El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Asociación de Alzheimer, más de 6 millones de personas en los Estados Unidos viven con esta forma de demencia, y se espera que esta cifra se duplique en las próximas dos décadas, alcanzando alrededor de 13 millones en 2050. A medida que la población envejece, la necesidad de métodos efectivos y accesibles para el diagnóstico temprano del Alzheimer se vuelve cada vez más urgente. Recientemente, un estudio ha sugerido que una prueba de sangre para una proteína llamada tau fosforilada, o p-tau, podría utilizarse para detectar la enfermedad de Alzheimer con «alta precisión» incluso antes de que aparezcan los síntomas.
El Papel de la Proteína p-tau en el Diagnóstico del Alzheimer
El estudio mencionado investigó la viabilidad de usar la p-tau217, una variante específica de la proteína tau, como biomarcador para el Alzheimer. Esta proteína aumenta simultáneamente con otras proteínas dañinas como el beta amiloide y la tau, las cuales se acumulan en los cerebros de las personas con Alzheimer. Actualmente, para identificar la acumulación de beta amiloide y tau en el cerebro, los pacientes deben someterse a escaneos cerebrales o punciones lumbares, procedimientos que a menudo son inaccesibles y costosos.
Sin embargo, la prueba de sangre simple desarrollada en este estudio demostró ser hasta un 96% precisa en la identificación de niveles elevados de beta amiloide y hasta un 97% precisa en la identificación de tau. Estos resultados fueron publicados en la revista JAMA Neurology y fueron considerados impresionantes por los investigadores, quienes destacaron que la precisión de la prueba de sangre era comparable a la de pruebas avanzadas como los análisis de líquido cefalorraquídeo y los escaneos cerebrales.
Implicaciones para el Diagnóstico y Tratamiento del Alzheimer
El profesor Nicholas Ashton, de la Universidad de Gotemburgo en Suecia y uno de los autores del estudio, afirmó que la comunidad científica ha sabido durante varios años que las pruebas de sangre para medir tau u otros biomarcadores tienen el potencial de evaluar el riesgo de Alzheimer. Ashton subrayó que este estudio demuestra que estamos cerca de utilizar estas pruebas en la práctica clínica.
La prueba utilizada en el estudio, denominada ALZpath pTau217 assay, es una herramienta comercial desarrollada por la empresa ALZpath, que proporcionó los materiales para el estudio de manera gratuita. Aunque actualmente solo está disponible para uso en investigación, se espera que pronto esté disponible para uso clínico. Los profesores Kaj Blennow y Henrik Zetterberg, coautores del estudio, declararon que este hallazgo es instrumental en el desarrollo de biomarcadores basados en sangre para el Alzheimer, allanando el camino para el uso clínico de la prueba ALZpath pTau217.
Beneficios de un Diagnóstico Temprano
El diagnóstico temprano del Alzheimer mediante una prueba de sangre podría transformar la gestión de la enfermedad. Un biomarcador robusto y preciso basado en sangre permitiría una evaluación más completa del deterioro cognitivo en contextos donde las pruebas avanzadas son limitadas. Esto mejoraría la gestión de los pacientes y facilitaría el acceso oportuno a terapias modificadoras de la enfermedad.
El estudio encontró que la prueba de sangre mostró una «alta precisión» en la identificación de la patología tau en personas que dieron positivo para beta amiloide. Esto podría ayudar a guiar las decisiones de tratamiento en pacientes que consideren terapias dirigidas al beta amiloide, como Leqembi y Aduhelm, que pueden ser menos efectivas en pacientes con patología tau avanzada.
Accesibilidad y Costos
La empresa ALZpath estima que el precio de la prueba podría oscilar entre $200 y $500, una opción mucho más accesible en comparación con los costosos escaneos cerebrales y punciones lumbares. El Dr. Richard Isaacson, neurólogo preventivo y director de investigación en el Instituto de Enfermed
ades Neurodegenerativas en Florida, afirmó que este tipo de prueba podría utilizarse para diagnosticar tanto a personas que experimentan pérdida de memoria temprana como antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad, ya que los cambios en el cerebro pueden ocurrir aproximadamente 20 años antes de la aparición de los síntomas evidentes.
Isaacson comparó las pruebas de sangre para el Alzheimer con las pruebas rutinarias de colesterol, que se realizan antes de que las personas sufran un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. «Realizar pruebas de pTau217 a lo largo del tiempo puede ayudarnos a comprender mejor cómo las diversas terapias y cambios en el estilo de vida están funcionando para mantener el Alzheimer bajo mejor control,» afirmó Isaacson.
Futuro de las Pruebas de Diagnóstico para el Alzheimer
El estudio incluyó datos de 786 personas con una edad promedio de 66 años, quienes se sometieron a escaneos cerebrales, punciones lumbares y recolección de muestras de sangre. Los investigadores encontraron que los resultados de la prueba de sangre con el inmunoensayo p-tau217 mostraron resultados y precisiones similares a los obtenidos de la punción lumbar o el escaneo cerebral del participante.
Solo alrededor del 20% de los participantes del estudio tuvieron resultados de la prueba de sangre que, en un entorno clínico, habrían requerido pruebas adicionales con imágenes o punción lumbar debido a resultados poco claros. Esto representa una reducción significativa en exámenes costosos y de alta demanda.
En el futuro, es posible que se recomiende a los adultos mayores de 50 años someterse a pruebas de sangre de rutina para el Alzheimer. El profesor David Curtis, de la University College London, destacó que cuando se dispongan de tratamientos efectivos para prevenir la progresión del Alzheimer, será esencial identificar a las personas en alto riesgo antes de que comiencen a deteriorarse. Curtis señaló que una prueba de sangre simple para medir los niveles de tau fosforilada en la sangre podría tener enormes implicaciones.
El avance en las pruebas de sangre para el diagnóstico temprano del Alzheimer representa una esperanza significativa para el futuro de la medicina preventiva y la gestión de la demencia. Con el desarrollo continuo de tratamientos y la accesibilidad de estas pruebas, estamos cada vez más cerca de transformar la forma en que abordamos esta devastadora enfermedad, ofreciendo a los pacientes y sus familias una mejor calidad de vida y esperanza para el futuro.