Top 10 curiosidades sorprendentes del desierto de Atacama: El desierto más seco y fascinante del mundo

Explora el desierto de Atacama, un lugar único por su extrema sequedad, paisajes extraterrestres, fenómenos naturales y cielos estrellados que lo convierten en uno de los destinos más fascinantes del planeta.

En el extremo norte de Chile, entre la Cordillera de los Andes y el Océano Pacífico, se encuentra uno de los lugares más inhóspitos y extraordinarios del mundo: el desierto de Atacama. Conocido como el desierto más seco del planeta, este lugar no solo desafía las condiciones de vida, sino que también alberga paisajes marcianos, fenómenos científicos únicos y secretos ancestrales que fascinan a científicos, viajeros y curiosos por igual.

¿Qué hace al desierto de Atacama tan especial? ¿Por qué ha captado la atención de la NASA, de astrónomos de todo el mundo y de aventureros sedientos de maravillas naturales? Te invitamos a descubrir las 10 curiosidades más impresionantes del desierto de Atacama y su extrema sequedad, una mezcla perfecta de ciencia, historia y naturaleza salvaje.

Prepárate para un viaje que te dejará sin aliento ¡y con la piel reseca!

1. Es el lugar no polar más seco del planeta

Cuando se habla de sequedad extrema, el desierto de Atacama es el rey indiscutible. Algunas estaciones meteorológicas de la región no han registrado lluvia en más de 400 años. Aunque otras zonas reciben lluvias escasas y ocasionales, el promedio anual de precipitaciones es de apenas 0,5 mm, convirtiéndolo en el desierto más árido fuera de los polos.

Esta extrema sequedad se debe a varios factores geográficos: la corriente fría de Humboldt, el efecto de sombra orográfica de los Andes y la estabilidad atmosférica generada por el anticiclón del Pacífico. Una combinación que impide la formación de nubes y lluvias, manteniendo la tierra sedienta casi todo el año.

2. Tiene paisajes que parecen de otro planeta

La NASA ha realizado simulaciones de vida en Marte… ¡en el desierto de Atacama! La composición del suelo, la radiación solar y la falta de humedad convierten a este desierto en un laboratorio natural para estudios astrobiológicos.

De hecho, algunas zonas del desierto son tan estériles que ni siquiera microorganismos pueden sobrevivir. La llanura de Yungay, por ejemplo, es considerada uno de los entornos más parecidos a Marte en todo el planeta Tierra. Un lugar donde científicos prueban robots espaciales, trajes de astronauta y experimentos de habitabilidad extraplanetaria.

3. En Atacama se pueden ver los cielos más limpios del mundo

Gracias a su atmósfera limpia, baja humedad y escasa contaminación lumínica, el desierto de Atacama es uno de los mejores lugares del mundo para la observación astronómica. No es casualidad que en este rincón seco del planeta se encuentren algunos de los telescopios más potentes del mundo, como ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) y el Very Large Telescope (VLT).

Cientos de turistas llegan cada año a San Pedro de Atacama para vivir la experiencia de un tour astronómico y maravillarse con el cielo estrellado más espectacular de la Tierra. La Vía Láctea brilla como en ningún otro lugar, un espectáculo que no necesita filtros ni telescopios para dejarte sin palabras.

4. Es hogar de géiseres, salares y lagunas altiplánicas

Aunque parezca contradictorio, en medio de esta tierra seca se esconden sorprendentes fenómenos naturales relacionados con el agua. En los alrededores de San Pedro de Atacama se encuentran los famosos géiseres del Tatio, un campo geotérmico activo que, a más de 4.000 metros de altitud, emite columnas de vapor al amanecer.

Además, los salares de Atacama y las lagunas altiplánicas como Miscanti y Miñiques ofrecen paisajes de ensueño donde el cielo se refleja en aguas salinas rodeadas de montañas y volcanes. En estos ecosistemas sobreviven flamencos andinos y otras especies adaptadas a condiciones extremas.

5. Es una cápsula del tiempo natural para restos arqueológicos

La sequedad del desierto de Atacama ha permitido la conservación casi intacta de restos arqueológicos milenarios, desde momias precolombinas hasta antiguos asentamientos indígenas. Las momias Chinchorro, encontradas en el norte del desierto, son más antiguas que las egipcias y fueron preservadas de forma natural por el clima desértico.

También se pueden visitar petroglifos, geoglifos y restos de caminos incas que conectaban el desierto con otras zonas del Imperio. Un testimonio vivo de que, a pesar de su dureza, Atacama fue un territorio habitado por culturas resistentes e ingeniosas.

6. Aquí llueven flores… cada ciertos años

El desierto florido es uno de los fenómenos más inesperados y hermosos del planeta. Cuando en Atacama se produce un fenómeno de El Niño y caen lluvias inusuales, el desierto se cubre de un manto de flores silvestres que brotan del suelo árido como por arte de magia.

Este espectáculo natural, que ocurre cada 5 a 7 años, atrae a miles de turistas y científicos que buscan entender cómo es posible que semillas dormidas durante décadas revivan en cuestión de semanas. Las especies más comunes incluyen la añañuca, la pata de guanaco y la garra de león.

7. Tiene una riqueza mineral única en el mundo

Atacama no solo es seco, también es rico en recursos minerales, especialmente cobre y litio. La mina de cobre de Chuquicamata es una de las más grandes del planeta, y el salar de Atacama posee una de las mayores reservas de litio del mundo, recurso clave para las baterías de autos eléctricos y dispositivos móviles.

Esto ha convertido al desierto en un motor económico para Chile, pero también en un foco de debate sobre sostenibilidad, impactos ecológicos y derechos de las comunidades indígenas.

8. Fue escenario de la carrera por el ferrocarril más alto del mundo

El desierto de Atacama fue clave en la expansión del ferrocarril sudamericano. El Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia (FCAB) alcanzó altitudes superiores a los 4.000 metros, conectando el océano con las minas altiplánicas. Hoy en día, aún se pueden ver los vestigios de las líneas férreas y estaciones abandonadas en medio de la nada, testigos del auge salitrero del siglo XIX.

9. Su sequedad inspiró la vida en condiciones extremas

En la búsqueda de vida en otros planetas, los científicos estudian bacterias que logran sobrevivir en el suelo de Atacama. Algunas especies de microorganismos halófilos (amantes de la sal) o extremófilos han sido encontradas en cuevas o bajo piedras, lo que da esperanza a encontrar formas de vida similares en Marte o lunas como Europa (Júpiter).

Esta investigación hace del desierto de Atacama un epicentro de la biotecnología y la astrobiología, donde el pasado, el presente y el futuro de la vida en la Tierra y fuera de ella se entrecruzan.

10. Es una de las regiones más fotogénicas de América Latina

Finalmente, no se puede hablar del desierto de Atacama sin mencionar su impresionante belleza visual. Desde el Valle de la Luna, con su apariencia lunar y formaciones rocosas erosionadas por el viento, hasta los atardeceres rojizos sobre el salar, este lugar es un paraíso para fotógrafos, cineastas y viajeros.

Sus colores, contrastes y texturas han servido como escenario para películas, documentales y campañas turísticas. Cada rincón parece hecho para una postal o una historia que contar.

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