Imperdible reflexión de Richard Ford: descubre en este 2025, la fuerza de ser feliz tras la tragedia

En un mundo donde la desazón colectiva se apodera de numerosos corazones, la voz de Richard Ford, galardonado con el Pulitzer y el Princesa de Asturias de las Letras, suena contra el ruido. Desde Montana, donde trabaja en su próximo ensayo sobre escritura política, Ford invita a repensar un mandato social olvidado: la obligación individual de buscar la felicidad, sin exenciones, incluso tras pérdidas desgarradoras. Su último personaje, Frank Bascombe, encarna esa lucha íntima en su novela Sé mía (2024), donde la tragedia y la esperanza racional conviven en un drama profundamente humano.


Richard Ford: un escritor político que escribe sobre la vida íntima

Biografía esencial

  • Nacimiento y formación: Nacido en 1944 en Jackson, Mississippi, Ford ingresó en la gran tradición de la novela americana del siglo XX.

  • Premios y reconocimientos: Ganador del Pulitzer y del PEN/Faulkner por El día de la Independencia (1996) y del Premio Princesa de Asturias de las Letras (2016).

  • Trayectoria académica: Profesor en Williams College, Princeton, Harvard, Northwestern y Michigan; miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras.

El telón de fondo político

Aunque la política no ocupe el centro de sus tramas, Ford se define sin reparos como escritor político:

“Todo lo que ocurre en la vida íntima, incluso a pequeña escala, refleja algo que sucede en la esfera pública.”
– Richard Ford, en entrevista con BBC Mundo.

En su próximo libro, un ensayo sobre escritura política, profundizará esa mirada: cómo lo doméstico se proyecta en la diplomacia, en las decisiones de gobierno y en la cultura cívica de Estados Unidos.


Frank Bascombe y la obligación de ser feliz

El adiós a un mito literario

Frank Bascombe, el alter ego que atesora Ford desde El periodista deportivo (1986), culmina su viaje en Sé mía (2024). Viudo y padre afectado por la muerte de su hijo Paul, Bascombe ejemplifica la asignatura pendiente de la felicidad consciente.

“Nada te exime”

Ford ya no escribe como Bascombe, sino como él mismo, y plantea sin ambages:

“Tener la obligación de buscar la manera de que cada día importe, incluso cuando hayas perdido un hijo, a tu esposa o no te lleves bien con tu hija. Nada te exime de tu responsabilidad –si decides asumirla– de ser feliz en este mundo.”

Esta máxima, tan poco “estadounidense” en su dureza, reformula la “búsqueda de la felicidad” tan consagrada en la Declaración de Independencia de EE. UU., y la convierte en un reto personal:

  • No estúpida: una felicidad crítica, no ingenua.

  • Intelectual: consciencia activa, no anestesia.

  • Racional: un proyecto viable, no mitológico.


La simbiosis de alegría y dolor: el arte del drama realista

Tragedia y comedia en un mismo latido

Para Ford, felicidad y tristeza son dos caras del mismo drama humano:

“A veces estamos tristes y reímos; a veces estamos contentos y lloramos. Ese entrecruzamiento crea el mejor drama porque refleja la vida diaria.”

Cita Henry James, quien defendía la “estrecha conexión” entre placer y aflicción. En la obra de Ford, esa ambivalencia:

  • Enriquece la caracterización de personajes.

  • Otorga credibilidad narrativa.

  • Genera empatía en el lector.

La convención retorcida

En Sé mía, Ford “toma la convención social y la da vuelta” para mostrar que la facultad de ser feliz —contracultural hoy— puede ejercerse. La ficción permite extraer ese mandato interior de su pantano existencial y convertirlo en un objetivo literario.


La dimensión política de lo íntimo

El microcosmos como espejo

Aristóteles sostenía que “el Estado” emerge de la suma de pequeñas comunidades. Ford retoma esa idea:

“Lo que cada persona hace en su casa se refleja en la política.”

En sus novelas, la crisis de un matrimonio o la melancolía de un barrio suburbano revelan las fracturas y esperanzas de la nación.

Ensayo en ciernes

El próximo ensayo de Ford profundizará en la escritura política:

  • Cómo el novelista capta tendencias públicas.

  • Por qué la vida cotidiana es política.

  • Cómo la responsabilidad personal puede traducirse en cambio cívico.


Richard Ford ante la polarización cultural

“Anti-woke” y cultura de la cancelación

Ford denuncia tanto la represión de la libertad de expresión en sectores de izquierda como el contraataque “anti-woke” de la derecha:

“Cuando surgió, lo ‘woke’ invitaba a ‘despertar, mirar a tu alrededor’. Hoy, la izquierda lo vació de su sentido y la derecha se lo apropió.”

Su postura destaca la urgencia del pensamiento crítico, de no dejar la narración pública en manos de dogmas o slogans.

Nostalgia y retrotopía

En un tiempo de anhelos de “volver al pasado”, Ford recomienda:

  • Analizar la historia con honestidad (la Guerra Civil, p. ej., fue por la esclavitud).

  • Confiar en el futuro, que no es inferior al pasado.


Legado y próximos pasos

El adiós de Frank

Con Sé mía, Bascombe sale de escena. Ford cierra un ciclo de cuatro décadas en la gran novela americana.

Una “novelita cómica”

Si vive lo suficiente, Ford anuncia su deseo de escribir comedia pura. Porque, en su opinión, “todos necesitamos aprender a reír de nuevo”.


Conclusión

Richard Ford, con la madurez que otorga una vida dedicada a la literatura, nos desafía a la vez que nos alienta: la felicidad es un deber íntimo y político. Su obra nos recuerda que, incluso ante las pérdidas más atroces —un hijo, una esposa—, la responsabilidad de hacer que cada día importe se mantiene. En sus relatos y en su voz crítica, la íntima búsqueda de la dicha emerge como el acto más rebelde y necesario contra el declive y la polarización. Y, al releer a Ford, descubrimos que la libertad —unta vez más— se conquista en el corazón de la ficción y en la conciencia de cada lector.

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