El pasado domingo, a las 3:34 am EST, el módulo de aterrizaje Blue Ghost 1 de Firefly Aerospace aterrizó exitosamente en la Luna, cerca de la formación volcánica Mons Latreille, situada en Mare Crisium, una cuenca lunar de más de 300 millas ubicada en el cuadrante noreste del lado visible del satélite.
Éxito en la iniciativa CLPS y campaña Artemis
La misión Blue Ghost representa un hito importante en la exploración espacial, formando parte de la iniciativa Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS, por sus siglas en inglés) de la NASA, así como de la campaña Artemis, orientada a establecer una presencia humana sostenible en la Luna.
Esta misión no solo es la primera entrega CLPS de Firefly Aerospace, sino también su primer alunizaje, posicionando a la empresa como líder en misiones lunares comerciales.
Janet Petro, administradora interina de la NASA, destacó que este logro «demuestra cómo la NASA y las empresas estadounidenses están a la vanguardia de la exploración espacial para beneficio de todos».
Instrumentos científicos y tecnológicos en la Luna
El módulo Blue Ghost llevó 10 instrumentos científicos y tecnológicos de la NASA, destinados a operar durante aproximadamente 14 días terrestres, equivalentes a un día lunar. Estos dispositivos permitirán realizar experimentos cruciales para futuras misiones lunares y marcianas.
Durante su estancia en la Luna, Blue Ghost ha probado exitosamente tecnologías clave, incluyendo sistemas avanzados de navegación por satélite, perforación del subsuelo lunar, recolección de muestras de regolito y mitigación del polvo lunar.
«La ciencia y tecnología enviada a la Luna ahora prepara el camino para la futura exploración de la NASA y la presencia humana a largo plazo, inspirando a generaciones venideras», afirmó Nicky Fox, administrador asociado de ciencia en la NASA.
Datos históricos y récords establecidos
Desde su lanzamiento el pasado 15 de enero desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, Blue Ghost recorrió más de 4,5 millones de kilómetros, transmitiendo más de 120 gigabytes de datos científicos hacia la Tierra. Entre estos logros destaca la recepción de la señal GPS más lejana jamás registrada, captada desde 395.000 kilómetros de distancia.
Además, el módulo enfrentó desafíos tecnológicos clave, como la computación tolerante a la radiación al atravesar los cinturones de Van Allen y la medición de cambios en el campo magnético en el espacio profundo.
Operación durante el anochecer lunar
Una de las pruebas más destacadas de Blue Ghost fue operar más allá del atardecer lunar, un periodo especialmente difícil debido a las extremas variaciones térmicas, que van desde los 121°C hasta -173°C. Aun así, Blue Ghost logró funcionar durante cinco horas adicionales gracias a sus sistemas energéticos autónomos.
Durante este periodo, capturó imágenes en 4K del resplandor del horizonte lunar, observando cómo el polvo lunar reacciona durante el ocaso, un fenómeno inicialmente registrado por la misión Apolo 17.
El «Modo Monumento»: legado en la superficie lunar
Tras completar exitosamente todos sus objetivos, Blue Ghost entró en un estado denominado «Modo Monumento», permaneciendo inactivo en la superficie lunar. Su mensaje final, poético y reflexivo, indicaba:
«Aquí yace Blue Ghost, un testimonio del equipo que, con el cariñoso apoyo de sus familias y amigos, construyó y operó esta máquina y sus cargas útiles».
Este legado simboliza el éxito histórico alcanzado por Firefly Aerospace, destacándose como el primer módulo comercial en completar plenamente una misión lunar.
Firefly Aerospace lidera el futuro comercial en la Luna
Jason Kim, CEO de Firefly Aerospace, expresó su orgullo por esta misión histórica, que establece nuevas oportunidades para futuras operaciones comerciales en el espacio cislunar. El contrato otorgado a Firefly para esta misión fue por un valor fijo de 101,5 millones de dólares bajo el programa CLPS.
Desafíos previos en misiones comerciales
El éxito de Blue Ghost contrasta con las dificultades enfrentadas por otras compañías comerciales. Intuitive Machines, Astrobotic Technology, Ispace y SpaceIL intentaron anteriormente alunizajes suaves, con resultados mixtos o fallidos. Por ejemplo, la misión Odysseus de Intuitive Machines aterrizó suavemente pero en orientación lateral, dificultando las comunicaciones y limitando su operación.
Esto resalta aún más la relevancia del éxito obtenido por Firefly Aerospace, demostrando que misiones anteriormente consideradas inviables para el sector privado ahora son posibles.
Próximos pasos y expectativas
Firefly Aerospace, junto con la NASA, continuará utilizando los datos recopilados por Blue Ghost para futuras misiones, incluyendo la eventual presencia humana permanente en la Luna y la exploración del planeta Marte.
Además, la empresa espera seguir siendo protagonista en el programa CLPS, que tiene un valor máximo acumulado de 2.600 millones de dólares hasta el 2028, con el objetivo de crear una flota robótica privada para explorar la superficie lunar antes del regreso de astronautas al satélite a finales de esta década.
«Nuestro equipo puede parecer más joven y menos experimentado que otros, pero el apoyo mutuo es lo que impulsa el arduo trabajo y la dedicación para encontrar soluciones y hacer de esta misión un éxito», concluyó Will Coogan, ingeniero jefe del módulo Blue Ghost.