La inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo a pasos agigantados. Desde la educación hasta la medicina, su impacto es innegable. En el caso de Duolingo, una de las aplicaciones de aprendizaje de idiomas más populares, la IA ha tomado un rol protagónico. Sin embargo, esta revolución tecnológica no está exenta de controversia’s. Luis von Ahn, cofundador y CEO de Duolingo, afirmó en una entrevista: «Hay cosas hoy en día que las computadoras pueden hacer mejor que los humanos». Esta declaración ha desatado un debate sobre el equilibrio entre la automatización y el toque humano en la educación.
La evolución de Duolingo hacia una empresa «IA-first»
Duolingo, conocida por su icónica mascota, el búho verde Duo, ha revolucionado el aprendizaje de idiomas desde su creación en 2011. Lo que comenzó como un proyecto universitario para democratizar la educación lingüística ahora ofrece más de 40 idiomas, desde inglés hasta suajili. En abril de 2025, la empresa anunció una expansión histórica: 148 nuevos cursos creados con IA, duplicando su catálogo en solo un año. Este logro, según von Ahn, refleja el «increíble impacto de nuestras inversiones en IA y automatización».
La estrategia de Duolingo es clara: convertirse en una empresa «IA-first». Esto implica priorizar la inteligencia artificial sobre los procesos manuales, reemplazando gradualmente a contratistas en tareas que la IA puede realizar con mayor eficiencia. Por ejemplo, la creación de ejercicios y contenido educativo, que antes dependía de lingüistas y traductores, ahora se genera mayormente mediante algoritmos. Este enfoque ha permitido a Duolingo escalar su oferta a una velocidad sin precedentes.
El impacto en los trabajadores: ¿Progreso o sacrificio humano?
La transición hacia un modelo «IA-first» no ha sido bien recibida por todos. En enero de 2024, Duolingo despidió al 10% de sus traductores, delegando sus tareas a la IA, con el resto del equipo supervisando las traducciones generadas. Más recientemente, von Ahn anunció que la empresa «gradualmente dejará de usar contratistas para realizar trabajos que la IA pueda manejar». Esta decisión ha generado críticas, especialmente entre usuarios que valoran el toque humano en el aprendizaje de idiomas.
Muchos usuarios han expresado su descontento en redes sociales, con algunos rompiendo rachas de aprendizaje de más de 1,600 días en protesta por los despidos. La controversia no solo se centra en la pérdida de empleos, sino también en la calidad del contenido generado por IA. Traductores como Andrea Peñalver han señalado que la IA carece de la capacidad para captar matices culturales o contextos complejos, lo que puede llevar a traducciones imprecisas que requieren una revisión exhaustiva.
¿Es la IA un reemplazo total del factor humano?
A pesar de las críticas, Duolingo defiende que la IA no busca eliminar por completo el componente humano, sino optimizar procesos. Von Ahn ha enfatizado que la automatización libera a los empleados de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en labores más creativas. Por ejemplo, la IA puede generar ejercicios personalizados o adaptar lecciones en tiempo real según el nivel del usuario, algo que sería imposible a gran escala sin tecnología.
Sin embargo, lingüistas y educadores advierten que aprender un idioma va más allá de ejercicios automatizados. «Aprender idiomas es aprender también la experiencia de tu profesor, que ha probado sus métodos durante años», señala un artículo de La Vanguardia. La IA, aunque eficiente, no puede replicar la empatía, la intuición y la conexión cultural que un profesor humano aporta.
La perspectiva de los usuarios: ¿Calidad vs. eficiencia?
La reacción de los usuarios de Duolingo ha sido mixta. Por un lado, la IA ha permitido a la plataforma ofrecer nuevas funcionalidades, como lecciones personalizadas y posibles interacciones por videollamada impulsadas por algoritmos. Estas innovaciones prometen una experiencia de aprendizaje más dinámica y accesible. Sin embargo, muchos usuarios han reportado una caída en la calidad de las traducciones y ejercicios generados por IA, lo que ha llevado a algunos a cancelar sus suscripciones premium.
La pregunta que surge es: ¿están los usuarios dispuestos a sacrificar la precisión y el toque humano por una mayor escalabilidad? Según von Ahn, «los pequeños golpes en la calidad» son un precio aceptable por avanzar rápidamente en la misión de Duolingo de democratizar la educación. Sin embargo, la fuga de usuarios sugiere que no todos comparten esta visión.
