Encaramada en lo alto de los escarpados acantilados de Santorini, la industria turística de fama mundial —valorada en millones de euros— convive con un peligro oculto bajo el mar. Una serie de terremotos obligó recientemente a evacuar la isla, recordándonos que, bajo los idílicos pueblos blancos y los restaurantes de gyros, dos placas tectónicas se hunden inexorablemente en la corteza terrestre, alimentando un volcán submarino de potencial catastrófico.
1. Santorini: un paraíso surgido de una explosión
1.1. El origen de la caldera
Hace unos 3 600 años, una erupción colosal —la llamada erupción minoica— sacudió el mar Egeo, expulsando al aire más de 60 km³ de material volcánico y colapsando el centro de la isla, formando la emblemática caldera en forma de herradura que hoy vemos desde Oia y Fira.
1.2. Su importancia turística y económica
Santorini recibe cada año más de un millón de visitantes atraídos por su paisaje volcánico, sus vinos y sus puestas de sol. El turismo representa cerca del 80 % de la economía local, con un valor estimado en cientos de millones de euros anuales (datos Gobierno regional de las Cícladas, 2024).
2. El volcán submarino: Kolumbo y la oscuridad bajo el mar
2.1. ¿Qué es un volcán submarino?
Los volcanes submarinos son fracturas o conductos en el lecho marino por donde emerge magma. Se estima que hay más de un millón de conos volcánicos bajo los océanos, de los cuales unos 75 000 sobresalen más de 1 km sobre el fondo marino. Sin embargo, sólo 119 han registrado erupciones en los últimos 11 700 años, lo que convierte su vigilancia en un gran desafío.
2.2. El campo volcánico Christiana–Santorini–Kolumbo
Santorini forma parte del Arco Volcánico del Egeo Sur, un cinturón de unos 500 km de longitud donde la placa tectónica de África se hunde bajo la de Eurasia. A unos 8 km al noreste de Santorini se encuentra el volcán submarino Kolumbo, de unos 3 km de diámetro y un cráter de 1,5 km. Kolumbo entró en erupción por última vez en 1650, generando tsunamis y nubes tóxicas que afectaron a la población de Santorini.
2.3. Un gigantesco depósito de piedra pómez
En 2024, una expedición del Programa Internacional de Descubrimiento Oceánico (IODP) halló un depósito de tuff de más de 90 km³ bajo el mar, atribuible a una erupción submarina de hace ~520 000 años. Este volumen supera seis veces al de la erupción minoica.
3. Terremotos y evacuación: la señal de alarma
3.1. La serie sísmica de 2025
Desde finales de enero de 2025, Santorini y sus islas vecinas han sufrido enjambres de terremotos de hasta magnitud 5,3. Más de dos tercios de la población abandonaron voluntariamente la isla y el gobierno declaró el estado de emergencia, cerrando escuelas y prohibiendo grandes concentraciones.
3.2. ¿Volcánica o tectónica?
Aunque inicialmente se temió una intrusión magmática en la caldera, el epicentro de los movimientos sísmicos pasó rápidamente al fault zone Santorini–Amorgos, un sistema de fallas submarinas. Los estudios no detectaron deformaciones de tierra ni señales típicas de magma ascendiendo, lo que sugiere que, por ahora, la actividad es tectónica.
3.3. Riesgos asociados
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Terremotos fuertes: posibles réplicas de gran magnitud, con riesgo de colapso de construcciones.
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Tsunamis locales: un sismo mayor podría generar olas en la caldera y zonas costeras.
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Deslizamientos submarinos: la inestabilidad del flanco de la caldera podría desencadenar flujos de sedimento.
4. La misión de la RRS Discovery y la profesora Isobel Yeo
4.1. El buque RRS Discovery
La BBC acompañó un día al buque de investigación real británico RRS Discovery, equipado con tecnología de vanguardia para estudiar volcanes submarinos en la caldera de Santorini y Kolumbo.
4.2. Liderazgo científico: Isobel Yeo
La profesora Isobel Yeo, experta en volcanes submarinos de alta peligrosidad del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido (NOC), encabeza la misión. Yeo advierte:
“Eruptions such as Hunga Volcano in 2022 demonstrate how important it is that we understand the hazards posed by submarine volcanoes, which are much harder to monitor and observe than those on land…”
4.3. Métodos de estudio
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Sismómetros de fondo marino: para registrar micro-terremotos y posibles burbujeos magmáticos.
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ROV Isis: robot submarino pilotado para muestrear chimeneas hidrotermales y mapear grietas.
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Técnicas sísmicas de fuente activa: para localizar cámaras magmáticas y depósitos piroclásticos.
5. ¿Qué indicadores anuncian una erupción submarina?
Indicador | Descripción | Importancia |
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Sismicidad de baja frecuencia | Señales de burbujeo de magma | Muy alto |
Deformación del lecho marino | Hinchazón previa a la erupción | Alto |
Variaciones termales | Aumento de temperatura en fuentes hidrotermales | Medio |
Emisión de gases | Pico en CO₂ y SO₂ disuelto en chimeneas submarinas | Muy alto |
6. Desafíos y futuro de la vigilancia
6.1. “Ojos que no ven…”
“Around two-thirds of the world’s volcanoes are underwater, but they are hardly monitored. It’s a bit like ‘out of sight, out of mind’…” advierte la profesora Yeo.
6.2. Costes y cooperación internacional
Desplegar y mantener redes sísmicas y robots submarinos cuesta millones de euros. Grecia, Reino Unido y la Unión Europea han iniciado un consorcio para compartir datos y tecnología, extendiendo el monitoreo a todo el Arco Egeo.
6.3. Preparación de la comunidad
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Planes de evacuación actualizados para eventos sísmicos y tsunamis.
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Simulacros periódicos en Fira y Oia.
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Sistemas de alerta temprana basados en satélites y boyas instrumentadas.
Conclusión
Santorini no es sólo un destino de ensueño, sino la coronación de un colosal volcán submarino que nos recuerda la fuerza de la Tierra. La evacuación de 2025 ha sido un llamado de atención: el riesgo persiste bajo las aguas. Gracias a la misión de la profesora Isobel Yeo y el RRS Discovery, hoy comprendemos mejor los signos precursores de una posible erupción. Sin embargo, el verdadero desafío radica en mantener “los ojos abiertos” a un enemigo que habita en la penumbra oceánica. Sólo así podremos seguir disfrutando, con seguridad, del milagro geológico que es Santorini.