Bajo las aguas del mar Báltico, entre Dinamarca y Alemania, se alza uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de Europa: el túnel de Fehmarnbelt. Con 18 km de longitud y un trazado sumergido en 90 segmentos de hormigón y acero, será el túnel prefabricado de carretera y ferrocarril más largo del mundo. Este enlace transformará las comunicaciones entre Escandinavia y Europa Central, reduciendo drásticamente tiempos de viaje, emisiones de carbono y fortaleciendo la cohesión económica de la región.
Contexto y necesidad del proyecto
El corredor “Vogelfluglinie”
Desde hace décadas, el trayecto entre Rødbyhavn (Dinamarca) y Puttgarden (Alemania) se realiza mediante ferry en unos 45 min. Sin embargo, este enlace, conocido como Vogelfluglinie o Fugleflugtslinjen, estaba sujeto a horarios, condiciones meteorológicas y limitaciones de capacidad.
Objetivos europeos
El plan de la UE para una red transeuropea de transporte (RTE-T) prioriza conexiones rápidas y sostenibles. El Fehmarnbelt Link se enmarca en esta estrategia, buscando:
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Integrar mercados laborales y turísticos.
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Desplazar 160 km de viaje por carretera y ferrocarril hacia una ruta directa bajo el mar.
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Reducir las emisiones de CO₂ al evitar vuelos cortos y ferries.
Diseño y características técnicas
Dimensiones y estructura
El túnel sumergido medirá 17,6 km de longitud total, con cuatro carriles de carretera y dos vías férreas electrificadas capaces de 200 km/h. Cada uno de los 90 “elementos” prefabricados tiene:
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217 m de largo.
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42 m de ancho.
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Construcción en hormigón reforzado con acero, con un espesor de pared de varios metros para resistir la presión submarina.
Método de inmersión
A diferencia del Eurotúnel (50 km) excavado en roca, aquí los segmentos se flotan, remolcan y hunden en una zanja preexcavada en el lecho marino. Un sistema de “pin and catch” con cámaras y GPS alinea cada sección con una precisión de 15 mm antes de sellarla herméticamente.
La factoría de Lolland: corazón de la obra
Instalaciones de montaje
En la costa de la isla de Lolland (Dinamarca) se ha habilitado una zona de 500 ha con puerto propio y fábrica de elementos. Aquí, grúas gigantes ensamblan cada módulo y sellan sus extremos para conferirles flotabilidad mediante tanques de lastre.
Procesos de control de calidad
Cada elemento pasa pruebas de estanqueidad, resistencia estructural y verificación dimensional antes de partir al mar. Solo tras superar ensayos en fábrica y en puerto, se remolca al sitio de inmersión.
Construcción de los portales y túneles de acceso
Portal danés en Lolland
El portal norte se excava en un escarpado costero. Cinco tubos paralelos emergen: dos para ferrocarril, dos para carretera, y uno de mantenimiento/emergencia. Enormes compuertas de acero aíslan la obra del mar durante la inmersión de segmentos.
Portal alemán en Fehmarn
El portal sur en la isla de Fehmarn conecta con la red alemana mediante un viaducto y nuevas vías rápidas. Alemania aportará €800 millones para las obras de enlace en tierra.
Financiación y costes
Presupuesto total
El costo asciende a €7.4 mil millones (US $8.1 mil millones), inicialmente estimado en €5.5 mil millones pero ajustado por inflación y complejidad.
Aportaciones
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Dinamarca cubre la mayor parte y financiará el peaje futuro.
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Comisión Europea: €1.3 mil millones a través de fondos de infraestructura.
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Alemania: €800 millones para conexiones terrestres.
Impacto sobre el transporte y la sostenibilidad
Reducción de tiempos
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Coche: de 45 min ferry a 10 min túnel.
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Tren: de 45 min ferry a 7 min túnel; Copenhague-Hamburgo de 5 h a 2 h 30 min.
Beneficios medioambientales
Al eliminar 160 km de desviación y ferries, se prevé una reducción de emisiones de CO₂ de hasta 1,5 millones de toneladas al año. El ferrocarril electrificado también fomenta el transporte de mercancías “verde”.
Retos de ingeniería y logística
Precisión en inmersión
Hundir bloques de 73 000 t requiere un control milimétrico: cámaras submarinas, GPS diferencial y sistemas hidráulicos de fijación garantizan el encaje perfecto.
Condiciones del mar
El Báltico presenta corrientes, variaciones de salinidad y fondos blandos. Se han instalado espigones y sistemas de contención para proteger la zanja antes y después de la inmersión.
Seguridad y operación futura
Sistemas de emergencia
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Pasillos centrales de evacuación y ventilación de 5 m de ancho.
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Puertas estancas en cada junta.
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Monitoreo 24/7 de presión, filtración y tránsito.
Mantenimiento
Un equipo dedicado inspeccionará juntas y vigas cada año, aprovechando el corredor de servicio interior.
Economía regional y empleos
Empleo durante la obra
Más de 8 000 puestos directos e indirectos en construcción, transporte y servicios auxiliares en Dinamarca y Alemania.
Crecimiento post-apertura
El enlace potenciará el turismo en Lolland y Fehmarn, facilitará exportaciones danesas y alemanas, y dinamizará el mercado laboral binacional.
El túnel en el marco geopolítico
Integración nórdico-continental
Fehmarnbelt Link consolida la ruta ferroviaria desde Oslo y Estocolmo hacia Europa Central, reforzando la estrategia de la UE de conectar periferias y centros económicos.
Competitividad y resiliencia
Frente al cambio climático y crisis energéticas, un enlace terrestre robusto ofrece una alternativa fiable a rutas aéreas y marítimas susceptibles a interrupciones.
Conclusión
El túnel submarino de Fehmarnbelt no es solo una hazaña de ingeniería sin precedentes, sino un puente estratégico entre Escandinavia y Europa Central. Al combinar diseño innovador, construcción prefabricada y ambición ambiental, redefine el concepto de conectividad regional. Cuando abra en 2029, 10 minutos bastarán para circular bajo el Báltico, simbolizando la nueva era de infraestructura sustentable e integración transnacional.