El fin de una era se acerca para millones de usuarios de Windows 10. Microsoft ha confirmado que el 14 de octubre de 2025 marcará el final del soporte oficial para este sistema operativo, lo que implica la interrupción de actualizaciones de seguridad y asistencia técnica. A pesar de los constantes avisos de la compañía, una gran cantidad de jugadores de PC, particularmente aquellos en la plataforma Steam, se resisten a migrar a Windows 11. La razón principal radica en los elevados requisitos de hardware que impiden a muchos usuarios dar el salto sin actualizar sus equipos.
La resistencia al cambio: un 42.87% de los jugadores siguen en Windows 10
Según la encuesta de hardware y software de Steam de enero de 2025, el 42.87% de los usuarios continúa utilizando Windows 10, a pesar de que su sucesor lleva ya cuatro años en el mercado. Este dato refleja la falta de adopción masiva de Windows 11 entre los jugadores, un sector que tradicionalmente busca la mejor experiencia posible en cuanto a rendimiento y compatibilidad.
Los expertos en ciberseguridad advierten que seguir utilizando Windows 10 tras el fin del soporte implica riesgos considerables. Sin actualizaciones de seguridad, los sistemas quedarán vulnerables a nuevas amenazas de malware y ataques cibernéticos. Microsoft ha dejado claro que, aunque los dispositivos seguirán funcionando, los usuarios estarán expuestos a una mayor inseguridad.
Los requisitos de Windows 11: un obstáculo para muchos
Uno de los principales motivos por los que los jugadores evitan la actualización es la incompatibilidad de Windows 11 con hardware antiguo. Este sistema operativo requiere un procesador Intel de octava generación o superior, o un AMD Ryzen 2000 en adelante, dejando obsoletos numerosos equipos fabricados antes de 2018. Además, exige TPM 2.0 (Trusted Platform Module), una especificación que muchos dispositivos antiguos no cumplen.
Esta situación ha generado frustración entre los usuarios, quienes se enfrentan a dos opciones poco atractivas: invertir en una actualización de hardware costosa o continuar utilizando un sistema operativo que pronto dejará de recibir soporte.
Problemas de rendimiento y compatibilidad en Windows 11
Además de los requisitos de hardware, algunos jugadores que han actualizado a Windows 11 han reportado problemas de rendimiento. Entre las quejas más recurrentes se encuentran:
- Problemas con HDR, que afectan la calidad visual de ciertos títulos.
- Caídas en la tasa de fotogramas por segundo (FPS), impactando la fluidez del juego.
- Congelamientos y bloqueos, especialmente en juegos exigentes como Path of Exile 2.
Estos inconvenientes han contribuido a que muchos usuarios prefieran permanecer en Windows 10, que aún ofrece estabilidad y compatibilidad con una amplia gama de juegos y hardware.
El impacto en el mercado de hardware y la industria del gaming
El fin del soporte de Windows 10 también tendrá repercusiones en el mercado de hardware. Analistas prevén un aumento en las ventas de PC y componentes, ya que los jugadores que quieran dar el salto a Windows 11 necesitarán actualizar sus equipos. Se espera que la demanda de procesadores modernos, más memoria RAM y tarjetas gráficas compatibles crezca significativamente en los próximos meses.
Empresas como NVIDIA, AMD e Intel podrían beneficiarse de esta transición, con el lanzamiento de nuevas tarjetas gráficas y procesadores optimizados para Windows 11. Sin embargo, también es posible que algunos usuarios busquen alternativas fuera del ecosistema de Microsoft.
SteamOS: ¿una alternativa viable?
Ante las restricciones impuestas por Windows 11, algunos jugadores han comenzado a considerar SteamOS como una alternativa. Desarrollado por Valve y basado en Linux, SteamOS ha demostrado su potencial con la Steam Deck y otros dispositivos como el Lenovo Legion Go S. Se espera que Valve lance una versión de escritorio de SteamOS en 2025, lo que podría ofrecer una opción viable para aquellos que no desean depender de Microsoft.
No obstante, el dominio de Windows en el sector del gaming sigue siendo abrumador. Actualmente, Windows ocupa el 96.55% del mercado en Steam, mientras que Linux y macOS representan apenas un 2.06% y 1.40%, respectivamente. Esto significa que, aunque SteamOS podría ganar popularidad, Windows seguirá siendo la plataforma principal para los jugadores de PC en el futuro inmediato.
A falta de pocos meses para el fin del soporte de Windows 10, millones de jugadores se encuentran en una situación difícil. La incompatibilidad de Windows 11 con hardware antiguo y los problemas de rendimiento reportados han frenado su adopción, mientras que las alternativas como SteamOS aún no están completamente listas para reemplazar a Windows en el ecosistema gaming.
Microsoft enfrenta un desafío importante en los próximos meses: convencer a los usuarios de que la actualización es necesaria y beneficiosa. Mientras tanto, los jugadores deberán tomar una decisión clave: invertir en un nuevo equipo, asumir los riesgos de quedarse en Windows 10 sin soporte o explorar nuevas opciones en el mundo de los sistemas operativos. El futuro del gaming en PC podría estar a punto de cambiar radicalmente.