El pasado miércoles 29 de mayo de 2025, el pequeño pueblo de Blatten —ubicado en el corazón de los Alpes suizos— vivió su peor pesadilla cuando un enorme bloque del glaciar Birch se desprendió y desencadenó una avalancha de lodo y rocas que sepultó casi en su totalidad las construcciones y vías de comunicación del valle. A pesar de que las autoridades habían ordenado la evacuación preventiva de sus 300 habitantes el 19 de mayo, la magnitud del desastre superó todas las previsiones: una persona permanece desaparecida, numerosas casas quedaron enterradas y los residentes, atónitos, contemplan un panorama desolador.
El alcalde de Blatten, Matthias Bellwald, resumió el sentir de la comunidad:
“Ha ocurrido lo inimaginable. Hemos perdido nuestro pueblo, pero no nuestro corazón. Nos apoyaremos y consolaremos mutuamente. Tras una larga noche, volverá a amanecer.”
Con el apoyo inmediato del ejército suizo, servicios de emergencia y fondos gubernamentales, la reconstrucción de la zona y el realojo de las familias afectadas se ha convertido en la prioridad. Sin embargo, el derrumbe del glaciar Birch no es un accidente aislado: forma parte de un patrón creciente de desastres en los Alpes atribuidos al cambio climático, el deshielo acelerado de glaciares y el retroceso del permafrost, que actúa como “cemento” de las montañas.
Historia y geografía de Blatten
Orígenes y asentamiento
Blatten, nombre germánico que remite a “pradera alpina”, se asienta a 1 320 metros sobre el nivel del mar, en el valle del Lonza, dentro del Canton Valais. Fundado en el siglo XIII, el pueblo dependía históricamente de la ganadería, la silvicultura y, más recientemente, del turismo de montaña. Sus casas de piedra y madera, decoradas con balcones floridos, reflejan la arquitectura tradicional alpina.
Desarrollo económico
Hasta comienzos del siglo XXI, Blatten experimentó un ligero crecimiento demográfico, atraído por la tranquilidad y la proximidad al Parque Nacional Suizo. El teleférico a la estación unificada en la cresta de la montaña permitía conectar con rutas de esquí y senderismo, generando ingresos estacionales. Una escuela primaria, una pequeña clínica y varios hoteles de familia completaban la infraestructura.
Patrimonio natural y cultural
El valle albergaba monumentos prote-gidos: una capilla del siglo XVII, restos de molinos hidráulicos y paisajes glaciares únicos. El glaciar Birch, al noroeste de la villa, era un atractivo para geólogos y aficionados al alpinismo, que acudían cada verano para observar sus grietas y formaciones de hielo azul.
El glaciar Birch: características y evolución
Descripción física
El glaciar Birch es un río de hielo de aproximadamente 2 kilómetros de longitud y 300 metros de espesor en su parte más ancha. Alimentado por nevadas invernales, fluye por una pendiente de 25 %, moviéndose unos 10 cm diarios en la zona de ablación.
Monitoreo y cambios recientes
Desde 2005, Institutos como el Swiss Glacier Monitoring Network han registrado un retroceso de 30 metros anuales en su frente. En la década anterior, el calentamiento global y el aumento de las temperaturas estivales aceleraron la pulverización del hielo y el descongelamiento del permafrost, estrechando progresivamente la base del glaciar hasta volverlo inestable.
Indicadores de inestabilidad
En abril de 2025, sensores GPS y cámaras de timelapse detectaron:
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Aumento de grietas de más de 2 metros de ancho.
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Reequilibrio de masas de hielo en cabeceras.
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Microseísmos frecuentes, indicativos de fracturas internas.
Los geólogos avisaron al ayuntamiento de Blatten: el glaciar presentaba las señales previas a un colapso catastrófico.
El derrumbe: cronología, imágenes y testigos
Cronología de los hechos
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19 de mayo de 2025: evacuación de 300 residentes tras alerta geológica.
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26 de mayo: reforzamiento de accesos y puesta en marcha de planes de contingencia.
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29 de mayo, 15:30 hora local: desprendimiento masivo de un bloque de 1,2 millones de m³ de hielo y roca de la lengua glaciar superior.
Imágenes de drones y testigos
Videos captados por drones muestran cómo un estruendo inicia el colapso, seguido de un torrente de lodo, rocas y agua que desciende a 60 km/h. Juan Müller, guía alpino, grabó la secuencia:
“Ese rugido… parecía el fin del mundo. En segundos, todo el valle quedó cubierto de polvo y destrozos”.
Metros de lodo arrastraron vehículos y derribaron muros centenarios, sepultando barrios enteros.
Evacuación preventiva: una decisión crucial
Plan de emergencia y simulasiones
Desde 2020, Blatten contaba con un plan de emergencia avalado por la Oficina Federal de Protección Civil. Incluía:
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Rutas de evacuación marcadas y pruebas semestrales.
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Albergues provisionales en pueblos vecinos (Kandersteg, Leukerbad).
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Líneas de comunicación con geólogos y servicios meteorológicos.
Ejecución de la evacuación
El alcalde Matthias Bellwald activó la orden el 19 de mayo, adelantándose a otros municipios. Gracias a:
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Alertas automáticas por SMS.
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Colectivos y furgonetas municipales.
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Coordinación con la Cruz Roja Suiza.
Los 300 habitantes se reubicaron en dos días, minimizando las pérdidas humanas. Solo un trabajador transfronterizo de paso no logró partir y figura en la lista de desaparecidos.
