Se apaga la Puerta del Infierno: logran reducir el incendio que ardió durante 50 años en el desierto de Turkmenistán

Después de arder sin cesar durante más de medio siglo, el cráter Darvaza —llamado la “Puerta del Infierno”— comienza a extinguirse. Las autoridades de Turkmenistán han logrado reducir significativamente las llamas, marcando un hito ambiental, energético y simbólico para uno de los fenómenos más inquietantes del planeta.

Un fuego que parecía eterno: la historia del cráter Darvaza

En medio del desierto de Karakum, en Turkmenistán, una enorme cavidad ardiente ha capturado la atención del mundo durante décadas. Conocida popularmente como la “Puerta del Infierno”, el cráter Darvaza ha sido un símbolo tanto de la fascinación geológica como del impacto humano sobre la naturaleza.

Durante más de 50 años, esta boca de fuego ha ardido sin tregua, expulsando llamas, calor y gases al entorno. Hoy, por primera vez en medio siglo, el gobierno turkmeno ha anunciado que el incendio ha sido reducido considerablemente, gracias a una operación científica y técnica que pretende apagar el cráter de forma definitiva.

¿Qué es la Puerta del Infierno?

La Puerta del Infierno es en realidad un campo de gas natural colapsado que, tras una perforación accidental en 1971, comenzó a liberar grandes cantidades de metano. Para evitar que estos gases tóxicos se expandieran, los geólogos soviéticos de la época decidieron prender fuego al cráter, suponiendo que el gas se consumiría en pocos días.

Sin embargo, lo que se pensó como una solución temporal se convirtió en un incendio incontrolable y permanente. El fuego no solo no se extinguió, sino que ardió sin cesar durante más de cinco décadas, convirtiéndose en una atracción turística y un recordatorio de los errores humanos en la gestión de recursos naturales.

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Reducción del incendio: una operación sin precedentes

Tras años de debate y estudios, el presidente de Turkmenistán, Serdar Berdimuhamedow, ordenó en 2022 la formación de un equipo interdisciplinario para apagar o al menos controlar las llamas de Darvaza. La decisión respondió a varias razones:

Preocupaciones medioambientales: la liberación constante de gases y calor impacta el entorno desértico.

Pérdidas energéticas: toneladas de gas natural se han estado quemando sin uso.

Interés en desarrollo sostenible y turístico, con nuevas políticas de imagen internacional.

Tras casi tres años de estudios, perforaciones laterales, sellados con materiales refractarios y procesos de inyección química, los ingenieros han logrado reducir más del 70% de la actividad ígnea del cráter.

¿Qué métodos se utilizaron para apagar las llamas?

La reducción del incendio de la Puerta del Infierno requirió una combinación de técnicas avanzadas y estrategias cuidadosamente calibradas, entre ellas:

1. Perforaciones de alivio

Se realizaron perforaciones profundas en las capas subterráneas para desviar el flujo de gas natural, disminuyendo la presión acumulada en el cráter principal.

2. Inyección de compuestos bloqueadores

Se introdujeron materiales especiales, como espumas minerales y geles ignífugos, que sellan los canales de escape del gas, disminuyendo la combustión visible.

3. Control térmico gradual

En lugar de sofocar el fuego de manera abrupta —lo que podría causar explosiones—, se implementó un sistema de enfriamiento progresivo, bajando lentamente la temperatura interna.

Estas acciones fueron ejecutadas con extremo cuidado, ya que el cráter sigue siendo inestable y altamente inflamable.

Reacciones internacionales ante el logro

La noticia de la reducción de la Puerta del Infierno ha generado impacto mundial. Instituciones científicas, activistas ambientales y medios de comunicación han destacado este hito como un triunfo técnico y ecológico, aunque también como una lección de humildad frente al poder de la naturaleza.

Organizaciones ambientales celebraron el avance, señalando que el cráter emitía anualmente toneladas de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático. Otros especialistas subrayaron la importancia de evitar que catástrofes similares ocurran en otras regiones ricas en recursos fósiles.

Incluso desde la NASA se ha reconocido el caso Darvaza como un ejemplo relevante en el estudio de ambientes extremos comparables a los de Marte, dada la actividad térmica continua y la geología volcánica de la zona.

¿Qué impacto tuvo el cráter durante estos 50 años?

Más allá del espectáculo visual, el cráter Darvaza ha dejado una huella múltiple:

Impacto ambiental

Emisión constante de metano, dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno.

Alteración de ecosistemas locales en el desierto de Karakum.

Aumento de la temperatura superficial en la región circundante.

Impacto económico

Millones de dólares en gas quemado sin aprovechamiento.

Gasto en mantenimiento, vigilancia y control del área.

Impacto turístico y cultural

Miles de visitantes al año, curiosos por presenciar “el fuego eterno”.

Producción de documentales, reportajes y artículos sobre este fenómeno único.

Apariciones en videojuegos, series de televisión y cultura pop.

El cráter se convirtió en símbolo nacional no oficial, representando tanto el potencial energético como los riesgos de una mala gestión técnica.

¿Qué pasará ahora con la Puerta del Infierno?

Aunque el incendio ha sido reducido en intensidad, las autoridades turkmenas han aclarado que el cráter no se cerrará por completo de inmediato. La prioridad ahora es:

Continuar con el monitoreo de gases residuales.

Estabilizar la estructura geológica para evitar nuevos colapsos.

Desarrollar un plan de reaprovechamiento del gas natural subyacente.

Replantear el área como sitio turístico controlado y seguro.

También se ha anunciado la creación de un centro de investigación geotérmica en las cercanías, con el fin de convertir Darvaza en un punto clave de estudio para universidades y científicos internacionales.

Reflexión: ¿qué aprendimos de la Puerta del Infierno?

Este episodio representa mucho más que un simple logro técnico. El caso de la Puerta del Infierno nos recuerda que la intervención humana sobre la naturaleza siempre tiene consecuencias, y que muchas veces, la solución más rápida no es la más inteligente.

Encender el cráter fue un error con consecuencias de medio siglo. Reducirlo ha costado décadas de investigación, millones de dólares y tecnología de última generación.

Sin embargo, también demuestra que la ciencia, la voluntad política y la conciencia ambiental pueden revertir situaciones que parecían irreversibles.

Cuando el fuego cede, queda la lección

El apagamiento progresivo de la Puerta del Infierno marca el cierre simbólico de uno de los incendios más emblemáticos del planeta. Lo que comenzó como una improvisación geológica en los años 70 se transformó en una advertencia viva —y ardiente— sobre las repercusiones del descuido ambiental.

Hoy, el cráter de Darvaza se apaga lentamente, no con agua ni ceniza, sino con tecnología, conciencia y responsabilidad. Y con él, se enciende la esperanza de que otros focos de deterioro ambiental puedan también encontrar su final… y un nuevo comienzo.

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