En un mundo donde la velocidad de internet define la forma en que trabajamos, nos comunicamos y consumimos entretenimiento, Japón ha dado un salto monumental. Un equipo de investigadores japoneses ha roto el récord mundial de velocidad de internet al alcanzar 1,02 petabits por segundo, lo que equivale a un millón de gigabytes por segundo, a lo largo de 1.808 kilómetros. Este avance, logrado con una innovadora fibra óptica de 19 núcleos, promete transformar las telecomunicaciones y prepararnos para un futuro ultraconectado.
Un logro sin precedentes en velocidad de internet
El Instituto Nacional de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Japón (NICT), en colaboración con Sumitomo Electric Industries, ha establecido un nuevo estándar en la transmisión de datos. Según el comunicado oficial, este récord mundial permite transmitir 1,02 petabits por segundo a una distancia equivalente a la que separa Nápoles de Berlín. Para ponerlo en perspectiva, esta velocidad permite descargar 10.000 películas en resolución 4K en apenas un segundo.
Este logro no solo supera récords anteriores, sino que también demuestra el potencial de la infraestructura existente para adaptarse a tecnologías de vanguardia. La clave está en el uso de una fibra óptica especial que no requiere cambios drásticos en las redes actuales, lo que facilita su implementación en el futuro.
¿Cómo lograron esta velocidad récord?
El avance se basa en una fibra óptica de 19 núcleos, un diseño revolucionario que permite transmitir datos a través de múltiples «carriles» simultáneamente. A diferencia de las fibras ópticas tradicionales, que suelen tener uno o dos núcleos, esta tecnología multiplica la capacidad de transmisión sin aumentar el grosor del cable, que se mantiene en 0,125 mm.
Además, los investigadores desarrollaron un sistema avanzado de amplificación que mantiene la intensidad de la señal a lo largo de grandes distancias. Este sistema utiliza dos bandas de luz (C y L) para eliminar interferencias, logrando una capacidad-distancia de 1,86 exabits por segundo-kilómetro. Este enfoque asegura una transmisión estable y eficiente, incluso a 1.808 kilómetros.
Comparación con récords anteriores
Japón no es ajeno a los récords de velocidad de internet. En 2021, el NICT ya había alcanzado una velocidad de 319 terabits por segundo (Tbps), utilizando una fibra óptica de cuatro núcleos. Este logro permitió descargar 10.000 películas en HD en un segundo, superando ampliamente el récord anterior de 178 Tbps establecido en 2020 por un equipo japonés y británico.
Más recientemente, en 2024, el NICT rompió su propia marca al alcanzar 402 Tbps (402 millones de Mbps) a lo largo de 50 kilómetros, utilizando cables de fibra óptica comerciales y tecnologías de amplificación avanzadas, como la amplificación Raman y amplificadores de fibra dopada.
El salto a 1,02 petabits por segundo en 2025 representa un avance exponencial, multiplicando por más de dos la capacidad del récord de 2024. Este progreso constante demuestra el compromiso de Japón con la innovación en telecomunicaciones.
La tecnología detrás del récord
Fibra óptica de 19 núcleos
La fibra óptica de 19 núcleos es el corazón de este logro. Cada núcleo actúa como un canal independiente para la transmisión de datos, permitiendo un flujo masivo de información sin comprometer la estabilidad. Este diseño es compatible con la infraestructura actual, lo que significa que las redes existentes podrían actualizarse sin necesidad de reemplazar los cables.
Amplificación avanzada
El sistema de amplificación utilizado combina tecnologías de vanguardia. Los investigadores emplearon amplificadores de fibra dopada con tierras raras, como erbio y tulio, junto con técnicas de amplificación Raman. Estas tecnologías permiten mantener la calidad de la señal a lo largo de grandes distancias, superando los desafíos de pérdida de datos en transmisiones de larga distancia.
Multiplexación por división de longitud de onda
La técnica de multiplexación por división de longitud de onda densa (DWDM) desempeñó un papel crucial. Esta tecnología divide los datos en múltiples longitudes de onda, enviándolos simultáneamente a través de los núcleos de la fibra óptica. Esto maximiza el ancho de banda y permite velocidades de transmisión sin precedentes.
¿Qué significa 1 millón de GB por segundo?
Imagina descargar toda la biblioteca de Netflix, no una, sino dos veces, en un solo segundo. O transmitir 10 millones de canales en resolución 8K simultáneamente. Esta velocidad es tan abrumadora que supera con creces las capacidades de los dispositivos actuales, que no están diseñados para manejar tal volumen de datos.
Para los usuarios domésticos, las conexiones actuales suelen oscilar entre 300 y 1.000 Mbps. En comparación, 1,02 petabits por segundo es un millón de veces más rápido. Incluso la NASA, que utiliza conexiones de hasta 400 Gbps, queda rezagada frente a este nuevo estándar.
