 principales empresas de IA del mundo, 32 tienen su sede en California. Argumentó que la ley SB 1047 habría limitado la capacidad de estas empresas para seguir desarrollando nuevas tecnologías que, en última instancia, podrían beneficiar a la sociedad. No obstante, reconoció la importancia de regular la IA de manera efectiva, pero sostuvo que dicha regulación debe estar basada en «la ciencia y la evidencia empírica», y no en restricciones que podrían frenar la innovación.
La respuesta de los defensores del proyecto
Scott Wiener, autor del proyecto de ley, lamentó profundamente la decisión de Newsom. En un comunicado, Wiener calificó el veto como un «revés» en la lucha por una supervisión adecuada de las grandes corporaciones tecnológicas. En su opinión, el argumento de que la ley podría sofocar la innovación no tenía fundamento, ya que había sido elaborada en colaboración con expertos en IA y se basaba en datos empíricos.
Wiener también expresó su preocupación por la falta de regulación en un momento en que la tecnología de IA está avanzando rápidamente. Según el senador, la inacción del Congreso federal en este ámbito ha dejado a los estados la tarea de regular un sector cada vez más poderoso. Aunque más de 40 estados en EE. UU. han aprobado leyes relacionadas con la IA este año, Wiener subrayó que la falta de una legislación federal sólida sigue siendo un obstáculo significativo para una regulación efectiva y coordinada.
El dilema entre innovación y seguridad
El caso del veto a la SB 1047 pone de manifiesto el delicado equilibrio que los legisladores deben encontrar entre fomentar la innovación tecnológica y garantizar la seguridad pública. Las empresas tecnológicas, por su parte, han manifestado su preocupación de que regulaciones excesivamente estrictas puedan ralentizar el desarrollo de tecnologías emergentes y provocar la fuga de talentos y capital a otros estados o países con legislaciones más favorables.
Dario Amodei, director ejecutivo de Antropic, una empresa de investigación en IA, expresó que algunas disposiciones de la SB 1047 eran «preocupantes y demasiado ambiguas». Jason Kwon, director de estrategia de OpenAI, coincidió en que una ley a nivel estatal podría fragmentar el mercado y crear un «collage de regulaciones» que dificultaría el desarrollo de tecnologías uniformes y escalables. Kwon advirtió que esto podría hacer que los ingenieros y emprendedores californianos buscaran oportunidades en otros lugares.
No obstante, los defensores de la ley argumentan que las empresas de tecnología no pueden autorregularse, dado el poder y la influencia que han acumulado. Según ellos, la historia ha demostrado que sin una supervisión adecuada, las grandes corporaciones tienden a priorizar sus beneficios sobre el bienestar social.
El futuro de la regulación de la IA en Estados Unidos
La IA se ha convertido en un tema prioritario en la agenda política de muchos países, y Estados Unidos no es la excepción. Según datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, EE. UU. ha solicitado más de 6,000 patentes relacionadas con productos basados en IA entre 2014 y 2023, siendo el segundo país con más solicitudes, solo por detrás de China. Este crecimiento exponencial ha generado preocupación entre los legisladores sobre cómo garantizar que la IA se desarrolle de manera segura y ética.
Aunque el veto de Newsom ha detenido temporalmente los esfuerzos por regular la IA en California, es probable que el debate continúe. El avance tecnológico es imparable, y con él surgen nuevos desafíos que los legisladores deberán enfrentar. La cuestión de cómo equilibrar la innovación con la seguridad será uno de los principales temas a abordar en los próximos años, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.
El veto de Gavin Newsom al proyecto de ley SB 1047 ha puesto en el centro del debate la regulación de la inteligencia artificial en Estados Unidos. Mientras que los partidarios de la ley buscan garantizar que esta poderosa tecnología sea desarrollada de manera segura, los detractores temen que una regulación excesiva pueda sofocar la innovación en un sector en crecimiento. Este dilema refleja los desafíos que enfrentan los gobiernos a la hora de legislar en un campo tan complejo y en constante evolución como es la IA.