El 31 de mayo de 1970, la ciudad de Yungay, ubicada en la región de Áncash, Perú, fue escenario de una de las mayores catástrofes naturales en la historia del país. Un devastador terremoto de magnitud 7.9 en la escala de Richter sacudió la zona, desencadenando un alud mortal que sepultó por completo a la ciudad y a casi 25,000 de sus habitantes en cuestión de segundos. Este evento, conocido como el «alud de Yungay», es recordado no solo por su magnitud, sino también por las lecciones que dejó en materia de prevención de desastres naturales.
En este artículo, exploraremos las causas del desastre, sus consecuencias y el impacto que aún perdura en la memoria colectiva de Perú y del mundo. Además, analizaremos las lecciones aprendidas y las medidas de prevención que se han implementado desde entonces para evitar tragedias similares.
El Terremoto de Áncash: Un Sismo que Sacudió a Todo Perú
El 31 de mayo de 1970, a las 15:23 hora local, un potente terremoto con epicentro en el océano Pacífico, frente a la costa de Chimbote, sacudió violentamente la región de Áncash y otras partes del país. La intensidad del sismo causó daños estructurales severos en varias ciudades, pero lo peor estaba por venir.
Los efectos del terremoto fueron devastadores:
- Más de 70,000 muertos en todo el país.
- Cerca de 150,000 heridos.
- Alrededor de 800,000 personas quedaron sin hogar.
- Infraestructura colapsada en múltiples regiones, con carreteras y puentes destruidos.
- Un costo económico estimado en 500 millones de dólares.
La región de Áncash fue una de las más afectadas, con ciudades como Huaraz, Caraz y Chimbote sufriendo enormes pérdidas. Sin embargo, el desastre más impactante ocurrió en Yungay, donde el terremoto desencadenó un gigantesco alud de nieve, lodo y rocas que sepultó la ciudad en menos de cuatro minutos.
El Alud de Yungay: La Fuerza de la Naturaleza en su Máxima Expresión
El movimiento sísmico provocó el desprendimiento de una gran masa de hielo y roca del nevado Huascarán, la montaña más alta del Perú. Esta avalancha descendió a una velocidad de 300 km/h, arrastrando todo a su paso y convirtiéndose en una ola de destrucción imparable.
Las dimensiones del alud fueron colosales:
- Se desprendieron aproximadamente 50 millones de metros cúbicos de hielo y roca.
- Alcanzó la ciudad de Yungay en menos de cuatro minutos.
- Sepultó un área de 3,000 hectáreas, cubriendo completamente la ciudad y dejando apenas unos cuantos supervivientes.
- La capa de escombros y lodo alcanzó hasta 12 metros de profundidad en algunas zonas.
El impacto fue tan violento que la ciudad prácticamente desapareció del mapa. De los aproximadamente 25,000 habitantes, solo sobrevivieron alrededor de 300 personas, principalmente aquellas que lograron llegar a terrenos más elevados.
Los Supervivientes: Historias de Milagro y Desesperación
A pesar de la magnitud del desastre, algunas personas lograron salvarse, principalmente aquellos que estaban fuera del área afectada en ese momento. Entre las historias más conmovedoras están:
- Los niños del circo: Un grupo de niños que asistían a una función de circo en el cementerio local se salvó porque el camposanto estaba ubicado en una colina, lo que evitó que fuera alcanzado por el alud.
- Los que subieron a la parte alta de la ciudad: Un pequeño número de personas logró correr hacia terrenos elevados al escuchar el estruendo del alud aproximándose.
- El héroe anónimo: Se cuenta la historia de un hombre que, al ver la avalancha descender, tomó a su hijo y corrió cuesta arriba. Aunque el lodo los alcanzó, quedaron atrapados entre escombros y lograron ser rescatados días después.
Estas historias de supervivencia reflejan la brutalidad del desastre y la resiliencia humana ante la adversidad.
Consecuencias y Aprendizajes de la Tragedia de Yungay
El desastre de Yungay dejó cicatrices imborrables en Perú y en la comunidad científica. Entre las principales consecuencias están:
Impacto Humano y Social
- Más de 25,000 personas murieron en Yungay y sus alrededores.
- Se perdieron viviendas, infraestructura y la historia de una comunidad entera.
- Las familias de las víctimas quedaron devastadas, muchas de ellas sin siquiera poder recuperar los cuerpos de sus seres queridos.
- El gobierno peruano declaró el área de Yungay como zona intangible, convirtiéndola en un memorial en honor a las víctimas.
Reacción del Gobierno y la Comunidad Internacional
- Perú recibió ayuda internacional, con países enviando provisiones y equipos de rescate.
- Se creó un nuevo asentamiento llamado «Nuevo Yungay», ubicado a pocos kilómetros del área original.
- Se implementaron medidas de prevención sísmica en el país, aunque los desastres naturales siguen siendo un riesgo latente en la región.
- Organismos como el Instituto Geofísico del Perú (IGP) comenzaron a mejorar la monitorización de zonas sísmicas y glaciares vulnerables.
Aprendizajes y Medidas Preventivas
El desastre de Yungay sirvió como un recordatorio de la importancia de la planificación urbana y la prevención de desastres en zonas de alto riesgo sísmico. Entre las medidas adoptadas posteriormente destacan:
- Monitoreo continuo de glaciares y zonas de desprendimiento.
- Creación de mapas de riesgo en áreas vulnerables.
- Promoción de programas educativos sobre evacuación y respuesta ante desastres naturales.
- Mejora en la infraestructura de edificaciones en zonas de alto riesgo.