El mundo del entretenimiento vive un momento histórico. Disney y NBCUniversal, dos gigantes de Hollywood, han presentado una demanda sin precedentes contra Midjourney, una empresa de inteligencia artificial (IA). La acusación es clara: «esto es un robo». Según los estudios, Midjourney ha utilizado imágenes de películas icónicas como Deadpool & Wolverine y Despicable Me para generar contenido que viola los derechos de autor. Este caso, presentado el 11 de junio de 2025 en un Tribunal de Distrito de California, marca un hito en la batalla legal entre la industria del cine y la IA generativa.
¿Qué es Midjourney y por qué está en el centro de la controversia?
Midjourney es una startup con sede en San Francisco que se describe como un «laboratorio de investigación independiente». Su misión, según su página web, es «explorar nuevos medios de pensamiento y expandir el potencial imaginativo de la especie humana». Fundada por David Holz, exinvestigador de la NASA y neurocientífico del Instituto Max Planck, la empresa cuenta con un equipo pequeño de 11 empleados y un grupo de asesores. Su tecnología permite crear imágenes y, en un futuro próximo, videos a partir de descripciones textuales, lo que ha captado la atención de millones de usuarios.
Sin embargo, esta innovación ha generado preocupación. Disney y Universal aseguran que Midjourney ha utilizado sin permiso fotogramas de sus películas para entrenar su sistema de IA. El resultado son imágenes que recrean personajes tan reconocibles como Darth Vader, los Minions, Spider-Man, Elsa de Frozen o Woody de Toy Story. Para los estudios, esto no es solo una infracción de derechos de autor, sino un ataque directo a la creatividad y la inversión detrás de sus producciones.
La acusación: «La piratería es piratería»
La demanda, de 110 páginas, no escatima en calificativos. Disney y NBCUniversal describen a Midjourney como «el oportunista por excelencia de los derechos de autor» y «un pozo sin fondo de plagio». Según los estudios, la empresa ha generado «cientos, si no miles» de imágenes que violan sus derechos de propiedad intelectual. Estas imágenes no solo copian personajes icónicos, sino que, según los demandantes, se distribuyen sin haber invertido «un céntimo» en su creación.
Horacio Gutiérrez, vicepresidente ejecutivo y director legal de Walt Disney Company, expresó su postura con claridad: «Somos optimistas sobre el uso responsable de la tecnología de IA para fomentar la creatividad. Pero la piratería es piratería, y el hecho de que la realice una empresa de IA no la hace menos infractora». Por su parte, Kimberley Harris, vicepresidenta y consejera general de NBCUniversal, enfatizó que la creatividad es «la piedra angular» de su negocio y que esta demanda busca proteger el trabajo de los artistas y las inversiones de los estudios.
Un conflicto que trasciende a Midjourney
Este caso no es solo un enfrentamiento entre dos titanes del entretenimiento y una startup. Representa un debate más amplio sobre el uso de la IA en la industria creativa. Desde que herramientas como Midjourney, ChatGPT y DALL-E comenzaron a popularizarse en 2022, han surgido múltiples demandas de medios, editoriales y artistas que alegan que sus obras fueron utilizadas sin autorización para entrenar modelos de IA. Este caso podría sentar un precedente legal sobre cómo se regula el uso de material protegido en el desarrollo de tecnologías generativas.
Los estudios también argumentan que las acciones de Midjourney amenazan los fundamentos de la ley de derechos de autor en Estados Unidos, un pilar que ha impulsado el liderazgo del país en cine, televisión y otras artes. Según Disney y Universal, la industria cinematográfica estadounidense genera millones de empleos y aporta más de 260,000 millones de dólares a la economía nacional. Permitir que empresas como Midjourney utilicen contenido protegido sin permiso podría socavar este ecosistema.
Los antecedentes de la demanda
Antes de llegar a los tribunales, Disney y Universal intentaron resolver el conflicto de manera directa. Según la demanda, ambos estudios pidieron a Midjourney que detuviera el uso no autorizado de su propiedad intelectual. Sin embargo, la respuesta de la empresa no fue la esperada. En lugar de cesar, Midjourney continuó lanzando nuevas versiones de su servicio de imágenes, que, según su fundador, ofrecen «imágenes infractoras de mayor calidad». Esta actitud llevó a los estudios a escalar el conflicto a una acción legal formal.
