Una apertura histórica en las relaciones China–América Latina
China ha dado un paso significativo para reforzar sus lazos con América Latina: a partir del 1 de junio de 2025, ciudadanos de Perú, junto a los de otros países latinoamericanos seleccionados, podrán ingresar al gigante asiático sin necesidad de visa. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, busca incentivar el turismo, los intercambios culturales y las relaciones comerciales bilaterales.
El anuncio fue recibido con entusiasmo en Lima, Bogotá, Santiago y otras capitales de la región, donde se destaca como una oportunidad sin precedentes para acercar a dos regiones geográficamente distantes, pero crecientemente interconectadas.
¿Qué países latinoamericanos se beneficiarán?
Según el comunicado oficial del gobierno chino, la exención de visado inicialmente aplicará a ciudadanos de Perú, Chile, Argentina, Colombia y México, quienes podrán ingresar a territorio chino por turismo, negocios, visitas familiares o tránsito por un periodo de hasta 30 días sin visa.
La medida fue tomada como parte de una iniciativa más amplia que busca extender los acuerdos de libre visado con países en desarrollo que mantengan relaciones diplomáticas estables con Beijing y que representen mercados turísticos emergentes.
Aunque se trata de una política unilateral, fuentes diplomáticas aseguran que algunos de estos países también evalúan facilitar los requisitos para el ingreso de ciudadanos chinos a sus territorios, en un esquema de reciprocidad que podría transformar el mapa migratorio entre Asia y América Latina.
¿Qué implica esta medida para los peruanos?
Para los ciudadanos peruanos, esta es una oportunidad de alto impacto. Hasta ahora, para viajar a China se requería presentar documentos, cartas de invitación, comprobantes financieros y pasar por un proceso consular largo y costoso. Desde junio, bastará con tener un pasaporte vigente y un pasaje aéreo de ida y vuelta.
Esto facilitará enormemente la movilidad de:
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Empresarios interesados en asistir a ferias como la Canton Fair o explorar acuerdos comerciales.
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Estudiantes que desean conocer universidades o explorar programas de intercambio.
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Turistas que buscan descubrir la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida o los paisajes de Sichuan y Yunnan.
China abre sus puertas: ¿por qué ahora?
La decisión se enmarca en la estrategia del gobierno chino de reposicionar su imagen global tras la pandemia y dinamizar su economía interna mediante el turismo extranjero. En 2024, China ya había eliminado visado para ciudadanos europeos de Francia, Alemania, Italia, España y los Países Bajos.
En palabras del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin:
“China desea compartir con América Latina los frutos de su desarrollo y construir una comunidad de destino común. El libre tránsito de personas es esencial para ese propósito.”
La medida también responde al creciente interés chino en profundizar sus lazos con Latinoamérica como parte de la iniciativa Una Franja, Una Ruta (BRI), donde Perú y otros países de la región tienen un rol estratégico.
Impacto económico: oportunidades para el turismo y el comercio
Desde el punto de vista económico, esta flexibilización promete multiplicar los flujos turísticos y comerciales entre ambos continentes. Según datos del Ministerio de Comercio Exterior de Perú, más de 2.000 empresas peruanas exportan actualmente a China, y muchas de ellas han manifestado interés en explorar alianzas, ferias o establecer oficinas comerciales en ciudades como Shanghai o Shenzhen.
Asimismo, tour operadores latinoamericanos esperan aprovechar la medida para crear paquetes turísticos a medida, con vuelos que incluyan paradas en otras capitales asiáticas. La demanda por experiencias culturales, tecnológicas y gastronómicas chinas ha crecido especialmente entre millennials y jóvenes profesionales.
De igual forma, líneas aéreas como LATAM, Avianca y China Southern Airlines ya exploran nuevas rutas o conexiones más eficientes entre ambos continentes.
La diplomacia del visado: un gesto de confianza
Eliminar el requisito de visa no es un gesto menor en términos diplomáticos. Supone un voto de confianza mutuo en materia de seguridad, migración y relaciones exteriores. Los países beneficiados han mantenido relaciones diplomáticas estables con China, se han alineado en ciertos foros multilaterales y han expresado interés en atraer inversiones chinas en infraestructura, energía y tecnología.
Para China, permitir el ingreso libre a ciudadanos latinoamericanos también representa una apuesta por fortalecer su influencia cultural y estratégica en una región que históricamente ha estado más vinculada a Estados Unidos y Europa.
Aspectos prácticos que deben considerar los viajeros
Aunque ya no se requerirá visa, el gobierno chino ha especificado que los viajeros deberán cumplir con ciertos requisitos básicos para poder ingresar:
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Pasaporte vigente con al menos 6 meses de validez.
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Comprobante de pasaje de regreso o continuación del viaje.
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Reserva de hotel o carta de invitación en caso de estadía con familiares.
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Declaración sanitaria digital (requisito post-COVID aún vigente).
Además, los viajeros que deseen quedarse más de 30 días o realizar estudios, trabajos o residencias permanentes, deberán seguir tramitando los visados correspondientes.
¿Y qué pasa con otros países de América Latina?
La medida no incluye de momento a países como Ecuador, Bolivia, Uruguay o Venezuela. Sin embargo, diplomáticos de la región han manifestado que existe voluntad por parte de China para expandir la exención a más naciones en una segunda fase, dependiendo del éxito de la primera etapa.
Es probable que la política migratoria de China hacia la región adopte un modelo de gradualidad y reciprocidad, premiando a los países que mantengan relaciones estables y cooperación activa con Beijing en sectores estratégicos.
Intercambios culturales y educativos al alza
Más allá del turismo o los negocios, esta nueva política también podría impulsar un renacimiento de los intercambios culturales y académicos. Cada año, cientos de estudiantes latinoamericanos viajan a China con becas del Instituto Confucio o del gobierno chino. Ahora, podrán hacerlo con mayor facilidad para asistir a ferias, seminarios, clases de verano o visitas a universidades.
También se espera que el flujo se dé en sentido inverso: más jóvenes chinos interesados en conocer Machu Picchu, las pampas argentinas, o la riqueza cultural de Colombia y México podrían explorar estos países sin temor a engorrosos trámites migratorios.
Reacciones en Perú y la región
En Perú, el Ministerio de Relaciones Exteriores saludó el anuncio y lo calificó como “un gesto de amistad y cooperación que fortalece los vínculos históricos entre ambas naciones”.
El presidente de la Cámara de Comercio Peruano-China, Raúl Benavides, declaró que la medida permitirá a más empresas “explorar el mercado chino con menos barreras”, y alentó a emprendedores peruanos a “ver a China no como un competidor, sino como un socio complementario”.
En otros países, como Colombia y Chile, gremios turísticos y académicos celebraron la noticia como un punto de inflexión para posicionarse ante el turismo asiático emergente.
Una nueva era de cercanía entre Asia y América Latina
La eliminación del visado para peruanos y otros ciudadanos latinoamericanos representa una oportunidad única para acortar distancias culturales, económicas y geográficas con una de las potencias más influyentes del siglo XXI.
China no solo abre sus fronteras, sino que abre también una nueva etapa de intercambio humano, donde los vínculos no se limitan al comercio, sino que se expanden a la educación, el arte, la ciencia y el entendimiento mutuo.
Para los latinoamericanos, es el momento de mirar al este, con pasaporte en mano y mente abierta.