El Complejo Arqueológico Gran Pajatén, ubicado en la selva de San Martín. Recientemente, un equipo de arqueólogos del World Monuments Fund (WMF) anunció el descubrimiento de más de 100 nuevas estructuras en este sitio, un hallazgo que redefine nuestra comprensión de la cultura Chachapoyas.
Un Tesoro Oculto en la Selva de San Martín
En el corazón del Parque Nacional Río Abiseo, a 2,895 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Gran Pajatén. Este complejo arqueológico, enclavado entre los ríos Marañón y Huallaga, es un testimonio de la sofisticación de la cultura Chachapoyas, que floreció entre los siglos XIII y XV. Las nuevas excavaciones han revelado un conjunto de estructuras circulares, escalinatas, drenajes subterráneos y terrazas decoradas con relieves de fauna y figuras humanas, posiblemente representaciones de ancestros.
El sitio, rodeado de densos bosques nublosos, ha permanecido oculto durante siglos. Su ubicación remota y la espesa vegetación han protegido las ruinas, pero también han dificultado su estudio. Este reciente hallazgo, anunciado el 21 de mayo de 2025, marca un hito en la arqueología peruana, siendo el descubrimiento más significativo en la región desde la década de 1980.
La Cultura Chachapoyas: Arquitectos de la Selva
Los Chachapoyas, conocidos como los «guerreros de las nubes», desarrollaron una civilización única en los Andes peruanos. Sus construcciones, caracterizadas por estructuras circulares de piedra, muestran un avanzado conocimiento de ingeniería y arte lítico. Gran Pajatén, con sus torreones de hasta 15 metros de diámetro y decoraciones en alto relieve, es una de sus creaciones más emblemáticas.
Las nuevas estructuras descubiertas confirman que Gran Pajatén no era un asentamiento aislado, sino parte de una red compleja de comunidades interconectadas. Según Juan Pablo de la Puente Brunke, director ejecutivo de WMF en Perú, este hallazgo sugiere que el sitio tuvo un papel central en la región, posiblemente como un centro ceremonial o administrativo.
El Descubrimiento: Más de 100 Nuevas Estructuras
El proyecto de exploración, llevado a cabo entre 2022 y 2024, utilizó tecnologías avanzadas como escaneos LiDAR y fotogrametría. Estas herramientas permitieron a los arqueólogos «ver» a través de la vegetación y mapear con precisión el complejo sin dañar el ecosistema. El resultado fue el descubrimiento de más de 100 estructuras, superando las 26 identificadas en los años 80.
Entre los hallazgos destacan plataformas empedradas, calles serpenteantes y edificios circulares con frisos decorativos. Estas estructuras, algunas de hasta seis metros de altura, están adornadas con motivos antropomorfos y zoomorfos, reflejando la rica cosmovisión Chachapoya. La arqueóloga Tania Jiménez, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martín, lidera los esfuerzos para conservar y difundir estos vestigios.
Historia de Gran Pajatén: Un Legado Redescubierto
El complejo fue descubierto en 1964 por Carlos Torrealva Juárez, entonces alcalde de Pataz, mientras buscaba tierras para proyectos agrícolas. Sin embargo, algunas fuentes atribuyen el hallazgo inicial a Eduardo Peña Meza en la década de 1940, aunque no hay evidencia concluyente. En 1965, el explorador Gene Savoy publicitó el sitio, generando controversia sobre su «descubrimiento».
En las décadas siguientes, expediciones como la de la Universidad de Colorado en 1985 y una televisiva en 1990 despejaron vegetación, causando daños a las frágiles ruinas. Desde entonces, el acceso al sitio ha sido restringido para protegerlo, y solo se permite con permisos del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Agricultura.
Tecnología al Servicio de la Arqueología
El uso de tecnología LiDAR ha revolucionado el estudio de Gran Pajatén. Esta técnica, que utiliza láseres para crear mapas tridimensionales, permitió identificar estructuras ocultas bajo la vegetación. Según Bénédicte de Montlaur, presidenta de WMF, estas herramientas no solo facilitan los descubrimientos, sino que también ayudan a crear narrativas digitales que acercan el sitio al público.
La fotogrametría y los análisis tecnomorfológicos complementaron el trabajo, ofreciendo una visión detallada de la disposición del complejo. Estas innovaciones han permitido a los arqueólogos trabajar de manera no invasiva, preservando el delicado ecosistema del Parque Nacional Río Abiseo.
Un Sitio Patrimonio de la Humanidad
Gran Pajatén forma parte del Parque Nacional Río Abiseo, declarado Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO en 1990 y Sitio Cultural en 1992. Esta designación busca proteger tanto las ruinas como el entorno natural, que alberga una biodiversidad única. El parque, que abarca más de 2.5 millones de hectáreas, es la reserva de biosfera más grande de Perú.
La fragilidad de las estructuras y el impacto del turismo no regulado han llevado a estrictas restricciones de acceso. Sin embargo, los esfuerzos de conservación liderados por el WMF y la Dirección de Cultura de San Martín buscan equilibrar la protección con la difusión cultural. Una exposición itinerante sobre los recientes hallazgos llegará pronto a San Martín, acercando este patrimonio a la comunidad local.
Desafíos de Conservación y Turismo
La conservación de Gran Pajatén enfrenta múltiples desafíos. La humedad de los bosques nublosos y la vegetación densa amenazan la integridad de las estructuras. Además, expediciones pasadas, como la de 1990, demostraron cómo la remoción de vegetación puede dañar las ruinas. Por ello, las autoridades priorizan métodos no invasivos y restringen el turismo masivo.
A pesar de su importancia, Gran Pajatén no está abierto al público sin permisos especiales. Esto ha generado debates sobre cómo promover el turismo sostenible sin comprometer el sitio. Expertos como Federico Kauffmann Doig han comparado su relevancia con la de Machu Picchu, destacando su arquitectura única.
El Impacto Cultural y Económico
El descubrimiento refuerza el valor cultural de San Martín y su potencial turístico. La región, conocida por productos como el cacao y el café, podría beneficiarse de un turismo responsable que destaque su patrimonio. Sin embargo, cualquier desarrollo debe priorizar la conservación para evitar los errores del pasado.
La exposición itinerante y las narrativas digitales son pasos hacia una mayor difusión. Estas iniciativas permiten que escolares, autoridades y la sociedad civil conozcan la riqueza de Gran Pajatén, fomentando un sentido de orgullo y responsabilidad hacia su legado.
El Futuro de Gran Pajatén
El trabajo en Gran Pajatén está lejos de terminar. Las investigaciones continúan para determinar la cronología exacta del sitio, que podría remontarse al 200 a.C., según análisis de radiocarbono. Los arqueólogos también buscan entender mejor su función dentro de la red de asentamientos Chachapoyas.
El compromiso de instituciones como el WMF y la Dirección de Cultura de San Martín es clave. Su enfoque técnico y discreto asegura que el sitio se preserve para futuras generaciones. Como dijo Tania Jiménez, Gran Pajatén es una «joya de la humanidad» que refleja la creatividad y espiritualidad de una civilización ancestral.
Conclusión: Un Legado que Sigue Revelándose
El descubrimiento de más de 100 estructuras en Gran Pajatén abre una nueva ventana al pasado de los Chachapoyas. Este sitio, con su arquitectura única y su entorno natural, es un recordatorio de la riqueza cultural de Perú. Aunque su acceso sigue restringido, los avances tecnológicos y los esfuerzos de conservación están acercando este tesoro al mundo.