Dubai, Emiratos Árabes Unidos – En un movimiento histórico, los delegados en las conversaciones sobre el clima COP28 de las Naciones Unidas llegaron a un acuerdo innovador que insta a las naciones a alejarse de los combustibles fósiles para mitigar las consecuencias más graves del cambio climático. El acuerdo, aprobado por casi 200 países el miércoles, es aclamado como un paquete monumental de medidas, que establece un plan sólido para lograr el objetivo de limitar las temperaturas globales a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
El presidente de la COP28, Sultan al-Jaber, también director ejecutivo de la compañía petrolera Adnoc de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), elogió el acuerdo como un «paquete histórico» que proporciona un marco sólido para abordar el cambio climático de manera efectiva. Por primera vez, el acuerdo final aborda explícitamente la cuestión de los combustibles fósiles, lo que marca un importante punto de inflexión en la política climática global.
«Por primera vez en nuestro acuerdo final tenemos lenguaje sobre los combustibles fósiles», declaró al-Jaber.
A pesar de no exigir una «eliminación gradual» completa de los combustibles fósiles, el acuerdo enfatiza el imperativo de abandonar los combustibles fósiles en los sistemas energéticos. Aboga por una transición justa, ordenada y equitativa al tiempo que acelera las acciones en esta década crítica. El objetivo es lograr emisiones netas cero de gases de efecto invernadero a nivel mundial para 2050, alineándose con los principios de la ciencia climática.
El enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, elogió el compromiso tanto de Estados Unidos como de China de actualizar sus estrategias climáticas a largo plazo en respuesta al acuerdo. Hizo hincapié en que el acuerdo envía un poderoso mensaje al mundo.
Sin embargo, más de 100 naciones habían buscado una cláusula clara de «eliminación gradual», que el acuerdo no incluía explícitamente. En cambio, exige una transición que se alinee con la ciencia climática y trabaje para lograr emisiones netas cero para 2050.
El borrador anterior enfrentó críticas por ofrecer medidas opcionales para combatir el cambio climático, mientras que la versión final llama explícitamente a todas las naciones a contribuir a través de una serie de acciones. La aprobación del acuerdo se considera un triunfo para el multilateralismo y la diplomacia climática.
La ministra francesa de Energía, Agnes Pannier-Runacher, elogió el acuerdo como «una victoria para el multilateralismo y la diplomacia climática» y enfatizó la necesidad de implementar un plan para salir de los combustibles fósiles.
El Ministro de Clima y Medio Ambiente de Noruega, Espen Barth Eide, afirmó: «Es la primera vez que el mundo se une en torno a un texto tan claro sobre la necesidad de abandonar los combustibles fósiles».
La conferencia, celebrada en Dubai, uno de los 10 principales productores de petróleo del mundo, enfrentó el escrutinio por sus estrechos vínculos con los intereses de los combustibles fósiles. La ausencia de la palabra «petróleo» en el documento de 21 páginas, que menciona «combustibles fósiles» dos veces, plantea dudas sobre la alineación de la conferencia con la industria.
Al concluir la conferencia, muchas cuestiones financieras se aplazaron hasta las próximas conferencias sobre el clima en Azerbaiyán y Brasil durante los próximos dos años. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que los países en desarrollo necesitan entre 194.000 y 366.000 millones de dólares al año para adaptarse a los desafíos de un mundo más cálido e impredecible.
A raíz del acuerdo COP28, el mundo mira hacia una nueva era en la acción climática, reconociendo la urgente necesidad de abandonar los combustibles fósiles para lograr un futuro sostenible. La aprobación del acuerdo es un testimonio de la evolución del consenso global para abordar de frente la apremiante cuestión del cambio climático.