La demanda incluye ejemplos concretos de imágenes generadas por Midjourney que recrean personajes como Deadpool, Wolverine, Simba, Shrek, Buzz Lightyear y Darth Vader. Estas imágenes, según los demandantes, son copias descaradas que no solo infringen los derechos de autor, sino que también devalúan el trabajo de los artistas que dieron vida a estos personajes.
La postura de Midjourney
Hasta el momento, Midjourney no ha emitido una respuesta oficial a la demanda. Sin embargo, su descripción como un laboratorio que busca «expandir el potencial imaginativo» sugiere que la empresa podría argumentar que su tecnología es una herramienta para la creatividad, no para el plagio. Este enfoque podría ser clave en su defensa, especialmente en un contexto donde la IA generativa es vista tanto como una oportunidad como una amenaza.
El pequeño tamaño de Midjourney, con solo 11 empleados, contrasta con el poder de Disney y NBCUniversal, lo que plantea preguntas sobre cómo una startup puede enfrentar a dos gigantes de Hollywood. Sin embargo, la experiencia de David Holz en investigación y tecnología podría ser un factor a su favor, especialmente si la empresa decide argumentar que sus métodos no violan las leyes de derechos de autor.
El impacto en la industria del entretenimiento
La demanda de Disney y Universal llega en un momento en que la IA está transformando el entretenimiento. Desde la animación hasta la música y la escritura de guiones, las herramientas de IA generativa están siendo adoptadas por creadores en todo el mundo. Sin embargo, la falta de regulación clara ha generado tensiones. Otros estudios, como Universal, Sony y Warner, también han iniciado negociaciones con startups de IA para establecer acuerdos sobre el uso de sus contenidos, lo que indica que la industria está buscando un equilibrio entre innovación y protección de derechos.
El caso también pone de relieve el impacto económico de la piratería digital. Disney y Universal argumentan que el modelo de negocio de Midjourney, al que califican de «contrabando», no solo afecta a los estudios, sino a toda la comunidad creativa. Los artistas, guionistas, animadores y otros profesionales que dependen de la propiedad intelectual para su sustento podrían verse perjudicados si no se establecen límites claros.
¿Qué busca la demanda?
Disney y NBCUniversal no solo buscan una compensación económica, aunque no han especificado una cantidad en la demanda. También exigen medidas preliminares y permanentes que prohíban a Midjourney distribuir contenido protegido por derechos de autor. Además, han solicitado un juicio con jurado, lo que indica que están dispuestos a llevar este caso hasta las últimas consecuencias.
El resultado de esta demanda podría tener implicaciones de largo alcance. Si los estudios ganan, podrían establecerse nuevas reglas sobre cómo las empresas de IA utilizan material protegido. Por otro lado, si Midjourney logra defender su posición, podría abrir la puerta a un uso más libre de la IA en la creación de contenido, lo que generaría un debate aún más intenso sobre los límites de la tecnología.
El debate ético sobre la IA generativa
Más allá de lo legal, este caso plantea preguntas éticas. ¿Es justo que una empresa utilice obras creadas por otros para entrenar sus modelos sin compensación? ¿O es la IA simplemente una herramienta que transforma y reinterpreta, como lo han hecho los artistas durante siglos? La respuesta no es sencilla. Mientras que Disney y Universal ven a Midjourney como una amenaza, otros podrían argumentar que la IA democratiza la creatividad, permitiendo a más personas participar en la creación de contenido.
Sin embargo, la preocupación por el «plagio» no es nueva. Desde la invención de la imprenta hasta el auge de internet, cada avance tecnológico ha generado tensiones similares. Lo que hace único a este caso es la escala y la velocidad de la IA, que puede generar miles de imágenes en cuestión de segundos, muchas de las cuales imitan obras protegidas.
El futuro de la IA en Hollywood
El caso de Disney y Universal contra Midjourney es solo el comienzo. A medida que la IA se integra más en la producción de cine, música y otros medios, es probable que surjan más conflictos legales. Otros estudios y creadores están observando de cerca, y algunos ya han tomado medidas. Por ejemplo, Meta ha denunciado aplicaciones que generan contenido explícito sin consentimiento, lo que muestra que la regulación de la IA es un tema candente en múltiples frentes.
Mientras tanto, la industria del entretenimiento está en una encrucijada. Por un lado, la IA ofrece oportunidades para reducir costos, agilizar procesos y explorar nuevas formas de narrativa. Por otro, plantea riesgos para los creadores y las empresas que invierten millones en sus producciones. Encontrar un equilibrio será clave para el futuro de Hollywood.