El debate sobre las corridas de toros ha dividido a la sociedad mexicana durante décadas. En marzo de 2025, la Ciudad de México aprobó una reforma histórica que prohíbe la violencia y la muerte del toro en los espectáculos taurinos, limitando la lidia a 10 minutos por animal y eliminando el uso de objetos punzantes.
Mientras los defensores de los derechos animales celebran esta medida como un avance civilizatorio, el sector taurino la rechaza, argumentando que destruye la esencia de una tradición cultural con siglos de historia. Este artículo analiza las posturas, implicaciones y futuro de la tauromaquia en México.
¿En Qué Consiste la Reforma Taurina?
Cambios Clave en las Corridas de Toros
La reforma, impulsada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), establece:
- Prohibición de la muerte y lesiones al toro.
- Eliminación de objetos punzantes (puya, banderillas, estoque).
- Uso exclusivo de capote y muleta para el toreo.
- Límite de 10 minutos por toro (antes 20 minutos).
- Devolución del animal a la ganadería tras el espectáculo.
Las multas por incumplimiento alcanzan hasta $16,970 USD por cada toro lesionado o muerto.
¿Por Qué se Implementó?
- Presión de grupos animalistas (como AnimaNaturalis y PETA).
- Cambio generacional: El 80% de los capitalinos rechaza la tauromaquia tradicional.
- Influencia internacional: España y otros países han restringido la tauromaquia.
Posturas Enfrentadas: ¿Progreso o Tradición?
Argumentos a Favor de la Reforma
- Bienestar Animal
- Los activistas consideran la tauromaquia una «tortura disfrazada de cultura».
- Estudios veterinarios demuestran que los toros sufren estrés y dolor extremo durante las corridas.
- Evolución Cultural
- El diputado Jesús Sesma (PVEM) afirma: «Maltratar animales por diversión es incompatible con una sociedad moderna».
- Encuestas revelan que solo el 8% de los mexicanos asiste a corridas.
- Impacto Legal
- La reforma alinea a México con leyes globales de protección animal, como las de Cataluña (España).
Argumentos en Contra de la Reforma
- Pérdida de Identidad Cultural
- Raúl Pérez Johnston, abogado taurino, compara la reforma con «cambiar el balón de fútbol por uno de rugby».
- La tauromaquia es Patrimonio Cultural en México desde 2013.
- Impacto Económico
- La industria taurina genera miles de empleos (toreros, ganaderías, artesanos, turismo).
- Restaurantes y hoteles cerca de la Plaza México podrían quebrar.
- Problemas Logísticos
- Reinsertar toros en manadas es peligroso por su comportamiento agresivo post-lidia.
- La Ciudad de México no tiene ganaderías, lo que complica el traslado de reses.
¿Qué Pasa en Otros Países?
España: Prohibiciones y Resistencia
- Cataluña prohibió las corridas en 2010, pero el Tribunal Constitucional revocó la medida en 2016.
- Islas Baleares intentó una reforma similar en 2017, pero fracasó por falta de público.
América Latina
- Colombia y Ecuador han restringido la tauromaquia en ciudades clave.
- Perú y Venezuela mantienen la tradición sin cambios.
El Futuro de la Tauromaquia en México
¿Extinción o Reinvención?
- Opción 1: Corridas «éticas»
- Espectáculos sin muerte, como los propuestos en la CDMX, podrían ser un «punto medio».
- Opción 2: Prohibición Total
- Colectivos como #NoEsMiCultura buscan eliminar la tauromaquia del patrimonio cultural.
- Opción 3: Resistencia Taurina
- El gremio amenaza con amparos legales para revertir la reforma.
Conclusión
La reforma taurina aprobada en la Ciudad de México marca un punto de inflexión histórico en el eterno debate entre tradición y progreso. Por un lado, representa una victoria sin precedentes para el movimiento animalista, que lleva décadas denunciando la crueldad inherente a las corridas de toros. Los datos son contundentes: el 80% de los capitalinos rechaza la tauromaquia tradicional, y las nuevas generaciones ven con buenos ojos esta transición hacia espectáculos libres de sangre.
Sin embargo, el sector taurino no se dará por vencido fácilmente. Con argumentos que van desde la defensa del patrimonio cultural hasta el impacto económico en miles de familias que dependen de esta industria, los aficionados prometen una batalla legal y social para preservar lo que consideran una expresión artística centenaria. La tensión entre estos dos mundos parece irreconciliable: mientras unos celebran el fin de lo que califican como «tortura institucionalizada», otros lamentan lo que ven como la pérdida de una seña de identidad nacional.
El verdadero desafío ahora será implementar esta reforma de manera práctica. ¿Cómo se adaptarán las plazas a espectáculos sin muerte? ¿Qué pasará con los toros después de su participación? ¿Logrará esta versión «light» de la tauromaquia atraer suficiente público para mantener viva la tradición? Las respuestas a estas preguntas determinarán si estamos ante el principio del fin de las corridas o ante su reinvención forzosa.
Más allá del ámbito taurino, este caso sienta un precedente importante sobre cómo las sociedades modernas deben balancear la preservación cultural con los valores éticos contemporáneos. En un mundo cada vez más consciente del sufrimiento animal, es probable que veamos más tradiciones cuestionadas bajo esta misma lógica. La reforma taurina mexicana podría ser solo el primer capítulo de una transformación cultural mucho más amplia.