El pasado domingo, Europa vivió un momento histórico en su búsqueda por recuperar la soberanía espacial: el lanzamiento del primer cohete orbital desde su territorio continental. Sin embargo, la hazaña terminó abruptamente cuando el cohete Spectrum, desarrollado por la start-up alemana Isar Aerospace, se precipitó al mar apenas 30 segundos después de despegar desde la base espacial de Andøya, en el Ártico noruego.
Pese a lo que podría considerarse un fracaso técnico, la empresa alemana celebró el acontecimiento como un éxito parcial que representa un hito en su desarrollo y en el de la industria espacial europea. El accidente no provocó daños humanos ni materiales, y tanto la plataforma de lanzamiento como el entorno cercano permanecieron intactos, según informaron las autoridades regionales.
El primer cohete orbital lanzado desde el continente europeo
La historia de los lanzamientos orbitales desde suelo europeo ha sido, hasta ahora, limitada. Europa ha dependido tradicionalmente de plataformas de lanzamiento situadas fuera del continente, como Kourou, en la Guayana Francesa, y de tecnología externa, incluyendo la rusa. En este contexto, el lanzamiento del cohete Spectrum desde Noruega constituye un paso simbólico de gran relevancia.
Con una altura de 28 metros y un diámetro de dos metros, el Spectrum fue diseñado para transportar cargas útiles de hasta 1.000 kilogramos en órbita terrestre baja (LEO) y 700 kilogramos en órbita heliosíncrona (SSO). Su lanzamiento inaugural, sin carga, tenía un propósito netamente experimental: validar sus sistemas y obtener datos técnicos clave para futuros lanzamientos.
Una explosión inesperada pero controlada
Pocos segundos después del despegue, las imágenes transmitidas en directo mostraron cómo el cohete comenzaba a oscilar, perdía estabilidad, giraba en el aire y finalmente se estrellaba en el mar con una fuerte explosión. El incidente activó el protocolo de emergencia de Andøya Space, la empresa estatal noruega que opera la base de lanzamiento.
Afortunadamente, la situación estuvo bajo control en todo momento. La plataforma de lanzamiento quedó intacta y no se registraron lesiones ni daños adicionales. Según Daniel Metzler, CEO de Isar Aerospace, el sistema de interrupción de vuelo funcionó perfectamente, lo que permitió que el cohete cayera en una zona segura sin poner en riesgo al personal ni las instalaciones.
Un fracaso técnico, un éxito estratégico
Lo que en principio parece una catástrofe técnica, Isar Aerospace lo considera un paso esencial en su camino hacia el éxito. “Nuestro primer vuelo de prueba cumplió todas las expectativas. Tuvimos un despegue impecable, volamos durante 30 segundos y pudimos validar nuestro sistema de aborto de misión”, declaró Metzler. Además, la empresa destacó que el lanzamiento generó toneladas de datos técnicos que serán fundamentales para mejorar el diseño y el rendimiento de los próximos cohetes.
Lejos de desanimarse, Isar Aerospace ya ha anunciado que otros dos cohetes Spectrum están en fase de producción, como parte de su estrategia para consolidarse como un actor clave en la industria aeroespacial europea.
Isar Aerospace: la nueva apuesta europea frente a SpaceX
Fundada en Múnich en 2018, Isar Aerospace forma parte de la llamada “New Space Economy”, un movimiento liderado por empresas privadas que buscan democratizar el acceso al espacio, al estilo de gigantes como SpaceX o Blue Origin. La empresa alemana se distingue por desarrollar internamente tanto el diseño como la fabricación de sus cohetes, lo que le confiere una independencia tecnológica muy valorada en la industria.
A diferencia del modelo tradicional europeo, basado en instituciones como Arianespace, Isar Aerospace apuesta por la eficiencia, flexibilidad y escalabilidad de sus lanzadores. Su objetivo es atender la creciente demanda de lanzamiento de pequeños y medianos satélites, un nicho en expansión gracias al auge de la conectividad global y la observación terrestre.
El contexto europeo: urgencia por recuperar la soberanía espacial
El lanzamiento del Spectrum llega en un momento crítico para Europa. Las tensiones geopolíticas con Rusia han dejado al continente sin acceso a los cosmódromos y lanzadores rusos, lo que ha provocado una serie de retrasos e interrupciones en las misiones espaciales europeas.
Además, el desarrollo del cohete Ariane 6 ha sufrido múltiples retrasos, y el lanzador Vega-C se encuentra suspendido tras un accidente. Hasta el pasado 6 de marzo, con el primer vuelo comercial del Ariane 6 desde Kourou, Europa no había logrado recuperar el acceso independiente al espacio. En este sentido, la aparición de actores como Isar Aerospace resulta fundamental para garantizar la autonomía estratégica del continente.
Comparación con el intento fallido de Virgin Orbit
No es la primera vez que se intenta un lanzamiento orbital desde Europa. En 2023, la empresa británica Virgin Orbit, propiedad de Richard Branson, realizó un intento desde el Reino Unido utilizando un enfoque distinto: un cohete lanzado desde un Boeing 747. La misión también terminó en fracaso y la compañía terminó quebrando poco después.
A diferencia de ese caso, el proyecto de Isar Aerospace cuenta con el respaldo de inversores europeos, instituciones científicas y el Ministerio de Economía alemán, cuyo titular, Robert Habeck, subrayó tras el incidente que Isar Aerospace puede “contribuir decisivamente a garantizar el acceso independiente de Europa al espacio”.
Características técnicas del Spectrum
El Spectrum es un lanzador de dos etapas, impulsado por oxígeno líquido y propano, una combinación que permite una propulsión limpia y eficiente. Está equipado con nueve motores en la primera etapa y uno en la segunda. Una de sus principales ventajas es la posibilidad de reencender la segunda etapa, lo que facilita la colocación precisa de cargas en órbita.
Este diseño modular permite a Isar Aerospace ofrecer soluciones flexibles para distintos tipos de misiones, desde satélites de observación terrestre hasta constelaciones de comunicaciones. El cohete también ha sido diseñado con una lógica de costos reducidos, para competir directamente con actores globales como SpaceX en el mercado de lanzamientos comerciales.
Un tropiezo en el camino hacia el futuro
Aunque el primer vuelo del Spectrum terminó en el mar, su impacto en la industria aeroespacial europea es innegable. El hecho de haber lanzado un cohete orbital desde el continente europeo representa un avance simbólico y estratégico, más allá del desenlace técnico. Las lecciones aprendidas y los datos recogidos serán la base para perfeccionar los próximos lanzamientos.
Isar Aerospace, con su ambiciosa visión y su capacidad técnica, se perfila como uno de los principales actores del futuro espacial europeo. En un contexto global de alta competencia y transformación tecnológica, Europa no puede permitirse quedar atrás. Y aunque el camino hacia las estrellas esté lleno de obstáculos, cada intento, incluso los fallidos, acerca un poco más a la meta.