Aplicaciones prácticas de esta tecnología
Aunque esta velocidad no estará disponible para los consumidores en el corto plazo, sus aplicaciones son inmensas. Este avance está diseñado para fortalecer las redes troncales de internet, que conectan servidores y centros de datos a nivel global. Estas redes son esenciales para soportar el creciente volumen de datos generado por tecnologías como:
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5G y 6G: Las redes móviles de próxima generación requieren un ancho de banda masivo para manejar miles de millones de dispositivos conectados.
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Inteligencia artificial: Los modelos de IA, como los que impulsan chatbots o sistemas de análisis de datos, dependen de transferencias rápidas de grandes volúmenes de información.
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Transmisiones en 8K y realidad virtual: El streaming de video en ultra alta definición y las experiencias inmersivas exigen conexiones ultrarrápidas.
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Internet de las cosas (IoT): Con miles de millones de dispositivos conectados, desde electrodomésticos hasta sensores industriales, se necesita una infraestructura robusta para evitar cuellos de botella.
Impacto en la sociedad post-5G
El récord japonés llega en un momento crucial. La sociedad post-5G, con su dependencia de tecnologías emergentes, requiere una infraestructura capaz de soportar un crecimiento exponencial de datos. Este avance abre la puerta a la próxima generación de conexiones ultrarrápidas, que podrían transformar sectores como:
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Telemedicina: Cirugías remotas y diagnósticos en tiempo real con latencia cero.
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Educación a distancia: Clases interactivas en realidad virtual con calidad inmersiva.
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Entretenimiento digital: Streaming de contenido en 8K o experiencias de gaming sin retrasos.
Además, al ser compatible con la infraestructura existente, esta tecnología podría implementarse sin la necesidad de costosas renovaciones, acelerando su adopción en redes comerciales.
Desafíos para la implementación
A pesar de su potencial, la implementación masiva enfrenta obstáculos. Los dispositivos actuales, incluso los de gama alta, no pueden procesar datos a estas velocidades debido a limitaciones de hardware. Por ejemplo, una PC de juegos de última generación generaría un cuello de botella de aproximadamente 400.000:1 al intentar aprovechar este ancho de banda.
Además, el costo de implementar esta tecnología a gran escala es elevado. Aunque la fibra de 19 núcleos es compatible con la infraestructura actual, los amplificadores y sistemas de transmisión requieren inversiones significativas. Por ahora, estas velocidades están reservadas para aplicaciones industriales y gubernamentales, como canales de emergencia o redes de investigación.
Japón: Líder en innovación tecnológica
Japón ha consolidado su posición como líder en telecomunicaciones. Este no es el primer récord de velocidad de internet que el país logra. Desde 2020, el NICT ha superado consistentemente sus propias marcas, pasando de 178 Tbps a 319 Tbps, luego a 402 Tbps, y ahora a 1,02 petabits por segundo.
Este compromiso con la innovación refleja la visión de Japón de liderar la carrera tecnológica global. El país no solo busca mejorar las conexiones actuales, sino también prepararse para un futuro donde la transmisión de datos sea la columna vertebral de la economía digital.
El futuro del internet ultrarrápido
El récord de 1,02 petabits por segundo es solo el comienzo. El NICT ya está trabajando en extender estas velocidades a distancias transoceánicas, lo que podría revolucionar las conexiones globales. Imagina un mundo donde los datos viajan instantáneamente entre continentes, eliminando las barreras de la distancia.
Además, los avances en fibra óptica y amplificación podrían influir en el desarrollo de tecnologías futuras, como la computación cuántica o las redes 6G. Estas innovaciones no solo mejorarán la velocidad, sino también la seguridad y eficiencia de las comunicaciones.
Reacciones en redes sociales
La noticia ha generado un gran impacto en plataformas como X, donde usuarios han expresado su asombro. «¡Japón rompe el récord mundial de internet con 1 millón de GB por segundo! 🚀», compartió un usuario, destacando la capacidad de descargar 10.000 películas en 4K en un segundo. Otro comentó: «Esto es un antes y un después en telecomunicaciones». Estas reacciones reflejan el entusiasmo global por este avance.
Un paso hacia el futuro
El récord mundial de velocidad de internet alcanzado por Japón no es solo un logro técnico, sino una ventana al futuro de las telecomunicaciones. Con 1,02 petabits por segundo, el país ha demostrado que es posible superar las limitaciones actuales y prepararse para un mundo hiperconectado. Aunque los consumidores no veremos estas velocidades en nuestros hogares pronto, este avance allana el camino para una nueva era de comunicación digital.
Desde la telemedicina hasta el entretenimiento en 8K, las posibilidades son infinitas. Japón nos recuerda que la innovación no tiene límites, y este hito es solo el comienzo de una revolución que transformará cómo interactuamos con la tecnología. ¿Estás listo para un futuro donde todo sucede en un instante?