Enfrentarse al miedo no implica convertirse en temerario; al contrario, ser valiente es el camino hacia una vida creativa significativa. Reconocer la diferencia entre valentía y temeridad es esencial, ya que el primero implica abordar lo que da miedo, mientras que el segundo implica ignorar completamente el concepto de miedo.
Si tu aspiración es la temeridad, es hora de reconsiderar. La temeridad, en su forma extrema, se encuentra más en sociópatas que en individuos creativos. La realidad es que el miedo es un componente necesario para la supervivencia, programado evolutivamente para protegernos de peligros tangibles. Sin embargo, en el ámbito de la expresión creativa, el miedo no tiene cabida.
No necesitas el miedo cuando te sumerges en el mundo de la creatividad. Aunque el miedo inevitablemente aparecerá cuando busques la innovación, no debes dejar que domine tu proceso creativo. El miedo, hiperactivo y superprotector, tiende a asumir que lo impredecible conduce a un desastre inminente, como un guardia de seguridad de centro comercial convertido en marine, siempre listo para la batalla.
El Viaje: Conviviendo con Miedo y Creatividad
Mi enfoque para enfrentar el miedo ha sido simple pero efectivo: si quiero creatividad en mi vida, tengo que aceptar la compañía constante del miedo. Estos dos elementos, lejos de ser enemigos, son más como hermanos siameses, nacidos juntos y compartiendo órganos vitales. En lugar de intentar erradicar el miedo, le doy espacio. Mucho espacio. Diario.
No lucho contra mi miedo; en su lugar, lo invito a sentarse y ser parte integral de mi proceso creativo. Invito a mi miedo a coexistir pacíficamente con mi creatividad, reconociendo que siempre van de la mano. Les permito compartir un viaje conjunto, pero con una advertencia clara: las decisiones las tomo yo, junto con mi creatividad. El miedo tiene su espacio, su voz, pero no tiene voto. Aunque es parte de la familia, no puede influir en el itinerario, sugerir desvíos ni tocar la radio. Y, sobre todo, no puede conducir.
Por Qué Vale la Pena: La Recompensa de Superar el Miedo
Enfrentar el miedo puede no ser cómodo ni fácil, pero siempre vale la pena. La vida es corta, única y llena de posibilidades. Si no te vuelves cómodo con el miedo, te arriesgas a perder experiencias y oportunidades fascinantes.
Tu vida es un milagro, y mereces explorar, crear y vivir de manera significativa. Dentro de ti hay tesoros extraordinarios esperando ser descubiertos. Extraerlos requiere esfuerzo, fe, concentración y valentía. El reloj sigue avanzando, el mundo gira, y es el momento de atreverse a pensar en grande y perseguir resultados inesperados. El viaje, con miedo y creatividad como compañeros, te llevará a lugares inexplorados y a la realización de cosas genuinamente interesantes.
