El mundo de la moda y la alta sociedad internacional está de luto tras la partida de Reinaldo Herrera, esposo de la icónica diseñadora Carolina Herrera. El aristócrata venezolano falleció el martes 18 de marzo de 2025, a los 91 años, en su hogar de Manhattan. Su partida deja un gran vacío en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y en todos aquellos que admiraban su porte distinguido y su impecable sentido del estilo.
Un hombre de mundo y refinamiento
Reinaldo Herrera no solo fue el compañero de vida de Carolina Herrera, sino también una figura clave en la alta sociedad y la industria de la moda. Hijo del aristócrata Reinaldo Herrera Uslar, marqués de Torre Casa, su vida estuvo marcada por el lujo y la exclusividad desde su nacimiento. Con el paso del tiempo, su carisma y refinado gusto lo llevaron a desempeñarse como editor en la revista Vanity Fair, donde fue responsable de la prestigiosa lista de las personas mejor vestidas del mundo.
Su trabajo en el mundo editorial también incluyó colaboraciones con publicaciones como Town & Country, donde sus columnas reflejaban un profundo conocimiento del buen gusto y la sofisticación. Fue precisamente en una de esas listas de Vanity Fair, en 1971, donde Carolina Herrera apareció por primera vez, marcando el inicio de su ascendente carrera en la moda.
Un pilar fundamental en la carrera de Carolina Herrera
El respaldo de Reinaldo Herrera fue crucial para que su esposa consolidara su firma, que hoy es sinónimo de elegancia y lujo. Gracias a su red de contactos y a su innata capacidad para moverse en los círculos de la alta sociedad, Carolina Herrera tuvo acceso a figuras como Andy Warhol y Jacqueline Kennedy Onassis, quienes fueron determinantes en su posicionamiento dentro del mundo de la moda.
En 1981, cuando Carolina lanzó su primera colección en Nueva York, contó con el apoyo incondicional de su esposo. Desde entonces, su marca se ha convertido en una de las más influyentes del siglo XX y XXI, vistiendo a personalidades como la reina Isabel II, Bianca Jagger y Anna Wintour.
Una historia de amor y compañerismo
La historia de amor entre Reinaldo y Carolina Herrera comenzó en Caracas, su ciudad natal. Carolina, quien trabajaba en la firma Pucci en aquel entonces, conoció a Reinaldo tras su divorcio de Guillermo Behrens Tello. En 1968, la pareja contrajo matrimonio y formó una familia que se convertiría en el epítome de la sofisticación. De su unión nacieron Carolina Adriana y Patricia Cristina Herrera, quienes se sumaron a Ana Luisa y Mercedes, hijas del primer matrimonio de la diseñadora.
Reinaldo y Carolina fueron una de las parejas más admiradas del mundo de la moda y la alta sociedad. En cada aparición pública, su compenetración y mutuo respeto eran evidentes, proyectando una imagen de sofisticación y complicidad que pocos lograban igualar.
Un círculo de amistades influyentes
Reinaldo Herrera era un hombre de mundo, con amistades que abarcaban desde la realeza europea hasta las figuras más prominentes del arte y la moda. En las exclusivas fiestas de Studio 54 o en cenas íntimas en su residencia del Upper East Side, compartió momentos con personalidades como Oscar de la Renta, Estée Lauder, los Rockefeller y la infanta Elena de España.
Su papel como editor de Vanity Fair también le permitió entrevistar a líderes internacionales como Yasser Arafat y Muamar el Gadafi, consolidándolo como una figura de gran influencia en el periodismo y la diplomacia.
Un legado de elegancia y buen gusto
La firma Carolina Herrera compartió un emotivo mensaje tras su fallecimiento, destacando su sensibilidad por la cultura, su carisma y su agudo ingenio. «Ante todo, fue un hombre dedicado a su familia y profundamente querido por ella. Disfrutaba plenamente su papel de marido, padre y abuelo, y apoyó con orgullo la marca Carolina Herrera desde su fundación en 1981», señaló la casa de moda.
A lo largo de los años, Herrera mantuvo un estilo impecable, combinando trajes a medida de Savile Row con accesorios clásicos y discretos. Su porte distinguido y su facilidad para el trato lo convirtieron en una figura respetada y admirada en todos los círculos en los que se movía.
Los servicios fúnebres de Reinaldo Herrera se llevarán a cabo en la iglesia St. Vincent Ferrer de Nueva York en una ceremonia privada. Posteriormente, sus restos serán trasladados a Caracas, su ciudad natal, donde descansará junto a su linaje aristocrático.
Su partida marca el fin de una era, pero su legado de elegancia, inteligencia y diplomacia perdurará en el tiempo. Reinaldo Herrera no solo deja una huella imborrable en la moda y la alta sociedad, sino también en la historia de la sofisticación y el buen gusto. Su vida fue testimonio de la importancia de la clase, el refinamiento y la distinción, valores que hoy siguen inspirando a las nuevas generaciones.