Un antes y un después para la tecnología peruana
Perú se prepara para una de las decisiones estratégicas más importantes de su historia reciente en materia de ciencia y tecnología: la creación del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CNIA). Esta institución, cuya fundación ha sido anunciada como parte de una política de Estado, marcará un punto de inflexión en el posicionamiento del país frente a los retos de la cuarta revolución industrial.
Lejos de ser un proyecto aislado, el CNIA nace como respuesta a un contexto global donde la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta transversal para el desarrollo económico, la competitividad, la educación, la salud y la gobernanza. En ese sentido, Perú no solo busca modernizar su infraestructura tecnológica, sino también construir soberanía digital, fomentar el talento local y reducir la brecha digital que históricamente lo ha limitado frente a potencias regionales como Brasil, México o Chile.
¿Qué es el Centro Nacional de Inteligencia Artificial?
El Centro Nacional de Inteligencia Artificial será una institución pública de carácter técnico-científico, orientada al desarrollo, aplicación y regulación de tecnologías basadas en IA. Estará conformado por equipos multidisciplinarios de científicos, ingenieros, expertos en ética, juristas, docentes y estrategas digitales.
Entre sus funciones principales se encuentran:
Impulsar la investigación aplicada en inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Fomentar la transferencia tecnológica hacia la industria, la salud, la educación y el sector público.
Establecer estándares éticos y normativos para el uso responsable de la IA.
Servir como ente asesor del Estado en políticas digitales y transformación tecnológica.
Articular proyectos de colaboración internacional con otros centros y universidades del mundo.
Objetivos estratégicos del CNIA
El CNIA no será un centro de investigación tradicional, encerrado en laboratorios o academias. Su visión es integral, con objetivos de impacto real a corto, mediano y largo plazo. Entre ellos destacan:
1. Impulsar la productividad nacional
A través de algoritmos y soluciones de IA, se espera automatizar procesos, optimizar la cadena de valor en sectores como agricultura, minería, transporte y manufactura. Esto no solo aumentará la eficiencia, sino que permitirá reducir costos operativos, minimizar el desperdicio de recursos y mejorar la competitividad internacional.
2. Modernizar los servicios públicos
El CNIA impulsará el uso de inteligencia artificial en servicios clave como la educación personalizada, la detección preventiva de enfermedades, la seguridad ciudadana mediante videovigilancia inteligente y el análisis de datos para políticas públicas. Esto puede revolucionar la manera en que el Estado interactúa con los ciudadanos.
3. Promover una educación con enfoque digital
Uno de los pilares del centro será el desarrollo de programas de formación, certificación y especialización en IA para docentes, estudiantes y profesionales. Se prevé la creación de laboratorios escolares de inteligencia artificial, así como contenidos curriculares desde la primaria hasta la universidad para preparar al Perú del mañana.
4. Fomentar el emprendimiento tecnológico
El CNIA funcionará también como incubadora de startups y desarrolladores, facilitando el acceso a herramientas, servidores, licencias y mentorías para jóvenes talentos. El objetivo: generar un ecosistema de innovación sostenible, descentralizado y orientado a resolver los grandes desafíos del país.
5. Garantizar un enfoque ético y responsable
Perú se suma a las tendencias internacionales que promueven un uso transparente, explicable y justo de la inteligencia artificial. El CNIA trabajará en la formulación de marcos éticos, evaluaciones de impacto algorítmico, auditorías automatizadas y defensa de los derechos digitales de la ciudadanía.
¿Dónde estará ubicado el CNIA?
Aunque aún no se ha revelado con exactitud la sede definitiva del Centro Nacional de Inteligencia Artificial, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación ha adelantado que se contemplan dos posibles ubicaciones: una en Lima Metropolitana —por su infraestructura y conexión con universidades— y otra en el sur del país, posiblemente en Arequipa o Cusco, con el fin de descentralizar la innovación.
El proyecto se implementará en fases: primero una instalación temporal, con capacidad para ensayos pilotos y conexión con hubs tecnológicos nacionales; luego, una sede central con laboratorios de última generación, espacios colaborativos, servidores de alto rendimiento y zonas de trabajo para equipos multidisciplinarios.
¿Por qué es tan importante para Perú?
Históricamente, Perú ha sido consumidor más que creador de tecnología. El CNIA busca cambiar ese paradigma. Se trata de pasar de importar soluciones tecnológicas a desarrollarlas, adaptarlas e incluso exportarlas. En un mundo que avanza aceleradamente hacia la automatización y la inteligencia de datos, no contar con capacidades locales sería un riesgo de exclusión.
Además, el país enfrenta retos complejos: crisis climática, deficiencias educativas, brechas de acceso a la salud, inseguridad, corrupción. La inteligencia artificial, aplicada con criterio y responsabilidad, puede ser parte de la solución a muchos de estos problemas.
El centro también contribuirá a elevar el nivel académico y profesional de miles de peruanos, generando empleos de calidad en áreas como ciencia de datos, ingeniería de software, robótica, ética digital y ciberseguridad.
Colaboración internacional y visión regional
El proyecto del CNIA no se construirá en solitario. Desde su concepción, ha habido acercamientos con instituciones de renombre como el Instituto Alan Turing (Reino Unido), el Centro de IA de Chile, el Instituto Nacional de IA de Francia, así como con universidades como el MIT, la PUCP, la UNI y la UNMSM.
Asimismo, Perú busca posicionarse como nodo regional de IA, promoviendo colaboraciones con los países andinos y miembros de la Alianza del Pacífico. El objetivo es que el CNIA se convierta en un referente latinoamericano en investigación, normativas éticas y generación de soluciones con impacto social.
¿Cuándo comenzará a funcionar?
El cronograma oficial indica que el Centro Nacional de Inteligencia Artificial comenzará a operar en su primera fase antes de finalizar el 2025. En esta etapa se establecerán:
El consejo directivo del centro.
La infraestructura básica digital.
El primer equipo científico-tecnológico multidisciplinario.
Los laboratorios de pruebas para modelos piloto.
La plataforma web oficial y el acceso ciudadano a proyectos abiertos.
Durante los años siguientes, se espera una expansión progresiva tanto en infraestructura como en presupuesto, con apoyo de entidades públicas, fondos internacionales, universidades y alianzas privadas.
Una oportunidad histórica para cambiar el rumbo
En palabras de uno de los asesores del proyecto:
“El CNIA es una puerta hacia el futuro. Si lo hacemos bien, no solo resolveremos problemas, sino que construiremos una nueva visión de país: inclusivo, innovador y con liderazgo global”.
El desafío es grande, pero la oportunidad es única. Perú tiene talento, creatividad y una juventud con ganas de transformar. El Centro Nacional de Inteligencia Artificial puede ser el catalizador de esa transformación.
Ya no se trata solo de subirse al tren de la innovación. Se trata de conducirlo desde casa.
