Machu Picchu: entre maravilla y tragedia
Lo que debía ser una experiencia inolvidable en uno de los destinos turísticos más emblemáticos del mundo terminó en dolor e incredulidad. Una turista argentina falleció en Machu Picchu tras sufrir una descompensación mientras recorría el santuario, ubicado a más de 2,400 metros sobre el nivel del mar en la región andina de Cusco, Perú.
La noticia ha conmocionado no solo a quienes presenciaron la escena, sino también a la comunidad viajera internacional. El incidente reabre el debate sobre la preparación física, médica y logística necesaria para visitar este tipo de sitios arqueológicos de alta altitud, donde los factores climáticos y geográficos pueden convertirse en amenazas silenciosas.
¿Qué se sabe del fallecimiento?
Según reportes preliminares, la mujer —identificada como una ciudadana argentina de entre 50 y 60 años— se encontraba realizando una visita guiada al complejo arqueológico de Machu Picchu en horas de la mañana cuando comenzó a sentir un fuerte malestar físico.
Testigos afirman que presentó síntomas como:
Mareos y dificultad para respirar
Sudoración excesiva
Pérdida del equilibrio
Desmayo repentino
Guías turísticos y personal del parque activaron inmediatamente el protocolo de emergencia, y la mujer fue atendida en el puesto de salud más cercano. Sin embargo, pese a los esfuerzos del personal médico, llegó sin signos vitales y fue declarada muerta poco después.
Causas probables: ¿qué provocó la descompensación?
Aunque la causa oficial del fallecimiento será determinada por la autopsia correspondiente, los primeros indicios apuntan a una combinación de mal de altura (soroche) y condiciones médicas preexistentes.
¿Qué es el mal de altura?
El mal de altura ocurre cuando una persona asciende a gran altitud sin suficiente aclimatación. Puede causar:
Hipoxia (falta de oxígeno en sangre)
Presión arterial elevada
Cefaleas severas
Náuseas y vómitos
Fallos cardíacos en casos extremos
En adultos mayores o personas con antecedentes cardiovasculares, este tipo de ambiente puede acelerar una crisis médica grave, como un paro cardíaco o una insuficiencia respiratoria.
La altitud, un desafío silencioso
Machu Picchu está situado a más de 2,400 metros sobre el nivel del mar, pero el acceso más común es a través de Cusco, a 3,400 metros de altitud. Esta diferencia puede representar un desafío fisiológico importante para quienes no están acostumbrados.
Muchos visitantes subestiman los efectos del soroche o llegan desde el extranjero sin tomarse el tiempo necesario para aclimatarse correctamente. En algunos casos, la emoción, la actividad física intensa y la deshidratación pueden empeorar el cuadro clínico en cuestión de minutos.
¿Qué protocolos existen en Machu Picchu para emergencias médicas?
El Parque Arqueológico de Machu Picchu cuenta con protocolos de respuesta inmediata para situaciones de salud:
Postas médicas en las entradas principales del complejo.
Personal capacitado en primeros auxilios.
Comunicación directa con el centro de salud de Aguas Calientes.
Posibilidad de traslado de emergencia por vía ferroviaria o aérea.
Sin embargo, la geografía accidentada del lugar, la limitada conectividad y la altitud hacen que la atención médica rápida no siempre sea tan eficaz como en áreas urbanas.
En este caso, se activaron todos los protocolos conocidos, pero la gravedad de la descompensación superó la capacidad de respuesta inmediata.
Reacciones y acompañamiento consular
Tras confirmarse el fallecimiento, el Consulado Argentino en Perú fue notificado y activó los procedimientos diplomáticos para el repatriado del cuerpo y el apoyo a la familia. Según se supo, la víctima viajaba acompañada y contaba con documentación en regla y seguro de viaje.
La Cancillería argentina expresó su solidaridad con los familiares y recordó a sus ciudadanos la importancia de viajar asegurados, contar con certificados médicos válidos y respetar los procesos de aclimatación cuando se visitan zonas de altura.
¿Es Machu Picchu un destino riesgoso?
Machu Picchu no es considerado un destino peligroso per se, pero sí requiere de precauciones especiales:
Consultar al médico antes del viaje, especialmente si se tienen condiciones cardiovasculares o respiratorias.
Acostumbrarse a la altura pasando al menos uno o dos días en Cusco antes de subir a Machu Picchu.
Evitar comidas pesadas y bebidas alcohólicas los días previos a la visita.
Hidratarse constantemente y tomar pausas durante la caminata.
Llevar medicación preventiva para el soroche, como acetazolamida, si el médico lo recomienda.
Muchos turistas realizan esta visita sin complicaciones, pero cada organismo reacciona distinto, y la preparación es clave para evitar tragedias.
Impacto en el turismo y la percepción del destino
Si bien este tipo de casos son aislados, el fallecimiento de un turista extranjero siempre genera alarma mediática y cuestionamientos logísticos. El gobierno regional de Cusco y la Dirección Desconcentrada de Cultura ya han emitido comunicados lamentando lo ocurrido y reafirmando su compromiso con la seguridad del visitante.
Se espera que se refuercen las campañas informativas en hoteles, agencias de viajes y aeropuertos sobre los riesgos de la altitud y cómo mitigarlos. Además, se evalúa incrementar la presencia de personal médico en tramos de mayor altitud y en los circuitos más exigentes del parque arqueológico.
Testimonios de otros viajeros
Algunos visitantes que se encontraban en la zona compartieron sus experiencias:
“Fue muy impactante. Todo sucedió muy rápido. Los guías actuaron con rapidez, pero el lugar es remoto. Nos hizo reflexionar sobre lo frágil que puede ser el cuerpo humano en estos entornos”, comentó una turista chilena que presenció la evacuación.
Otro viajero argentino afirmó:
“Uno se entusiasma tanto que se olvida de cuidar su cuerpo. Hay que tomarse las cosas con calma, porque Machu Picchu no es un parque urbano, es un sitio desafiante”.
La belleza también exige responsabilidad
Machu Picchu es, sin lugar a dudas, uno de los sitios más espectaculares del mundo. Su majestuosidad, historia y mística atraen a miles cada año. Pero esa misma belleza se encuentra en un entorno exigente, que demanda respeto, preparación y conciencia sobre los propios límites físicos.
La muerte de la turista argentina es una tragedia que enluta al turismo y nos recuerda que cuidar la salud es parte del viaje. Honrar la experiencia de visitar una maravilla del mundo también implica conocer sus desafíos y prepararse adecuadamente.
