El mundo artístico mexicano perdió a uno de sus exponentes más versátiles y queridos: Alejandro de la Peña García, actor, productor y doble de acción, falleció el pasado 5 de abril. Su carrera abarcó más de cuatro décadas, dejando un legado significativo en el cine, la televisión y la formación actoral.
Una trayectoria de éxito y reconocimiento
Alejandro de la Peña inició su carrera en 1983 como doble de riesgo, destacándose desde sus primeros trabajos por sus habilidades físicas impresionantes. Dominaba disciplinas como equitación, conducción de autos, natación, peleas coreografiadas, caídas, rodadas por escaleras y simulaciones de atropellos, lo que lo llevó rápidamente a participar en grandes producciones tanto en México como en Hollywood.
Su participación en películas emblemáticas como «Titanic» (1997) y «Depredador» (1987) le permitió ganar reconocimiento internacional, posicionándose como uno de los especialistas en escenas de acción más destacados de la industria cinematográfica.
Un rostro familiar en la televisión mexicana
Además de su importante labor como doble, De la Peña desarrolló una sólida carrera como actor en la televisión mexicana. Uno de sus trabajos más populares fue en el exitoso programa unitario «Como dice el dicho», donde interpretó múltiples personajes entre 2011 y 2016.
Asimismo, tuvo un papel significativo en la serie «El Pantera» (2007), compartiendo créditos con el actor Luis Roberto Guzmán, en una producción que resaltó su versatilidad actoral más allá de sus habilidades físicas.
De México para el mundo: un especialista solicitado
La habilidad y profesionalismo de Alejandro de la Peña traspasaron las fronteras mexicanas, llevándolo a colaborar en superproducciones internacionales. Su trabajo fue especialmente valorado en películas como «Spectre» (2015), donde coordinó secuencias de acción, demostrando su capacidad técnica y creativa.
Su experiencia como doble también incluye títulos como «Nacho Libre» (2006), «Sicario» (2018), «Blue Demon» (2016), «El señor de los cielos» (2013) y la reciente «El elegido» (2023). Además, su actuación en cintas como «Juan Nadie» (1990), «Abrázame muy fuerte» (2001), «Rebelde» (2005), «Hasta el fin del mundo» (2015) y «Más sabe el diablo por viejo» (2018), complementó una carrera artística prolífica.
Reacciones emotivas ante su partida
La noticia del fallecimiento de Alejandro de la Peña generó múltiples muestras de afecto y reconocimiento entre colegas y amigos del medio artístico. La Asociación Nacional de Actores (ANDA) y la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) fueron las encargadas de confirmar su muerte, destacando su legado e influencia en la industria del entretenimiento.
Roberto Tello, actor y productor mexicano, expresó en redes sociales: “En paz descanse un compañero siempre dispuesto a apoyar”. Horacio Castelo, colega de numerosas producciones, añadió: “Gran actor y compañero de muchas películas. QEPD”. Otros artistas como Maribel Guardia, Gerardo Murguía, Montserrat Aliaga Batta y Arturo Vázquez también manifestaron su tristeza y respeto hacia el artista con emotivos mensajes y emojis de despedida.
Un legado que trasciende la pantalla
Alejandro de la Peña no solo brilló frente a cámaras; también fue un dedicado instructor en la disciplina de combate escénico, compartiendo su vasta experiencia y conocimientos con nuevas generaciones de actores. Según reportes oficiales de la página de la TENA, la universidad de la voz, De la Peña impartía clases especializadas que incluían técnicas avanzadas para escenas de acción y riesgo.
Su enfoque pedagógico permitió que numerosos actores perfeccionaran sus habilidades físicas y de interpretación en secuencias de alto riesgo, asegurando así la continuidad de la calidad y seguridad en producciones cinematográficas y televisivas.
Un adiós sentido y merecido reconocimiento
La partida de Alejandro de la Peña deja un vacío considerable en el ámbito artístico mexicano e internacional. Su talento, humildad y disposición a apoyar a colegas y alumnos son cualidades que sus amigos y seguidores destacan especialmente.
Aunque hasta el momento no se han revelado las causas exactas de su fallecimiento, el impacto de su muerte ha sido evidente en las numerosas muestras de cariño y respeto publicadas en redes sociales y comunicados oficiales por parte de instituciones y colegas.
México despide así a un actor cuya trayectoria ejemplar deja un legado que perdurará en cada producción en la que participó y en cada alumno que tuvo la oportunidad de aprender bajo su tutela. Alejandro de la Peña será recordado no solo como un excepcional artista, sino también como un ser humano que trascendió la pantalla por su pasión y entrega a su profesión.