En un momento en que la población mundial de frailecillos (Fratercula arctica) está cayendo a ritmos alarmantes, una pequeña isla en la costa de Gales ofrece un faro de esperanza. Skomer, con apenas 2,92 km², ha registrado 43 626 parejas reproductoras de frailecillos en la primavera de 2025, el récord más alto jamás contabilizado en su historia moderna. Esta cifra, obtenida por la organización Fondo para la Vida Silvestre del Sur y el Oeste de Gales (WTSWW), contrasta con los descensos de hasta un 80 % observados en colonias de Islandia y Escocia en las últimas dos décadas.
El éxito de Skomer no es fruto de la casualidad, sino de una combinación de aislamiento, protección activa, ausencia de depredadores invasores y una gestión científica de vanguardia. Sin embargo, los frailecillos siguen catalogados como vulnerables por la UICN, y su repunte en esta isla resalta tanto la fragilidad como la capacidad de recuperación de las aves marinas cuando reciben el cuidado correcto.
Los frailecillos en apuros: un declive global
Los frailecillos se distribuyen a lo largo de las costas del Atlántico Norte y del Ártico. Su declive responde a varios factores:
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Escasez de presas: la sobrepesca reduce sus peces clave (sardinas, capelanes), vitales para alimentar a las crías.
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Cambio climático: el calentamiento de las aguas altera corrientes y disponibilidad de alimento.
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Depredadores invasores: ratas, gatos y zorros introducidos en algunas colonias isleñas depredan huevos y pollos.
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Contaminación: derrames de petróleo y plásticos en el mar afectan su supervivencia.
Según la Lista Roja de la UICN, la población global de frailecillo ha descendido un 40 % en los últimos 30 años, y varias colonias históricas desaparecen por completo. Este panorama hace destacar aún más el caso de Skomer como una excepción y un modelo de conservación exitosa.
Skomer: la isla refugio
Ubicación y características
Skomer se alza frente a la costa de Pembrokeshire, en el suroeste de Gales. Sus principales rasgos:
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Superficie: 2,92 km².
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Topografía: acantilados elevados de hasta 60 m, praderas y pequeñas playas.
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Clima: templado oceánico, lluvias frecuentes y temperaturas moderadas.
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Acceso: solo por ferry desde Martin’s Haven; restringido durante la temporada de cría (abril–julio).
Su aislamiento natural limita la llegada de depredadores terrestres y reduce el impacto del turismo masivo.
Gestión y protección de la reserva
El WTSWW administra Skomer desde 1959, aplicando:
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Vigilancia de depredadores: trampa y erradicación de ratas.
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Control de visitantes: máximo de 25 000 personas anuales, con rutas marcadas y guías obligatorios.
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Mantenimiento de hábitat: cerramiento de áreas sensibles y restauración de praderas costeras.
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Monitoreo científico: conteos anuales, anillamiento y estudios de alimentación.
Gracias a esta gestión, Skomer ha protegido no solo a los frailecillos, sino también a 350 000 parejas de pardelas baleares (Puffinus puffinus), miles de araos (Uria aalge) y alcas comunes (Alca torda).
Recuento récord: 43 626 frailecillos
Metodología del conteo
Cada primavera, seis agentes del WTSWW recorren Skomer al anochecer, cuando las aves terrestres, marinas y en vuelo confluyen cerca de los acantilados. El proceso:
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División en sectores: la isla se segmenta en áreas numeradas para cobertura uniforme.
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Patrullaje sincronizado: dos rondas —una hacia el norte y otra al sur— dos horas antes del ocaso.
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Conteo triple: avistamientos en tierra, mar e aire, usando contadores manuales.
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Registro homogéneo: la misma metodología anual garantiza comparabilidad interanual.
Según Rob Knott (WTSWW), la precisión oscila en un margen de ± 500–1000 aves, pero el procedimiento constante permite reportar cifras fiables año tras año.
Evolución de las cifras en la última década
Año | Parejas de frailecillo |
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2015 | 28 412 |
2018 | 35 789 |
2021 | 39 102 |
2023 | 42 513 |
2025 | 43 626 |
El aumento constante (media anual + 6 %) contrasta con colonias contiguas en declive, destacando la singularidad de Skomer como oasis de abundancia.
Claves del éxito en Skomer
La recuperación y prosperidad de los frailecillos en Skomer descansan en cuatro pilares:
Ausencia de depredadores invasores
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Erradicación de ratas en los 1980: proyectos de veneno y trampas.
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Prohibición de aterrizaje de mascotas, monitoreo de barcos de suministros.
Al no haber ratas, gatos o zorros, los huevos y pollos alcanzan un éxito de eclosión del 85 %, frente al 40 % en islas sin control.
