La fiebre infantil es una de las principales preocupaciones de los padres en todo el mundo. Este fenómeno, que no es una enfermedad en sí misma, genera muchas dudas y temores debido a una gran cantidad de mitos y creencias erróneas que han persistido a lo largo de los años. Para entender mejor este tema, hemos consultado al Dr. Raúl Urquizo, médico pediatra y ex Decano del Colegio Médico del Perú, quien nos ofrece una perspectiva basada en la ciencia y la evidencia.
En este reportaje, desglosaremos los mitos más comunes sobre la fiebre infantil, explicaremos qué es la fiebre, cómo manejarla y cómo diferenciar una fiebre benigna de una situación que requiere atención médica inmediata.
¿Qué es la fiebre y por qué ocurre?
La fiebre se define como un aumento temporal de la temperatura corporal, generalmente causado por una infección. Es una respuesta natural del sistema inmunológico para combatir microorganismos como virus y bacterias. Según el Dr. Urquizo, “la fiebre no es algo que deba temerse; al contrario, indica que el cuerpo está actuando contra agentes externos”.
En los niños, una temperatura corporal superior a 37.5 °C medida en la axila o 38 °C medida rectalmente se considera fiebre. Este mecanismo tiene el propósito de crear un ambiente menos favorable para el crecimiento de microorganismos y activar ciertas células inmunitarias que combaten las infecciones.
Desmitificando los mitos sobre la fiebre infantil
1. “La fiebre es muy peligrosa, sobre todo en los niños”
Falso. La fiebre no es peligrosa en sí misma. De hecho, es un mecanismo de defensa que ayuda al cuerpo a combatir infecciones. El verdadero peligro radica en las complicaciones que pueden surgir, como la deshidratación o las convulsiones febriles en casos muy específicos. La clave está en monitorear al niño y estar atentos a otros síntomas.
2. “La fiebre causa meningitis”
Falso. La meningitis es causada por infecciones bacterianas, virales o fúngicas, no por la fiebre. Sin embargo, la fiebre puede ser un síntoma de meningitis, por lo que es importante observar otros signos como rigidez en el cuello, somnolencia extrema o dificultad para respirar.
3. “La fiebre siempre provoca convulsiones en los niños”
Falso. Las convulsiones febriles son poco comunes y afectan solo a un pequeño porcentaje de niños menores de 5 años. Estas convulsiones suelen ser breves y, aunque alarmantes, generalmente no tienen consecuencias graves. Según el Dr. Urquizo, es importante mantener la calma y consultar a un médico si ocurre una convulsión.
Cómo manejar la fiebre infantil
¿Cuándo preocuparse?
Aunque la fiebre por sí sola no es peligrosa, hay situaciones que requieren atención inmediata:
- Fiebre en lactantes menores de 3 meses.
- Temperatura superior a 40 °C.
- Fiebre que dura más de tres días.
- Presencia de síntomas graves como dificultad para respirar, somnolencia excesiva o rigidez en el cuello.
Medición adecuada de la fiebre infantil
El Dr. Urquizo recomienda el uso de termómetros digitales para medir la temperatura en la axila. Los termómetros de mercurio, aunque precisos, son peligrosos debido a su toxicidad en caso de ruptura.
Tratamiento de la fiebre infantil
- Hidratación: Es fundamental ofrecer líquidos frecuentes al niño para evitar la deshidratación.
- Medicación: Los antipiréticos como el paracetamol o el ibuprofeno pueden usarse si el niño está muy molesto, pero siempre bajo orientación médica.
- Evitar baños fríos: Esto puede causar escalofríos y aumentar el malestar.
Sus causas: Diferenciando lo viral de lo bacteriano
Uno de los errores más comunes es asumir que una fiebre alta indica una infección bacteriana grave. Según los expertos, la magnitud de la fiebre no permite diferenciar entre infecciones virales y bacterianas. Tanto virus como bacterias pueden causar fiebre alta o baja. El diagnóstico adecuado requiere evaluación clínica y, en algunos casos, pruebas de laboratorio.
Educación para los padres: Clave para desmitificar la fiebre
La información es el mejor aliado para combatir los mitos sobre la fiebre infantil. Es esencial que los padres:
- Consulten a médicos confiables.
- Eviten automedicar a sus hijos.
- Entiendan que la fiebre no siempre requiere tratamiento inmediato.
Conclusión: La fiebre como aliada del cuerpo
Lejos de ser un enemigo, es una herramienta vital del organismo para enfrentar infecciones. Con el manejo adecuado y la información correcta, los padres pueden superar el temor a la fiebre y centrarse en el bienestar integral de sus hijos. Como destaca el Dr. Urquizo, “la educación y la calma son fundamentales para manejar cualquier situación de salud en los niños”.