En medio del vasto Mar Caspio, a unos 55 kilómetros de la costa de Bakú, Azerbaiyán, yace una impresionante estructura que desafía el tiempo y las olas: Neft Dashlari, también conocida como «Oil Rocks». Esta ciudad artificial, la plataforma petrolífera marina más antigua del mundo, surge como una enorme construcción de acero, madera y tuberías oxidadas, fruto de la ambición soviética. Su historia se remonta a la época de Stalin, quien, al descubrir las vastas reservas petroleras bajo el lecho del Caspio, ordenó su construcción en los años 40 del siglo XX.
Los Inicios de Neft Dashlari: La Era Soviética y el Poder del Petróleo
Fue en plena Segunda Guerra Mundial cuando Azerbaiyán, bajo dominio soviético, se convirtió en un eje estratégico para la Unión Soviética gracias a sus recursos petroleros. Bakú, la capital del país, suministraba gran parte del petróleo necesario para el Frente Oriental, un recurso vital para el esfuerzo bélico de la URSS. En este contexto, Stalin impulsó la construcción de Neft Dashlari como parte de uno de sus famosos planes quinquenales, destinados a acelerar el desarrollo industrial y económico de la región.
La primera exploración exitosa en el área ocurrió el 7 de noviembre de 1949, cuando un pozo arrojó un chorro de 100 toneladas de petróleo al día. Este evento marcó el inicio de la producción de petróleo en alta mar, un hito que convertiría a Neft Dashlari en la primera plataforma petrolífera marina del mundo. Lo que comenzó como una pequeña plataforma con unas cuantas casas para trabajadores se transformó, a partir de 1951, en un complejo monumental.
Una Ciudad Construida sobre Barcos Hundidos
Para erigir la plataforma sobre el mar, los ingenieros soviéticos implementaron una técnica singular: hundieron barcos en desuso para utilizarlos como cimientos. Uno de estos fue el Zoroaster, el primer petrolero del mundo, diseñado por Ludvig Nobel, hermano de Alfred Nobel. Este y otros seis barcos fueron sumergidos estratégicamente alrededor de la isla, creando una especie de barrera artificial contra las olas y el viento, lo que permitió construir los pilares que sostendrían los edificios de la ciudad.
Con el tiempo, Neft Dashlari adquirió el aspecto de una ciudad en el mar. Se desarrollaron bloques de edificios residenciales, tiendas, panaderías, un teatro e incluso un campo de fútbol. Para los miles de trabajadores que vivían allí, la ciudad artificial era su hogar durante las largas jornadas en el mar. En su apogeo, Neft Dashlari llegó a albergar a más de 5,000 personas, y aunque hoy en día la cifra ha disminuido a alrededor de 3,000, el lugar sigue siendo una infraestructura viva.
Un Símbolo de la Industria Petrolera del Caspio
A lo largo de sus 75 años de existencia, Neft Dashlari ha producido cerca de 180 millones de toneladas de petróleo. En su mejor momento, en 1967, alcanzó un récord de 7.6 millones de toneladas anuales, convirtiéndose en el orgullo de la producción petrolera soviética y, posteriormente, de la estatal azerbaiyana. Sin embargo, desde la década de 1970, la plataforma ha experimentado un lento declive debido a factores como la caída de los precios del petróleo y la desintegración de la Unión Soviética.
Hoy, solo 45 de sus 300 kilómetros de carreteras elevadas están en condiciones transitables, y muchas de sus estructuras han sido abandonadas o se encuentran en estado de deterioro. Este declive fue capturado en el documental «Oil Rocks – City Above The Sea» del cineasta Marc Wolfensberger, quien, a finales de los años 90, documentó la vida cotidiana de los trabajadores y las condiciones en las que se encontraba la plataforma.
La Isla de los Siete Barcos: Un Testigo Silencioso de la Historia
A pesar de su deterioro, Neft Dashlari sigue siendo un lugar emblemático, conocido también como la «Isla de los Siete Barcos». En sus comienzos, los barcos hundidos alrededor de la isla no solo servían como barreras físicas, sino también como instalaciones de apoyo para los trabajadores. Los camarotes y bodegas de los barcos se adaptaron para funcionar como comedores, dormitorios y hasta consultorios médicos.
Con el paso de los años, y a pesar de los desafíos, la isla ha mantenido su infraestructura básica. Hoy en día, según Mirvari Gahramanli, directora de la Organización de Protección de los Derechos de los Trabajadores del Petróleo, Neft Dashlari cuenta con residencias, tiendas y hasta un parque construido sobre los muelles de acero. Sin embargo, la vida en la plataforma es dura y solitaria, pues los trabajadores pasan 15 días en el mar y 15 días en tierra.
¿Un Futuro Como Atracción Turística?
A medida que la producción de petróleo en Neft Dashlari disminuye y las estructuras se degradan, algunos expertos vislumbran un futuro diferente para esta ciudad flotante. Gahramanli ha mencionado que la plataforma podría convertirse en un destino turístico o en un centro de recreación marino. Esta idea se hace aún más relevante considerando que, aunque no es de fácil acceso, su carácter icónico y su historia podrían atraer a aventureros y curiosos de todo el mundo.
Sin embargo, la plataforma enfrenta una amenaza climática. Según un estudio de Communications Earth & Environment, el nivel del Mar Caspio podría reducirse entre 9 y 18 metros para el año 2100 debido al cambio climático. Esta reducción, que podría disminuir en un 34% la superficie del mar, afectaría no solo a Neft Dashlari, sino también a las comunidades y ecosistemas a lo largo de su costa.
La COP29 y el Debate sobre el Cambio Climático
En este contexto, Bakú será la sede de la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29). Este evento se centrará en el impacto del cambio climático en los mares cerrados como el Caspio y en la necesidad de una acción urgente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Mukhtar Babayev, presidente designado para la COP29, ha señalado que el éxito de esta cumbre dependerá del esfuerzo global por enfrentar la crisis climática.
Neft Dashlari, como símbolo de la industrialización petrolera en el Caspio, se convierte en un recordatorio de la importancia de encontrar un equilibrio entre el desarrollo y la preservación del medio ambiente. Aunque el cambio climático representa un desafío significativo para esta estructura histórica, su resistencia y adaptación a lo largo de los años también son una lección de perseverancia.
Neft Dashlari, la Ciudad que Desafía el Tiempo y el Mar
A pesar de los desafíos, Neft Dashlari sigue siendo un testimonio del ingenio humano y de la voluntad de adaptación en medio de las adversidades. La ciudad flotante que una vez simbolizó el poder soviético sobre el Caspio hoy permanece en pie como un remanente de una era pasada y como un posible precursor de un futuro más sostenible.
Este enclave único en su tipo podría reinventarse como un espacio de memoria histórica o incluso como un atractivo turístico, ofreciendo una visión de la vida en alta mar y de la industria petrolera. Sea cual sea su destino final, Neft Dashlari representa un hito en la historia de la explotación petrolera y un recordatorio de la relación compleja entre el hombre, la industria y la naturaleza.