El debate global: La IA y el futuro del empleo
El caso de Duolingo no es aislado. La adopción de la IA en diversas industrias está generando un debate global sobre el futuro del empleo. Según un informe citado por Vandal, la automatización podría destruir 83 millones de empleos en los próximos cinco años, aunque también se crearían 69 millones de nuevos roles. Expertos como Pablo Urquijo, de ManpowerGroup, sugieren que el enfoque debería centrarse en la «transformación del empleo» en lugar de la simple creación o destrucción de puestos.
En el sector educativo, la IA está cambiando la forma en que trabajamos. Desde la gestión de recursos humanos hasta la supervisión del rendimiento, la tecnología está siendo utilizada para evaluar entrevistas, analizar datos de desempeño y personalizar la capacitación. Sin embargo, la «cobotización» –la colaboración entre humanos y máquinas– parece ser el camino a seguir, en lugar de un reemplazo total.
La visión de Luis von Ahn: ¿Un futuro sin profesores?
Una de las declaraciones más polémicas de von Ahn ha sido su visión del futuro de la educación. En publicaciones recientes en X, se reporta que el CEO de Duolingo cree que la IA podría convertirse en un mejor maestro que los humanos, relegando a los profesores a un rol más parecido al de «cuidadores» en escuelas que funcionarían como «guarderías». Esta perspectiva ha generado críticas, especialmente entre educadores que ven en la IA una herramienta complementaria, no un sustituto.
Por otro lado, von Ahn argumenta que la IA permite a Duolingo cumplir su misión de hacer la educación accesible a todos. «Para enseñar bien, necesitamos crear una cantidad masiva de contenido, y hacerlo manualmente no es escalable», afirmó. Esta visión alinea a Duolingo con otras empresas tecnológicas, como Shopify, que también están adoptando la IA para optimizar procesos internos.
Los riesgos éticos de la IA en la educación
La transición hacia un modelo «IA-first» plantea preguntas éticas. ¿Es justo priorizar la eficiencia sobre el empleo humano? ¿Puede la IA garantizar una educación inclusiva y culturalmente relevante? Algunos expertos advierten que depender demasiado de algoritmos podría limitar el acceso a una enseñanza personalizada, especialmente si las funciones avanzadas de IA se restringen a planes premium.
Además, la IA no está exenta de errores. En el ámbito de la traducción, por ejemplo, los algoritmos pueden generar contenido impreciso o culturalmente insensible, lo que requiere una supervisión humana constante. Esto plantea un dilema: si la IA necesita revisión humana, ¿realmente está reemplazando a los trabajadores o simplemente está cambiando la naturaleza de sus roles?
El equilibrio entre tecnología y humanidad
A medida que la IA se integra en la educación, encontrar un equilibrio entre tecnología y humanidad será clave. Empresas como Nintendo han enfatizado la importancia de mantener un «toque humano» en sus productos, incluso al adoptar la IA. En el caso de Duolingo, la empresa enfrenta el desafío de innovar sin alienar a sus usuarios ni comprometer la calidad educativa.
Expertos en educación, como Rebeca Hwang, han destacado la necesidad de enfocarse en habilidades como la creatividad y la inteligencia emocional, que la IA no puede replicar fácilmente. Estas habilidades serán esenciales para preparar a los trabajadores y estudiantes para un mercado laboral transformado por la tecnología.
El futuro del aprendizaje de idiomas
El caso de Duolingo refleja un cambio más amplio en la forma en que concebimos la educación y el trabajo. La IA tiene el potencial de democratizar el acceso al aprendizaje, pero también plantea riesgos para los empleos y la calidad educativa. Mientras Duolingo avanza hacia un futuro «IA-first», queda por ver si los usuarios seguirán confiando en su búho verde o si buscarán alternativas que prioricen la conexión humana.
En última instancia, el debate no es solo sobre la IA, sino sobre cómo equilibrar la eficiencia con los valores humanos. Como dijo un usuario en X, «la IA no debería reemplazar a las personas, sino trabajar con ellas». Duolingo tiene la oportunidad de liderar este cambio, pero solo si logra mantener la confianza de sus usuarios y empleados.
¿Hacia dónde va Duolingo?
Duolingo está marcando el camino en la integración de la IA en la educación, pero su enfoque «IA-first» ha generado tanto entusiasmo como preocupación. Mientras la empresa celebra la creación de 148 nuevos cursos y una mayor personalización, enfrenta críticas por los despidos y la percepción de una caída en la calidad. El desafío para Duolingo –y para todas las empresas que adoptan la IA– será encontrar un equilibrio que combine la eficiencia tecnológica con la riqueza del toque humano.
El futuro del aprendizaje de idiomas está en juego, y Duolingo está en el centro del debate. ¿Podrá la IA realmente superar a los humanos en la enseñanza de idiomas, como sugiere von Ahn? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: la educación nunca volverá a ser la misma.