La avalancha de lodo: dinámica, volumen y velocidad
Composición del flujo
El flujo consistió en:
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30 % hielo fragmentado
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40 % sedimentos de moraine (arcilla, arena)
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30 % agua de deshielo
Fuerzas y erosión
El torrente ejerció presiones superiores a 50 000 N/m²: arrancó raíces, colapsó estructuras y cambió el curso de 500 metros del riachuelo Lonza, causando inundaciones secundarias.
Impacto humano: pérdidas, desaparecidos y trauma
Desapariciones y víctimas
Hasta la publicación de este artículo, una persona permanece desaparecida. Los familiares de María Keller, empleada local de la panadería, esperan noticias mientras la Unidad de Socorro del Ejército rastrea escombros.
Pérdida de propiedades e infraestructuras
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70 viviendas sepultadas.
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3 hoteles parcialmente destruidos.
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Red vial intransitable: la carretera principal está cubierta por 5 metros de lodo.
Trauma colectivo
Los psicólogos de emergencia subrayan el estrés postraumático en todos los desplazados, que han perdido no solo bienes, sino memorias familiares encerradas en fotos y objetos irrecuperables.
Rescate y socorro: intervención del ejército y voluntarios
Unidad de Rescate del Ejército Suizo
Desplegó 200 efectivos con:
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Excavadoras blindadas.
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Equipos de detección de vida (sensores de CO₂).
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Equipo K9 (perros rastreadores).
Coordinación gubernamental
El Consejo Federal Suizo movilizó 50 millones de francos suizos para:
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Refugios temporales: gimnasios e instalaciones escolares.
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Asistencia financiera a familias.
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Monitorización geológica continua.
Comparativa histórica: Brienz y Bondo
Brienz (2023)
Evacuado preventivamente por un deslizamiento similar, sus residentes solo regresan por horas. Lecciones aprendidas:
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Alertas más tempranas mejor sistema de medición.
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Reubicación parcial en barrios altos.
Bondo (2017)
Ocho muertos en el mayor deslizamiento de tierra en un siglo. La reconstrucción tardó cinco años y costó 120 millones CHF. Se fortalecieron:
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Muros de contención.
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Obras de drenaje.
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Políticas de seguro obligatorias.
Cambio climático en los Alpes: glaciares y permafrost en riesgo
Retroceso glaciar
Informe Swiss Glacier Monitoring (2024):
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95 % de masa perdida desde 1850.
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Glaciares podrían desaparecer en 100 años si no se frena calentamiento a +1,5 °C.
Descongelamiento del permafrost
El permafrost, que estabiliza laderas, pierde hasta 2 °C de temperatura en verano, provocando inestabilidad de rocas y emisiones de metano.
Riesgos futuros: más evacuaciones y nuevas amenazas
Raphaël Mayoraz, de la Oficina Regional de Riesgos Naturales, advierte:
“Podríamos necesitar evacuar pueblos cercanos: Lötschental y Ferden presentan fisuras similares. La región no es segura hasta que reforcemos todas las laderas”.
Medidas de adaptación y prevención
Ingeniería del paisaje
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Muros de contención dinámica (geobolsas rellenas de grava).
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Galerías de drenaje para captar agua subterránea.
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Redes de cables tensados en laderas expuestas.
Sistemas de alerta temprana
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Sensores sísmicos enterrados.
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Drones de vigilancia diaria.
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App de emergencia con geolocalización y guía de rutas seguras.
Políticas de reasentamiento
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Incentivos fiscales a municipios para acoger desplazados.
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Subsidios de vivienda en municipios altos.
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Planes de desarrollo integrales con empleo local garantizado.
El porvenir de Blatten: reconstrucción y sostenibilidad
Reconstrucción parcial
El alcalde Bellwald planea:
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Reconstruir 30 % de viviendas en cota alta.
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Reconvertir la zona arrasada en reserva natural educativa.
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Crear un Centro de Estudios Glaciares para investigación y turismo científico.
Viabilidad económica
Fomento de turismo sostenible: senderismo guiado sobre antiguas morrenas y museos de riesgo climático.
Resiliencia comunitaria
Programas de salud mental, talleres de convivencia y cooperativas agrarias para diversificar ingresos.
Conclusión
El derrumbe del glaciar Birch y la avalanca que sepultó Blatten es un dramático recordatorio de que el cambio climático no es un riesgo lejano, sino una realidad inminente. Gracias a la evacuación preventiva, se evitó una catástrofe humana de magnitudes mayores, pero el recuerdo de la pérdida de hogares y patrimonios permanecerá en la memoria colectiva.
La reconstrucción de Blatten —junto a la modernización de los sistemas de alerta, la ingeniería de contención y la implementación de políticas de apoyo regional— puede convertirse en un ejemplo de resiliencia alpina. Sin embargo, a menos que la comunidad internacional cumpla los compromisos del Acuerdo de París, conflictos como el de Blatten se multiplicarán en los próximos años, poniendo en peligro a miles de asentamientos de montaña.
Blatten perdió su valle, pero no su espíritu. Como dijo Matthias Bellwald:
“Hemos perdido nuestro pueblo, pero no nuestro corazón. Tras una larga noche, volverá a amanecer”.
Y ese amanecer, para millones de comunidades alpinas, depende de nuestra capacidad para frenar el calentamiento global, reforzar la adaptación y reconvertir el desastre en oportunidad de un futuro sostenible.