Abundancia de alimento local
El área marina de Skomer está protegida contra la pesca intensiva:
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Reserva marina: 10 km de zona libre de arrastre.
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Alta densidad de capelán (Mallotus villosus) y arenque juvenil.
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Estudios de GPS en frailecillos marcan zonas de alimentación a 5–15 km de la costa.
Este alimento rico y cercano optimiza las jornadas de pesca de los padres, vital para el crecimiento acelerado de los pollos.
Monitoreo y gestión científica
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Anillamiento de crías y adultos para seguimiento individual.
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Estudios de salud: pruebas de carga de parásitos y estado nutricional.
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Colaboración académica: universidades de Cardiff y Swansea realizan publicaciones anuales.
El conocimiento detallado permite detectar cambios tempranos y ajustar medidas de gestión.
Control del impacto humano
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Turismo sostenible: límite de visitantes, rutas señalizadas y guías formados.
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Educación ambiental: carteles informativos y folletos resaltan la importancia de la distancia.
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Infraestructura mínima: muelles flotantes y senderos elevados evitan pisoteo de crías.
La coexistencia entre visitantes y aves garantiza que la presión humana no comprometa el éxito de la colonia.
Especies cohabitantes: un paraíso de aves marinas
Además de frailecillos, Skomer alberga:
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Pardelas baleares: 350 000 parejas, mostrando densidades únicas.
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Araos y alcas comunes: decenas de miles de parejas.
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Charranes árticos y gaviotas tridáctilas: colonias menores, pero estables.
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Zorzales marinos y petreles mares: nidifican en vegetación costera.
La diversidad convierte Skomer en Hotspot global para la investigación ornitológica y el avistamiento responsable.
Amenazas emergentes
Aunque Skomer es un modelo de refugio, surgen peligros globales:
Gripe aviar
La propagación de Influenza aviar entre aves marinas ha causado muertes masivas en otras colonias de Europa. WTSWW intensifica:
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Vigilancia sanitaria: análisis de cadáveres.
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Protocolos de bioseguridad: desinfección de botas y equipamiento.
Olas de calor marinas
Los veranos de 2023–24 registraron picos de temperatura del agua de hasta 3 °C por encima de la media. Esto:
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Impacta el reclutamiento de peces juveniles.
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Obliga a las aves a volar más lejos, aumentando mortalidad de adultos y pollos.
Cambio climático y pesca
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Desplazamiento de bancos de peces hacia latitudes más altas.
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Fluctuaciones de captura en aguas adyacentes, afectando la fiabilidad de la fuente de alimento.
El papel del ecoturismo responsable
Skomer recibe 25 000 visitantes al año. El ecoturismo bien gestionado:
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Genera fondos para conservación (entradas, donaciones).
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Fomenta la educación: talleres para colegios y guías voluntarios.
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Ayuda a difundir la problemática global de las aves marinas.
No obstante, WTSWW recalca la necesidad de mantener cotas bajas de visitantes y reforzar normas de distanciamiento y sin uso de drones.
Lecciones para otras reservas y regiones
Los factores de éxito de Skomer pueden adaptarse a otras zonas:
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Erradicación de especies invasoras (ratas, gatos) con planes a 5 años.
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Creación de reservas marinas cercanas a las colonias.
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Metodologías de conteo replicables que garanticen datos confiables.
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Ecoturismo regulado que financie la conservación sin superar la capacidad de carga.
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Monitorización de salud y colaboración científica.
Archipiélagos como Farne en Inglaterra o Inner Hebrides en Escocia están explorando adoptar estos protocolos.
El futuro de los frailecillos y la conservación
Skomer es cautelosamente optimista. Sus cifras récord no deben desviar la atención de:
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La necesidad de adaptar medidas ante nuevas amenazas (gripe aviar, clima).
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La importancia de replicar el modelo en otras colonias en declive.
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La urgencia de políticas pesqueras sostenibles que aseguren abundancia de alimento.
Solo así, los frailecillos podrán dejar de ser vulnerables para convertirse, algún día, en especie de preocupación menor.
Conclusión:
La isla de Skomer representa una luz de éxito en un panorama global adverso para los frailecillos. Su aumento sostenido hasta 43 626 parejas —récord absoluto— demuestra que, con protección activa, aislamiento de depredadores, gestión científica y ecoturismo responsable, es posible revertir declives severos en poblaciones de aves marinas.
Pero este caso ejemplar no debe conducir a la complacencia. El cambio climático, la gripe aviar y la sobrepesca amenazan las colonias de todo el Atlántico Norte. Las lecciones de Skomer deben servir de manual para otras reservas y gobiernos, asegurando que el colorido regreso de los frailecillos cada primavera no sea solo un hito local, sino el preludio de una recuperación global durable.