En el sur de Turquía, un sitio arqueológico de 12,000 años de antigüedad conocido como Göbekli Tepe ha deslumbrado a investigadores y arqueólogos por igual. Este complejo de recintos en forma de templo, adornado con símbolos intrincadamente tallados, podría representar el calendario solar más antiguo del mundo. Expertos sugieren que estos grabados fueron creados como un memorial a un devastador impacto de cometa, marcando un evento astronómico que cambió el curso de la civilización humana.
El Descubrimiento de Göbekli Tepe
Göbekli Tepe es famoso por sus enormes pilares en forma de T, decorados con animales y símbolos abstractos. Recientemente, un análisis fresco de los símbolos en forma de V tallados en estos pilares ha revelado que cada V podría representar un solo día. Esta interpretación permitió a los investigadores contar un calendario solar de 365 días en uno de los pilares, compuesto por 12 meses lunares más 11 días adicionales. Este calendario, basado en la observación del sol, la luna y las constelaciones, sugiere que los antiguos habitantes de Göbekli Tepe eran observadores celestes meticulosos.
El Significado de los Símbolos
El solsticio de verano aparece como un día especial, representado por una V colgada alrededor del cuello de una bestia con forma de ave, que se cree simbolizaba la constelación del solsticio de verano en ese tiempo. Estatuas cercanas, posiblemente representando deidades, también presentan marcas en forma de V en sus cuellos, reforzando la idea de un calendario solar.
Calendario Lunisolar
Dado que los ciclos de la luna y del sol están representados, estos grabados podrían ser el calendario lunisolar más antiguo conocido, basado en las fases de la luna y la posición del sol. Esto precede a otros calendarios conocidos de este tipo por varios milenios. Los antiguos podrían haber creado estos grabados para registrar la fecha en que una lluvia de fragmentos de cometa golpeó la Tierra hace casi 13,000 años, o 10,850 a.C.
Impacto del Cometa y la Edad de Hielo
Se sugiere que el impacto del cometa provocó una mini era de hielo que duró más de 1,200 años, acabando con muchas especies de grandes animales. Este evento también podría haber desencadenado cambios en el estilo de vida y la agricultura, vinculados al nacimiento de la civilización en el fértil creciente de Asia Occidental. Otra columna en el sitio parece representar la corriente de meteoros de las Táuridas, que se cree es la fuente de los fragmentos del cometa, y que duró 27 días emanando desde las direcciones de Acuario y Piscis.
Registro de la Precesión
Este hallazgo también parece confirmar que los antiguos eran capaces de registrar fechas utilizando la precesión, el bamboleo en el eje de la Tierra que afecta el movimiento de las constelaciones en el cielo, al menos 10,000 años antes de que Hiparco de la antigua Grecia documentara el fenómeno en 150 a.C.
Significado Religioso y Cultural
Los grabados parecen haber mantenido su importancia para la gente de Göbekli Tepe durante milenios, sugiriendo que el evento del impacto podría haber desencadenado un nuevo culto o religión que influyó en el desarrollo de la civilización. Esto apoya la teoría de que la Tierra enfrenta un aumento en los impactos de cometas a medida que su órbita cruza el camino de los fragmentos de cometas en órbita, que normalmente experimentamos como corrientes de meteoros.
Palabras de los Expertos
El Dr. Martin Sweatman, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo, quien lideró la investigación, comentó: «Parece que los habitantes de Göbekli Tepe eran observadores atentos del cielo, lo cual es de esperar dado que su mundo había sido devastado por un impacto de cometa. Este evento podría haber desencadenado la civilización al iniciar una nueva religión y al motivar desarrollos en la agricultura para hacer frente al clima frío. Posiblemente, sus intentos de registrar lo que veían son los primeros pasos hacia el desarrollo de la escritura milenios después».
El descubrimiento en Göbekli Tepe no solo desafía nuestras concepciones sobre la capacidad de los antiguos para rastrear ciclos celestes y otros fenómenos astronómicos, sino que también ofrece una visión fascinante de cómo un evento catastrófico podría haber moldeado el curso de la historia humana. Los grabados en este sitio representan no solo un avance en la comprensión del tiempo y el calendario, sino también un testimonio de la resiliencia y la adaptabilidad humanas frente a los desastres naturales.